/ sábado 27 de febrero de 2021

Disco duro | La prensa y AMLO

Es cotidiano escuchar al presidente Andrés Manuel López Obrador quejarse de la prensa mexicana, por considerarla el cajón de resonancia de “los conservadores que han perdido privilegios durante la 4T”, razón por la que siempre critican sus acciones de gobierno.

Para él no hay espacio a la crítica constructiva, no existe quien disienta de manera honesta de su plan de gobierno. Quien se opone, necesariamente tiene que estar pagado por oscuros intereses muy poderosos. O es blanco o es negro. O conmigo o contra mi.

Esta semana, su esposa, Beatriz Gutiérrez Mueller, en su calidad de coordinadora de la Memoria Historia y Cultural de México, dio uno de los discursos más duros contra los periódicos en lo que va de esta administración, durante la ceremonia por el asesinato de Francisco I.Madero.

Sin límite de adjetivos y siempre dentro de la ficción juarista en la que creen vivir ella y su marido, sin guardar ninguna proporción histórica, hizo paralelismos entre la vil prensa porfirista que atacó al prócer de la democracia y la que ataca al actual gobierno.

Erróneamente infirió que los periódicos derrocaron y mataron a Madero. Retomó citas de los escritores Federico González Garza y Rogelio Fernández, que ella supone se ajustan al momento actual:

"Ahora se puede afirmar que Madero no tuvo entonces enemigo más cruel, más despiadado, más infame, más perverso y vil en el grupo de periodistas que antes habían sido admiradores miserables o lacayos de la dictadura. Débiles, cobardes y serviles con quien los humillaba se tornaron altaneros e insolentes con quienes respetaban su vida y los dignificaban”.

“Y como Madero no pudo permitir que subsistiera el corruptor fondo de los reptiles, del cual se alimentaban muchas sabandijas, estas escupieron todo el veneno de su ruin naturaleza, sobre la antes inmaculada reputación del que venía a sanear un ambiente saturado de abyección y servilismo”.

De ese tamaño el reclamo. De ese tamaño la amargura destilada.

¿La muerte de los medios?

Sin embargo, López Obrador también ha sido enfático en que no va a censurar medios ni a pedir la cabeza de opinadores o columnistas. Que será siempre respetuoso de las libretades ciudadanas, entre ellas la de expresión.

Él supone, porque también esta semana lo dijo, que el pueblo que lo apoya a él repudia esos medios y no los compra, no los lee. Que morirán solitos de inanición, sin el dinero gubernamental, y sin la preferencia de la gente que apoya el cambio.

Pero hete aquí que los medios tienen “otros datos”, que hablan de millones de visitas web durante la pandemia, reforzando el predominio de los medios institucionales por sobre endebles portales informativos o de activistas, que podrán tener acceso privilegiado a las conferencias mañaneras, pero no tráfico en sus páginas.

Uno supondría que a estas alturas los medios pro 4T serían consultados por millones de leales al presidente, pero no, según mediciones de Comscore, en enero, Milenio tuvo más de 25 millones de visitantes únicos, seguido de El Universal con 23 millones, y de ahí para abajo. Televisa con 11, la OEM con 9. El medio más pro gobiernista que pudiera ser SDP Noticias tiene nada despreciables 8 millones, pero va a la baja desde hace varios meses, que ya lo tienen en el lugar 15, cuando llegó a ser top 3.

Los medios mexicanos –al igual que los mundiales-- ciertamente atraviesan una grave crisis, pero más determinada por los cambios de formatos y audiencias, que obligan a replantear narrativas y el modelo de negocio integral, que por una movilización popular de repudio que sería del gusto del presidente, pero que por lo visto no está ocurriendo.

En el USB…

El miércoles se cumplió un año de la huelga en Notimex. El conflicto sigue estancado y más polarizado que nunca. Los trabajadores, encabezados por Adriana Urrea, acusan a la directora Sanjuana Martínez de muchas faltas éticas y hasta delitos, mientras que la dirección responsabiliza a aquellos de paralizar sin razones sólidas la operación de la agencia estatal de noticias; es más, supone que el sindicato en paro recibe ayuda de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.

Sin embargo, entre que son peras o manzanas, es común escuchar en el medio periodístico que a un año de distancia nadie extraña la agencia, y todos han podido vivir sin ella… que se pueden arreglar cuando quieran, porque Notimex no es ya indispensable para nadie… vamos, ni siquiera para el gobierno mexicano que, con AMLO a la cabeza y con sus mañaneras, se basta y sobra para comunicar con eficacia

Es cotidiano escuchar al presidente Andrés Manuel López Obrador quejarse de la prensa mexicana, por considerarla el cajón de resonancia de “los conservadores que han perdido privilegios durante la 4T”, razón por la que siempre critican sus acciones de gobierno.

