/ jueves 7 de mayo de 2020

Dilucidar impacto del Covid-19

“La Comunidad de Inteligencia coincide con el amplio consenso científico de que el virus del covid-19 no fue fabricado ni modificado genéticamente por el hombre”, según se lee en un comunicado emitido por aquélla. “Los servicios de Inteligencia de los Estados Unidos, se añade, seguirán estudiando rigurosamente la información que siga surgiendo, para determinar si el brote comenzó debido al contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan”. Fuera como fuese la presencia del covid-19 ha planteado innumerables problemas jurídicos y por ende humanos.

Al respecto tuve la oportunidad dictar una conferencia sobre convencionalidad y Derecho, convocado por el Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Doctor Raúl Contreras Bustamante, y por el Director del Colegio de Profesores de Derecho Penal de la propia Facultad, Doctor Caros Daza Gómez, lo que motivó al primero de ellos a disponer que se abra un foro de opinión por la vía electrónica para tratar, principalmente, el tema de la posible responsabilidad del médico en situaciones dilemáticas que lo obligan a respetar lo establecido por el Estado de Derecho. Lo que a mi juicio es de vital importancia y relevancia habida cuenta de la pandemia por la que atravesamos. Se trata de la presencia de la UNAM en momentos históricos que implican conservar y modificar muchas cosas.

Ahora bien, el problema a que me refiero ha despertado en las redes sociales un interés sobresaliente en un auditorio que rebasa las 20,000 personas, es decir, la inquietud es enorme entre abogados, juristas y profesores de Derecho del país frente a algo que inquieta profundamente. Y es por eso que la UNAM a través de su Facultad de Derecho convoca a los especialistas y a los que no lo son a dilucidar acerca del papel de la ley en el entorno de la pandemia y de la llamada cuarentena médica. ¿Ha desaparecido la ley, se mantiene, ésta vigente y en qué condiciones? El asunto es primordialmente definir si en situaciones como la que vivimos y padecemos el Estado de Derecho desaparece o ha desaparecido. ¿La pandemia ha arrasado con él? En una guerra, por ejemplo, el Estado de Derecho queda en serio entredicho particularmente en lo que atañe al país vencido o que se halla por serlo.

Una guerra, incluso la que se llama justa, “bellum iustum”, es siempre injusta; defendida, por cierto, insuficientemente en la “Suma Teológica” por el Doctor Angélico. Una guerra arrasa con todo, incluido el Derecho. ¿Con una pandemia (covid-19) sucede lo mismo? Sostengo que no. Pero lo que alarma y preocupa es el papel del médico en situaciones dilemáticas cuando se ha de elegir entre dos opciones igualmente buenas o malas. Las opiniones son diversas aunque sin embargo no se debe perder de vista que ignorar el Derecho es ignorar el orden social. Y así como se habilitan camas en los hospitales y se busca acelerar el ritmo de ayuda para los enfermos de coronavirus, es imprescindible que el Estado de Derecho se mantenga vivo y no sacrificado e inservible por la pandemia que nos azota. Hablar de ello es un reto enorme, pero dilucidar sobre el problema es empezar a resolverlo. Y a eso ha convocado la Facultad de Derecho de la UNAM en momentos en que México necesita más que nunca conservar su estabilidad social, ya que no se trata sólo de vencer al virus sino las consecuencias antisociales de éste.

www.facebook.com/despacho.raulcarranca

“La Comunidad de Inteligencia coincide con el amplio consenso científico de que el virus del covid-19 no fue fabricado ni modificado genéticamente por el hombre”, según se lee en un comunicado emitido por aquélla. “Los servicios de Inteligencia de los Estados Unidos, se añade, seguirán estudiando rigurosamente la información que siga surgiendo, para determinar si el brote comenzó debido al contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan”. Fuera como fuese la presencia del covid-19 ha planteado innumerables problemas jurídicos y por ende humanos.

Al respecto tuve la oportunidad dictar una conferencia sobre convencionalidad y Derecho, convocado por el Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Doctor Raúl Contreras Bustamante, y por el Director del Colegio de Profesores de Derecho Penal de la propia Facultad, Doctor Caros Daza Gómez, lo que motivó al primero de ellos a disponer que se abra un foro de opinión por la vía electrónica para tratar, principalmente, el tema de la posible responsabilidad del médico en situaciones dilemáticas que lo obligan a respetar lo establecido por el Estado de Derecho. Lo que a mi juicio es de vital importancia y relevancia habida cuenta de la pandemia por la que atravesamos. Se trata de la presencia de la UNAM en momentos históricos que implican conservar y modificar muchas cosas.

Ahora bien, el problema a que me refiero ha despertado en las redes sociales un interés sobresaliente en un auditorio que rebasa las 20,000 personas, es decir, la inquietud es enorme entre abogados, juristas y profesores de Derecho del país frente a algo que inquieta profundamente. Y es por eso que la UNAM a través de su Facultad de Derecho convoca a los especialistas y a los que no lo son a dilucidar acerca del papel de la ley en el entorno de la pandemia y de la llamada cuarentena médica. ¿Ha desaparecido la ley, se mantiene, ésta vigente y en qué condiciones? El asunto es primordialmente definir si en situaciones como la que vivimos y padecemos el Estado de Derecho desaparece o ha desaparecido. ¿La pandemia ha arrasado con él? En una guerra, por ejemplo, el Estado de Derecho queda en serio entredicho particularmente en lo que atañe al país vencido o que se halla por serlo.

Una guerra, incluso la que se llama justa, “bellum iustum”, es siempre injusta; defendida, por cierto, insuficientemente en la “Suma Teológica” por el Doctor Angélico. Una guerra arrasa con todo, incluido el Derecho. ¿Con una pandemia (covid-19) sucede lo mismo? Sostengo que no. Pero lo que alarma y preocupa es el papel del médico en situaciones dilemáticas cuando se ha de elegir entre dos opciones igualmente buenas o malas. Las opiniones son diversas aunque sin embargo no se debe perder de vista que ignorar el Derecho es ignorar el orden social. Y así como se habilitan camas en los hospitales y se busca acelerar el ritmo de ayuda para los enfermos de coronavirus, es imprescindible que el Estado de Derecho se mantenga vivo y no sacrificado e inservible por la pandemia que nos azota. Hablar de ello es un reto enorme, pero dilucidar sobre el problema es empezar a resolverlo. Y a eso ha convocado la Facultad de Derecho de la UNAM en momentos en que México necesita más que nunca conservar su estabilidad social, ya que no se trata sólo de vencer al virus sino las consecuencias antisociales de éste.

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