/ sábado 2 de octubre de 2021

Desgaje en el senado

Cinco senadores decidieron formar un grupo independiente. Cuatro de ellos obedecen a una formación partidista y el quinto es independiente. Buscan enderezar el camino, cuando menos el propio, para poder actuar con libertad.

Dos expresidentes del PAN, Gustavo Madero y Germán Martínez, quien llegó al escaño por Morena. Nancy de la Sierra y Alejandra León del Partido del Trabajo y Emilio Álvarez Icaza, buscan ofrecer una nueva propuesta.

Madero, con su estilo norteño, declaró que “estamos hartos. Todo gira en torno a las líneas de AMLO. Nos tienen atrapados, como disco rayado -al PAN- a un discurso Amlocéntrico”.

La sociedad no existe, ni se le consulta ni se le resuelven sus grandes incógnitas. La discusión se ciñe a las iniciativas presidenciales, ajenas a las necesidades populares, aunque se quiera hacer ver otra cosa.

Su “presentación en sociedad” supuso una bomba. No es poca cosa que tribunos de primera línea decidan quitarse el corsé que les fijan desde las cúpulas, miopes estas a la capacidad de quienes ellos mismos eligieron.

Una mayoría aplaudió su moción, aunque no faltaron los críticos. Quienes se les fueron encima argumentaron que lo hacían por “gozar de mayores prerrogativas y tener presupuesto propio”. Los aludidos respondieron que no los guía ningún espíritu de especulación y menos la ambición.

Olga Sánchez Cordero, Presidenta en turno de la Cámara Directiva, dijo que la ley orgánica prohíbe estas agrupaciones. Ricardo Monreal, líder Morenista, simpatizó con ellos, aunque también considera que no tendrán derecho a prerrogativas, por no estar contemplado en los cánones congresistas. Según él, al ya estar iniciados los trabajos de una legislatura, no se pueden hacer estos desgajamientos. Nombraron como coordinador a Germán Martínez, pero el encargo será rotativo y no habrá jerarquías.

Suena bien y ya era hora de que se actuara con la responsabilidad que debiera tener quien ha sido electo para la representación popular. Legislar no es enchílame otra y la ignorancia de tantos congresistas, que solo obedecen órdenes, redunda en el número de normas indeseables, en ocasiones perjudiciales para la sociedad.

Los partidos, por otra parte, van de rodada en su caída. Acción Nacional está secuestrado por la pandilla de Marco Cortés, quien se va a reelegir a pesar del daño que le ha hecho al organismo.

Las “burrocracias” partidistas se aferran al hueso y en cuanto al PAN, no es la primera vez que terminan en división y éxodo de militantes.

Son muchas las criticas a la gestión de Cortés, algunas tan públicas como las de Francisco Domínguez, a punto de dejar la gubernatura de Querétaro, con alta calificación. Sin embargo, el poder del mandamás del emblema le permite nombrar a los delegados y consejeros que elegirán al cuerpo directivo y, por supuesto, Cortés tiene mayoría a su favor.

La queja de Madero, en cuanto a un eje único de debate, es la de millones de mexicanos que aspiramos a escuchar algo distinto, de lo que en verdad nos preocupa y nos afecta.

La conversación cotidiana sale de la Mañanera y de allí se repite a lo largo de la jornada. Los temas son inamovibles: la corrupción -ésa que ni se ha combatido ni se combate-; el insulto al villano en turno y las “magnas obras”.

La 4T se sueña y se convierte en pesadilla. Esperamos que el recién formado grupo nos represente y logre su objetivo de cambiar el tono y el contenido del debate parlamentario.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


Cinco senadores decidieron formar un grupo independiente. Cuatro de ellos obedecen a una formación partidista y el quinto es independiente. Buscan enderezar el camino, cuando menos el propio, para poder actuar con libertad.

Dos expresidentes del PAN, Gustavo Madero y Germán Martínez, quien llegó al escaño por Morena. Nancy de la Sierra y Alejandra León del Partido del Trabajo y Emilio Álvarez Icaza, buscan ofrecer una nueva propuesta.

Madero, con su estilo norteño, declaró que “estamos hartos. Todo gira en torno a las líneas de AMLO. Nos tienen atrapados, como disco rayado -al PAN- a un discurso Amlocéntrico”.

La sociedad no existe, ni se le consulta ni se le resuelven sus grandes incógnitas. La discusión se ciñe a las iniciativas presidenciales, ajenas a las necesidades populares, aunque se quiera hacer ver otra cosa.

Su “presentación en sociedad” supuso una bomba. No es poca cosa que tribunos de primera línea decidan quitarse el corsé que les fijan desde las cúpulas, miopes estas a la capacidad de quienes ellos mismos eligieron.

Una mayoría aplaudió su moción, aunque no faltaron los críticos. Quienes se les fueron encima argumentaron que lo hacían por “gozar de mayores prerrogativas y tener presupuesto propio”. Los aludidos respondieron que no los guía ningún espíritu de especulación y menos la ambición.

Olga Sánchez Cordero, Presidenta en turno de la Cámara Directiva, dijo que la ley orgánica prohíbe estas agrupaciones. Ricardo Monreal, líder Morenista, simpatizó con ellos, aunque también considera que no tendrán derecho a prerrogativas, por no estar contemplado en los cánones congresistas. Según él, al ya estar iniciados los trabajos de una legislatura, no se pueden hacer estos desgajamientos. Nombraron como coordinador a Germán Martínez, pero el encargo será rotativo y no habrá jerarquías.

Suena bien y ya era hora de que se actuara con la responsabilidad que debiera tener quien ha sido electo para la representación popular. Legislar no es enchílame otra y la ignorancia de tantos congresistas, que solo obedecen órdenes, redunda en el número de normas indeseables, en ocasiones perjudiciales para la sociedad.

Los partidos, por otra parte, van de rodada en su caída. Acción Nacional está secuestrado por la pandilla de Marco Cortés, quien se va a reelegir a pesar del daño que le ha hecho al organismo.

Las “burrocracias” partidistas se aferran al hueso y en cuanto al PAN, no es la primera vez que terminan en división y éxodo de militantes.

Son muchas las criticas a la gestión de Cortés, algunas tan públicas como las de Francisco Domínguez, a punto de dejar la gubernatura de Querétaro, con alta calificación. Sin embargo, el poder del mandamás del emblema le permite nombrar a los delegados y consejeros que elegirán al cuerpo directivo y, por supuesto, Cortés tiene mayoría a su favor.

La queja de Madero, en cuanto a un eje único de debate, es la de millones de mexicanos que aspiramos a escuchar algo distinto, de lo que en verdad nos preocupa y nos afecta.

La conversación cotidiana sale de la Mañanera y de allí se repite a lo largo de la jornada. Los temas son inamovibles: la corrupción -ésa que ni se ha combatido ni se combate-; el insulto al villano en turno y las “magnas obras”.

La 4T se sueña y se convierte en pesadilla. Esperamos que el recién formado grupo nos represente y logre su objetivo de cambiar el tono y el contenido del debate parlamentario.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq