/ lunes 31 de enero de 2022

Diálogo, clave para la reforma eléctrica

Me complace constatar el grado de avance de los foros del Parlamento Abierto organizado por la Cámara de Diputados sobre la propuesta de reforma a la industria eléctrica, en el que los ponentes han expresado con total libertad posturas a favor y en contra de la iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Desde el 17 de enero y hasta el 15 de febrero se realiza el análisis de la propuesta, por parte de altos ejecutivos de empresas generadoras de energía, comerciantes, industriales, científicos, investigadores dedicados a la academia y servidores públicos.

En forma paralela, tuve la oportunidad de participar el viernes 21 de enero en la reunión de trabajo con secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, realizada en el Senado de la República, en donde expliqué que la iniciativa de reforma es un asunto de la mayor relevancia para el desarrollo del país puesto que los mexicanos estamos ante la oportunidad histórica de definir el rumbo del sector eléctrico con un nuevo marco jurídico que surja a través del diálogo, el entendimiento y la construcción de acuerdos.

Hice ver que desde el inicio de la administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador se tiene la convicción de que, para transformar a México en un país próspero, es necesario apegarnos a los principios de honestidad, soberanía, y autodeterminación.

Sostengo que se trata de un asunto vinculado estrechamente con la soberanía energética, la seguridad nacional y que además contempla la erradicación de prácticas de competencia desleal y simulación de mercado competitivo.

Debe quedar claro que se respetará en todo momento a las empresas privadas cuya participación en la industria eléctrica será de 46 por ciento y procurando normas y reglamentos que den certidumbre y aseguren condiciones equitativas de competencia y ganancias justas.

Es importante destacar que esta reforma, además de buscar el beneficio de las y los ciudadanos, es congruente con los tratados internacionales que nuestro país ha firmado con Estados Unidos y Canadá, y que juntos conforman el bloque comercial de América del Norte, uno de los más grandes del mundo.

Debemos recordar que el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) contempla el derecho de cada nación de reformar el marco jurídico interno, además de estimular la apertura de los espacios que se requieren en nuestros países para propiciar un juego auténtico de oferta y demanda bajo un contexto de competencia clara, transparente y efectiva.

Por tal motivo, la iniciativa de reformas al sector eléctrico es acorde con los compromisos de nuestro país en materia de cambio climático. Representa una prioridad para México la generación y el uso de energías limpias. Por citar un ejemplo, en los últimos tres años, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha incrementado la producción de energía limpia, pasando de 25 por ciento en 2019 a 38.2 por ciento en 2021, lo que representa 19.7 por ciento más que lo generado por empresas privadas.

Actualmente se tienen 18 proyectos de inversión ya aprobados en materia de centrales hidroeléctricas, una geotérmica y una fotovoltáica que generarán energía limpia.

En la Cuarta Transformación estamos abiertos al diálogo y seguiremos privilegiando el debate porque queremos escuchar todas las voces. Con responsabilidad y altura de miras seguiremos trabajando para dar a conocer los beneficios de la iniciativa de reformas del sector eléctrico en México.

Me complace constatar el grado de avance de los foros del Parlamento Abierto organizado por la Cámara de Diputados sobre la propuesta de reforma a la industria eléctrica, en el que los ponentes han expresado con total libertad posturas a favor y en contra de la iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Desde el 17 de enero y hasta el 15 de febrero se realiza el análisis de la propuesta, por parte de altos ejecutivos de empresas generadoras de energía, comerciantes, industriales, científicos, investigadores dedicados a la academia y servidores públicos.

En forma paralela, tuve la oportunidad de participar el viernes 21 de enero en la reunión de trabajo con secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, realizada en el Senado de la República, en donde expliqué que la iniciativa de reforma es un asunto de la mayor relevancia para el desarrollo del país puesto que los mexicanos estamos ante la oportunidad histórica de definir el rumbo del sector eléctrico con un nuevo marco jurídico que surja a través del diálogo, el entendimiento y la construcción de acuerdos.

Hice ver que desde el inicio de la administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador se tiene la convicción de que, para transformar a México en un país próspero, es necesario apegarnos a los principios de honestidad, soberanía, y autodeterminación.

Sostengo que se trata de un asunto vinculado estrechamente con la soberanía energética, la seguridad nacional y que además contempla la erradicación de prácticas de competencia desleal y simulación de mercado competitivo.

Debe quedar claro que se respetará en todo momento a las empresas privadas cuya participación en la industria eléctrica será de 46 por ciento y procurando normas y reglamentos que den certidumbre y aseguren condiciones equitativas de competencia y ganancias justas.

Es importante destacar que esta reforma, además de buscar el beneficio de las y los ciudadanos, es congruente con los tratados internacionales que nuestro país ha firmado con Estados Unidos y Canadá, y que juntos conforman el bloque comercial de América del Norte, uno de los más grandes del mundo.

Debemos recordar que el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) contempla el derecho de cada nación de reformar el marco jurídico interno, además de estimular la apertura de los espacios que se requieren en nuestros países para propiciar un juego auténtico de oferta y demanda bajo un contexto de competencia clara, transparente y efectiva.

Por tal motivo, la iniciativa de reformas al sector eléctrico es acorde con los compromisos de nuestro país en materia de cambio climático. Representa una prioridad para México la generación y el uso de energías limpias. Por citar un ejemplo, en los últimos tres años, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha incrementado la producción de energía limpia, pasando de 25 por ciento en 2019 a 38.2 por ciento en 2021, lo que representa 19.7 por ciento más que lo generado por empresas privadas.

Actualmente se tienen 18 proyectos de inversión ya aprobados en materia de centrales hidroeléctricas, una geotérmica y una fotovoltáica que generarán energía limpia.

En la Cuarta Transformación estamos abiertos al diálogo y seguiremos privilegiando el debate porque queremos escuchar todas las voces. Con responsabilidad y altura de miras seguiremos trabajando para dar a conocer los beneficios de la iniciativa de reformas del sector eléctrico en México.