El presidente Andrés Manuel López Obrador suele enojarse cuando lo comparan con gobiernos anteriores. “Eso ya calienta. No somos iguales”, responde con molestia.
A dos años de haber tomado posesión no se puede negar que su gobierno es diferente en su manera de concebir el poder, la economía y el compromiso social. Su personal honestidad sin mancha. Un ejercicio de poder que no respeta los viejos usos y costumbres, generalmente hipócritas, heredados del priísmo.
Sin embargo, hay algunas actitudes de su gobierno que sí son idénticas a las de gobiernos anteriores. Por más que él quisiera ser 100% distinto, no lo es. Veamos.
1. Uso de los militares en tareas de seguridad pública. En campaña dijo que no lo haría y en los hechos ha recurrido a la milicia.
2. Nula autocrítica. Ninguno de sus predecesores se caracterizó por la humildad y el reconocimiento de errores. Él tampoco.
3. Respeto a los fundamentos de la economía: independencia del Banco de México y estabilidad de las variables macroeconómicas: inflación contenida y deuda cero que no provoque déficit. Principios neoliberales por excelencia desde hace 30 años.
4. Uso discrecional de la Secretaría de la Función Pública para exculpar a priori a cercanos a su régimen: por ejemplo al hijo de Manuel Bartlett, o a la propia secretaria de la FP en materia de su patrimonio personal. Virgilio Uribe redivivo.
5. Apego a las televisoras, a las que por alguna razón no las considera conservadoras, ni fifís, sino aliadas.
6. Nombramientos de personajes sin carrera diplomática en puestos consulares y embajadas. Lo cual han hecho todos lo gobiernos anteriores sin respeto al servicio exterior mexicano, que siempre ha apechugado con esa costumbre.
7. Promoción de licitaciones directas en adquisiciones de la administración pública, aduciendo que así se combate la corrupción, cuando en el pasado dicha práctica sirvió para cobijar escandalosos delitos, por falta de efectiva competencia.
8. Carencia de una política industrial. Ha dejado al garete a empresarios e industriales del país a que “se rasquen con sus uñas”. La mejor política industrial es la que no hay, decía Jaime Serra Puche.
9. Manejo político del aparato judicial: uso de la UIF para amagar opositores (Guillermo García Alcocer, Ricardo Anaya, Javier Corral) y trato privilegiado a Emilio Lozoya y testigos protegidos para no pisar la cárcel bajo la promesa de que develarán toda la corrupción del pasado reciente.
10. Opacidad en la asignación de publicidad oficial a medios de comunicación. Aunque había prometido establecer los criterios con los que se asignaría, eso no ha ocurrido.
En el USB…
Pío López Obrador fue exonerado por la UIF del delito que quedó grabado en video de manejar dinero en efectivo para candidaturas, peeeeero…. electoralmente el tema no se ha cerrado.
Le podemos confirmar que la Sala Superior del Trife no ha desechado nada, está revisando si las facultades del INE para sancionar a Pío ya han prescrito. Mientras eso se resuelve, el INE, continúa investigando las aportaciones de dinero denunciadas.
Pero ¿qué sucedería si el Tribunal decide que las facultades del INE están prescritas? Pues que otros casos correrían la misma suerte, como el expediente de Odebrecht que es tan importante para AMLO, ya que los actos denunciados datan de 2012… se va a poner interesante, ya que por defender al hermano quizá se arruine la investigación de los adversarios…
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