Para él no hay espacio a la crítica constructiva, no existe quien disienta de manera honesta de su plan de gobierno. Quien se opone, necesariamente tiene que estar pagado por oscuros intereses muy poderosos. O es blanco o es negro. O conmigo o contra mi.

Esta semana, su esposa, Beatriz Gutiérrez Mueller, en su calidad de coordinadora de la Memoria Historia y Cultural de México, dio uno de los discursos más duros contra los periódicos en lo que va de esta administración, durante la ceremonia por el asesinato de Francisco I.Madero.

Sin límite de adjetivos y siempre dentro de la ficción juarista en la que creen vivir ella y su marido, sin guardar ninguna proporción histórica, hizo paralelismos entre la vil prensa porfirista que atacó al prócer de la democracia y la que ataca al actual gobierno.

Erróneamente infirió que los periódicos derrocaron y mataron a Madero. Retomó citas de los escritores Federico González Garza y Rogelio Fernández, que ella supone se ajustan al momento actual:

"Ahora se puede afirmar que Madero no tuvo entonces enemigo más cruel, más despiadado, más infame, más perverso y vil en el grupo de periodistas que antes habían sido admiradores miserables o lacayos de la dictadura. Débiles, cobardes y serviles con quien los humillaba se tornaron altaneros e insolentes con quienes respetaban su vida y los dignificaban”.

“Y como Madero no pudo permitir que subsistiera el corruptor fondo de los reptiles, del cual se alimentaban muchas sabandijas, estas escupieron todo el veneno de su ruin naturaleza, sobre la antes inmaculada reputación del que venía a sanear un ambiente saturado de abyección y servilismo”.

De ese tamaño el reclamo. De ese tamaño la amargura destilada.

¿La muerte de los medios?

Sin embargo, López Obrador también ha sido enfático en que no va a censurar medios ni a pedir la cabeza de opinadores o columnistas. Que será siempre respetuoso de las libretades ciudadanas, entre ellas la de expresión.

Él supone, porque también esta semana lo dijo, que el pueblo que lo apoya a él repudia esos medios y no los compra, no los lee. Que morirán solitos de inanición, sin el dinero gubernamental, y sin la preferencia de la gente que apoya el cambio.

Pero hete aquí que los medios tienen “otros datos”, que hablan de millones de visitas web durante la pandemia, reforzando el predominio de los medios institucionales por sobre endebles portales informativos o de activistas, que podrán tener acceso privilegiado a las conferencias mañaneras, pero no tráfico en sus páginas.

Uno supondría que a estas alturas los medios pro 4T serían consultados por millones de leales al presidente, pero no, según mediciones de Comscore, en enero, Milenio tuvo más de 25 millones de visitantes únicos, seguido de El Universal con 23 millones, y de ahí para abajo. Televisa con 11, la OEM con 9. El medio más pro gobiernista que pudiera ser SDP Noticias tiene nada despreciables 8 millones, pero va a la baja desde hace varios meses, que ya lo tienen en el lugar 15, cuando llegó a ser top 3.

Los medios mexicanos –al igual que los mundiales-- ciertamente atraviesan una grave crisis, pero más determinada por los cambios de formatos y audiencias, que obligan a replantear narrativas y el modelo de negocio integral, que por una movilización popular de repudio que sería del gusto del presidente, pero que por lo visto no está ocurriendo.

En el USB…

El miércoles se cumplió un año de la huelga en Notimex. El conflicto sigue estancado y más polarizado que nunca. Los trabajadores, encabezados por Adriana Urrea, acusan a la directora Sanjuana Martínez de muchas faltas éticas y hasta delitos, mientras que la dirección responsabiliza a aquellos de paralizar sin razones sólidas la operación de la agencia estatal de noticias; es más, supone que el sindicato en paro recibe ayuda de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.

Sin embargo, entre que son peras o manzanas, es común escuchar en el medio periodístico que a un año de distancia nadie extraña la agencia, y todos han podido vivir sin ella… que se pueden arreglar cuando quieran, porque Notimex no es ya indispensable para nadie… vamos, ni siquiera para el gobierno mexicano que, con AMLO a la cabeza y con sus mañaneras, se basta y sobra para comunicar con eficacia