/ viernes 22 de julio de 2022

Desde los tendidos de la plaza México | Leo Valadez a toda marcha salió en hombros

En Pamplona. Sin dudas, este joven espada hidrocálido mantiene su paso triunfando tarde a tarde en su campaña española. Desde la Feria de San Isidro quedo en el gusto de los aficionados de esa plaza, la catedral del toreo mundial. Ahora, en Pamplona , la tarde con los toros de La Palmosilla nobles, encastado, bien armados y bonita estampa tuvo Leo Valadez otra tarde triunfal, Desde que se abrió de capa al codicioso y bello tercero de la tarde, luego sereno y gustándose realizo una faena derechista con adornos y detalles que transmitió a los tendidos coreada por el respetable, para dejar en todo lo alto estocada fulminante ¡ la mejor de la Feria! Y así recibir las orejas pedidas y salir en hombros. Con el que cerró plaza Leo estuvo ahí , escuchó palmas y aviso. Tarde con salidas en hombros los matadores y el mayoral de la Ganadería don Francisco Javier Guillen que satisfecho estuvo en la mañana cuando este encierro de La Palmosilla corrió a la Plaza veloz en dos minutos y 29 segundos.

La Feria de Pamplona

Al llegar el séptimo mes del año se completa la trilogía que fundamentalmente, desde el punto de vista del folkorismo, se compone de tres grandes acontecimientos , dos de los cuales, las famosas Fallas valencianas, en marzo y la incomparable Feria de Abril en la sin par Sevilla, ya quedaron reseñadas. Pero las otras fiestas de algarabía popular, alegres y ruidosas, que cada año tienen más renombre y fama, se desarrollan durante los célebres sanfermines navarros. Por ello, a partir del 7 de julio-día de San Fermín- ningún taurófilo que se hall en España debe perderse el viaje a Pamplona, la histórica ciudad carlista a orillas del rio Arga, para ver una semana de corridas de toros, donde la nota recia y viril es el peculiar encierro, en que los pamplonicas y no pocos forasteros, corren por las mismas calles de Pamplona delante de los toros que se han de lidiar más tarde y que atraviesan la ciudad camino a la plaza. A esta bonita plaza de hormigón armado y de estilo Renacimiento español, donde pueden sentarse, si mes que no están bailando la jota en los tendidos, el buen número de trece mil eofóricos espectadores.

Fiestas populares donde nadie se acuerda de dormir

Los pamplonicas, boina calada, pañuelo rojo al cuello y camisa y pantalones blancos, han corrido por las calles por cuadrillas, con los toros tras ellos bailando al son de la jota navarra. De nada servirá que ustedes se los hoteles más confortables, si, cuando el cansancio los rinda, echarán una breve siesta como todos: en la cama de piedra de cualquier banqueta. Fatigados ,ya de los sones del aurrescu, la danza característica de allí. Puden hacer una visita al Museo de Sarasate pero para reponer fuerzas mejor ir a los restaurantes clásicos y frente a un sustancioso plato de cocochas de merluza, pedir los vinos clásicos de Navarra, claretes y rojizos finos y suaves de los maravillosos viñedos de Tieba y Corella como me sugirió hace tiempo el inolvidable caballero y colega Carlos León en su recorrido de España en Ferias y exclamen ante los guisos y caldos de Navarra lo mismo quer dijo el poeta “Esto es vida y lo demás es remedo de la vida”. Sobre todo si van a Las Pocholas nombre evocador de calidad especial de manzanilla que la casa Domecq cría y añeja en Sanlúcar…Nos vemos más tarde... que el cielo los juzgue...

En Pamplona. Sin dudas, este joven espada hidrocálido mantiene su paso triunfando tarde a tarde en su campaña española. Desde la Feria de San Isidro quedo en el gusto de los aficionados de esa plaza, la catedral del toreo mundial. Ahora, en Pamplona , la tarde con los toros de La Palmosilla nobles, encastado, bien armados y bonita estampa tuvo Leo Valadez otra tarde triunfal, Desde que se abrió de capa al codicioso y bello tercero de la tarde, luego sereno y gustándose realizo una faena derechista con adornos y detalles que transmitió a los tendidos coreada por el respetable, para dejar en todo lo alto estocada fulminante ¡ la mejor de la Feria! Y así recibir las orejas pedidas y salir en hombros. Con el que cerró plaza Leo estuvo ahí , escuchó palmas y aviso. Tarde con salidas en hombros los matadores y el mayoral de la Ganadería don Francisco Javier Guillen que satisfecho estuvo en la mañana cuando este encierro de La Palmosilla corrió a la Plaza veloz en dos minutos y 29 segundos.

La Feria de Pamplona

Al llegar el séptimo mes del año se completa la trilogía que fundamentalmente, desde el punto de vista del folkorismo, se compone de tres grandes acontecimientos , dos de los cuales, las famosas Fallas valencianas, en marzo y la incomparable Feria de Abril en la sin par Sevilla, ya quedaron reseñadas. Pero las otras fiestas de algarabía popular, alegres y ruidosas, que cada año tienen más renombre y fama, se desarrollan durante los célebres sanfermines navarros. Por ello, a partir del 7 de julio-día de San Fermín- ningún taurófilo que se hall en España debe perderse el viaje a Pamplona, la histórica ciudad carlista a orillas del rio Arga, para ver una semana de corridas de toros, donde la nota recia y viril es el peculiar encierro, en que los pamplonicas y no pocos forasteros, corren por las mismas calles de Pamplona delante de los toros que se han de lidiar más tarde y que atraviesan la ciudad camino a la plaza. A esta bonita plaza de hormigón armado y de estilo Renacimiento español, donde pueden sentarse, si mes que no están bailando la jota en los tendidos, el buen número de trece mil eofóricos espectadores.

Fiestas populares donde nadie se acuerda de dormir

Los pamplonicas, boina calada, pañuelo rojo al cuello y camisa y pantalones blancos, han corrido por las calles por cuadrillas, con los toros tras ellos bailando al son de la jota navarra. De nada servirá que ustedes se los hoteles más confortables, si, cuando el cansancio los rinda, echarán una breve siesta como todos: en la cama de piedra de cualquier banqueta. Fatigados ,ya de los sones del aurrescu, la danza característica de allí. Puden hacer una visita al Museo de Sarasate pero para reponer fuerzas mejor ir a los restaurantes clásicos y frente a un sustancioso plato de cocochas de merluza, pedir los vinos clásicos de Navarra, claretes y rojizos finos y suaves de los maravillosos viñedos de Tieba y Corella como me sugirió hace tiempo el inolvidable caballero y colega Carlos León en su recorrido de España en Ferias y exclamen ante los guisos y caldos de Navarra lo mismo quer dijo el poeta “Esto es vida y lo demás es remedo de la vida”. Sobre todo si van a Las Pocholas nombre evocador de calidad especial de manzanilla que la casa Domecq cría y añeja en Sanlúcar…Nos vemos más tarde... que el cielo los juzgue...