/ sábado 31 de octubre de 2020

Disco Duro | De masacres y profanación de cadáveres

Al presidente López Obrador le dio mucha risa la portada del periódico Reforma en la que contabilizaba 45 masacres durante su administración. Lo humorístico radicaba en que esas cosas no pasan en el país que él gobierna, por lo que esto sólo tenía que ser un delirio opositor.

Sin embargo, la realidad es necia en el país donde vivimos los demás. Esta semana, por ejemplo, supimos por El Sol del Bajío del descubrimiento de varias fosas clandestinas con 59 cuerpos en Salvatierra, Guanajuato.

No se sabe si todos fueron ejecutados en un solo evento o si los iban tirando uno a uno. Independientemente a lo que se dedicaran en vida, honestos ciudadanos que pagaban sus impuestos o sanguinarios sicarios de cárteles rivales, el hecho es que sus nombres y apellidos deben figurar en alguna lista de desaparecidos de las que abundan en el país.

La organización Causa en Común se dedicó a registrar estos relatos de enero a septiembre, y este mes de octubre publicó su informe “Galería del horror: atrocidades registradas en medios periodísticos durante los primeros nueve meses de 2020”, en el que contabilizó 3,564 atrocidades.

Causa en Común define “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.

Los cinco tipos de atrocidades que encabezan la lista fueron: profanación de cadáveres, que incluye hallazgo de fosas clandestinas o desintegración de cuerpos (764); tortura (607), masacre (533), descuartizamiento (519) y calcinamiento (407).

El informe suena frío, pero es de miedo. A nivel estatal, Jalisco presentó el mayor número de registros de fosas clandestinas, con un total de 162 víctimas. Michoacán fue la entidad donde más casos de tortura se registraron, con 63. Guanajuato concentró los registros de masacres, con 141, y de descuartizamientos, con 85. Con 58 casos reportados, Baja California registró el mayor número de calcinamientos.

Entre agosto y septiembre, aumentaron los registros de descuartizamientos (de 70 a 75), de masacres (de 50 a 54), de fosas clandestinas y desintegración de cuerpos (98 a 99) y de esclavitud y trata de personas (de 2 a 10). El registro de niños asesinados se mantuvo con 39 casos.

Es decir, además de que estamos lejos de la ruta en la baja de delitos, como asegura Alfonso Durazo ---a quien las masas le exigieron dejar la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para buscar el gobierno de Sonora--- la brutalidad de los mismos es notoria. Este tema parece que todos nos lo tenemos que tomar en serio.

En el USB…

Los reacomodos del EZLN en sus zonas controladas obedecen a su estrategia para detener la construcción del Tren Maya. El presidente de la República pronto se enfrentará al dilema de detener uno de sus proyectos consentidos, cambiar la ruta (lo cual retrasaría todo por años) o ponerles enfrente a su queridísimo Ejército para ver de a cómo les toca… No está fácil…

A partir de este sábado, cada semana estaré compartiendo información con el público lector de la Organización Editorial Mexicana.

Entre semana nos podremos leer en las plataformas de OEM y en el twitter @DiscoDur y el correo discodurooem@gmail.com


@causaencomun

@SOLDELBAJIO

@Alfonso Durazo

@Reforma


Al presidente López Obrador le dio mucha risa la portada del periódico Reforma en la que contabilizaba 45 masacres durante su administración. Lo humorístico radicaba en que esas cosas no pasan en el país que él gobierna, por lo que esto sólo tenía que ser un delirio opositor.

Sin embargo, la realidad es necia en el país donde vivimos los demás. Esta semana, por ejemplo, supimos por El Sol del Bajío del descubrimiento de varias fosas clandestinas con 59 cuerpos en Salvatierra, Guanajuato.

No se sabe si todos fueron ejecutados en un solo evento o si los iban tirando uno a uno. Independientemente a lo que se dedicaran en vida, honestos ciudadanos que pagaban sus impuestos o sanguinarios sicarios de cárteles rivales, el hecho es que sus nombres y apellidos deben figurar en alguna lista de desaparecidos de las que abundan en el país.

La organización Causa en Común se dedicó a registrar estos relatos de enero a septiembre, y este mes de octubre publicó su informe “Galería del horror: atrocidades registradas en medios periodísticos durante los primeros nueve meses de 2020”, en el que contabilizó 3,564 atrocidades.

Causa en Común define “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.

Los cinco tipos de atrocidades que encabezan la lista fueron: profanación de cadáveres, que incluye hallazgo de fosas clandestinas o desintegración de cuerpos (764); tortura (607), masacre (533), descuartizamiento (519) y calcinamiento (407).

El informe suena frío, pero es de miedo. A nivel estatal, Jalisco presentó el mayor número de registros de fosas clandestinas, con un total de 162 víctimas. Michoacán fue la entidad donde más casos de tortura se registraron, con 63. Guanajuato concentró los registros de masacres, con 141, y de descuartizamientos, con 85. Con 58 casos reportados, Baja California registró el mayor número de calcinamientos.

Entre agosto y septiembre, aumentaron los registros de descuartizamientos (de 70 a 75), de masacres (de 50 a 54), de fosas clandestinas y desintegración de cuerpos (98 a 99) y de esclavitud y trata de personas (de 2 a 10). El registro de niños asesinados se mantuvo con 39 casos.

Es decir, además de que estamos lejos de la ruta en la baja de delitos, como asegura Alfonso Durazo ---a quien las masas le exigieron dejar la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para buscar el gobierno de Sonora--- la brutalidad de los mismos es notoria. Este tema parece que todos nos lo tenemos que tomar en serio.

En el USB…

Los reacomodos del EZLN en sus zonas controladas obedecen a su estrategia para detener la construcción del Tren Maya. El presidente de la República pronto se enfrentará al dilema de detener uno de sus proyectos consentidos, cambiar la ruta (lo cual retrasaría todo por años) o ponerles enfrente a su queridísimo Ejército para ver de a cómo les toca… No está fácil…

A partir de este sábado, cada semana estaré compartiendo información con el público lector de la Organización Editorial Mexicana.

Entre semana nos podremos leer en las plataformas de OEM y en el twitter @DiscoDur y el correo discodurooem@gmail.com


@causaencomun

@SOLDELBAJIO

@Alfonso Durazo

@Reforma