/ martes 24 de septiembre de 2024

Día Internacional de la Paz: llamado urgente

Por Pablo Andrade Martínez

El Día Internacional de la Paz, celebrado cada 21 de septiembre, fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981 con el fin de promover la no violencia y el alto al fuego a nivel mundial. Este día nos recuerda la importancia de construir sociedades pacíficas basadas en el respeto a los derechos humanos, la justicia social y el diálogo.

Desde su creación, el Día Internacional de la Paz ha servido como un llamado para que los países y las comunidades trabajen en conjunto hacia la paz duradera. Sin embargo, en lugares como México, este llamado resuena con especial urgencia debido a la situación de violencia y violaciones a los derechos humanos que enfrenta el país.

En 2024, México sigue sumido en una profunda crisis de violencia. Las cifras son alarmantes: más de 112,000 personas permanecen desaparecidas, y en los últimos seis años se han registrado más de 200,000 homicidios. Estas estadísticas reflejan una realidad devastadora que no se puede ignorar. La violencia ha permeado diversos sectores de la sociedad, y las víctimas no encuentran justicia ni reparación.

Para construir paz en un contexto como el mexicano, es necesario ir más allá del enfoque de seguridad basado únicamente en la represión y las fuerzas del orden. Se requiere una política integral que ataque las raíces de esta violencia: la desigualdad, la corrupción y, sobre todo, la impunidad. La paz no es solo la ausencia de conflicto armado; implica la creación de un entorno donde todos los derechos humanos sean respetados y garantizados.

Un elemento crucial para lograr la paz en México es garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia. La construcción de paz sólo será posible si las instituciones trabajan de manera efectiva, asegurando justicia para las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos y protegiendo a las comunidades más vulnerables.

Es importante recalcar que la militarización de las tareas de seguridad pública, implementada como una estrategia central en los últimos años, no ha demostrado ser una solución efectiva para reducir la violencia. Al contrario, ha generado más desconfianza y no ha abordado las causas estructurales del problema. México necesita un modelo de seguridad basado en la profesionalización de las fuerzas civiles, que priorice los derechos humanos y la justicia.

En este sentido, la sociedad civil juega un rol vital. La participación activa de la ciudadanía es indispensable para exigir el cumplimiento de los derechos y la transparencia en el actuar del gobierno. Organizaciones, colectivos y ciudadanos deben seguir impulsando cambios estructurales y ser vigilantes de que las instituciones respondan a las necesidades de la población. Sin esta presión constante, cualquier avance hacia la paz se verá limitado.

El Día Internacional de la Paz nos recuerda que la construcción de una sociedad pacífica es tarea de todos. En México, esta tarea es aún más urgente. La paz no se alcanzará sin un compromiso firme de combatir la impunidad, proteger los derechos de las víctimas y garantizar que el gobierno actúe con transparencia y rendición de cuentas. Solo así podremos avanzar hacia un futuro donde la paz no sea solo un ideal, sino una realidad palpable para todos.

Coordinador de la Causa de Construcción de Paz en Nosotrxs por la Democracia

@PabloAnd89


Por Pablo Andrade Martínez

El Día Internacional de la Paz, celebrado cada 21 de septiembre, fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981 con el fin de promover la no violencia y el alto al fuego a nivel mundial. Este día nos recuerda la importancia de construir sociedades pacíficas basadas en el respeto a los derechos humanos, la justicia social y el diálogo.

Desde su creación, el Día Internacional de la Paz ha servido como un llamado para que los países y las comunidades trabajen en conjunto hacia la paz duradera. Sin embargo, en lugares como México, este llamado resuena con especial urgencia debido a la situación de violencia y violaciones a los derechos humanos que enfrenta el país.

En 2024, México sigue sumido en una profunda crisis de violencia. Las cifras son alarmantes: más de 112,000 personas permanecen desaparecidas, y en los últimos seis años se han registrado más de 200,000 homicidios. Estas estadísticas reflejan una realidad devastadora que no se puede ignorar. La violencia ha permeado diversos sectores de la sociedad, y las víctimas no encuentran justicia ni reparación.

Para construir paz en un contexto como el mexicano, es necesario ir más allá del enfoque de seguridad basado únicamente en la represión y las fuerzas del orden. Se requiere una política integral que ataque las raíces de esta violencia: la desigualdad, la corrupción y, sobre todo, la impunidad. La paz no es solo la ausencia de conflicto armado; implica la creación de un entorno donde todos los derechos humanos sean respetados y garantizados.

Un elemento crucial para lograr la paz en México es garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia. La construcción de paz sólo será posible si las instituciones trabajan de manera efectiva, asegurando justicia para las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos y protegiendo a las comunidades más vulnerables.

Es importante recalcar que la militarización de las tareas de seguridad pública, implementada como una estrategia central en los últimos años, no ha demostrado ser una solución efectiva para reducir la violencia. Al contrario, ha generado más desconfianza y no ha abordado las causas estructurales del problema. México necesita un modelo de seguridad basado en la profesionalización de las fuerzas civiles, que priorice los derechos humanos y la justicia.

En este sentido, la sociedad civil juega un rol vital. La participación activa de la ciudadanía es indispensable para exigir el cumplimiento de los derechos y la transparencia en el actuar del gobierno. Organizaciones, colectivos y ciudadanos deben seguir impulsando cambios estructurales y ser vigilantes de que las instituciones respondan a las necesidades de la población. Sin esta presión constante, cualquier avance hacia la paz se verá limitado.

El Día Internacional de la Paz nos recuerda que la construcción de una sociedad pacífica es tarea de todos. En México, esta tarea es aún más urgente. La paz no se alcanzará sin un compromiso firme de combatir la impunidad, proteger los derechos de las víctimas y garantizar que el gobierno actúe con transparencia y rendición de cuentas. Solo así podremos avanzar hacia un futuro donde la paz no sea solo un ideal, sino una realidad palpable para todos.

Coordinador de la Causa de Construcción de Paz en Nosotrxs por la Democracia

@PabloAnd89