/ sábado 6 de febrero de 2021

Disco duro | Las “mañaneras” de Olga Sánchez Cordero

Por Alejandro Jiménez


A la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, le tocó entrarle al quite en las conferencias mañaneras, tras el contagio de Covid-19 del presidente Andrés Manuel López Obrador, y lo que hemos visto ha sido revelador.

De entrada, era lógico que ella no tuviera todos los hilos de la conversación nacional y mostrara una personalidad menos protagónica que la del mandatario, que es más mediático. Aun así, a la larga este estilo menos estridente contrastó con el discurso más confrontativo de AMLO y resultó ser, paradójicamente, más informativo.

Fue reconfortante escuchar menos odio, menos pleitos en los planteamientos de la ex ministra, quien con habilidad no cayó en las trampas de los “influencers” y “youtubers” que le siembran a modo al Presidente preguntas editorializadas, en temas que son del agrado del mandatario, quien comenta siempre sobre un desencuentro, un enemigo, una amenaza nacional de la cual salvarnos todos los días.

Abordó más temas propios de su dependencia, y fue así que escuchamos hablar de atención a víctimas, de feminicidios, del caso de Mariana, del mecanismo de protección de periodistas, todo eso que no es prioritario para el Presidente. Por supuesto la 4T no es un gobierno feminista, como llegó a decir Sánchez Cordero, pero cuando menos se pusieron en la palestra temas que no suelen tocarse en ese espacio.

Si eso sólo fue en el ámbito de la Secretaría de Gobernación, en todas las demás dependencias federales debe haber asuntos que se están trabajando pero que no conocemos porque no forman parte de la narrativa presidencial.

Es decir, el ejercicio informativo de apertura informativa del que presume López Obrador tiene serias limitantes; la principal, quedar atrapado en sus propias obsesiones.

En este tiempo le tocó abordar el tema del Plan de Vacunación, que explotó por la presión social y mediática, pero que evidentemente no está madurado en el gobierno, donde ni estaban preparados digitalmente, ni hay vacunas. Aun así, el episodio sirvió para que fueran evidentes las diferencias de modales entre una secretaria mesurada y un subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, más cómodo con victimizarse, haciendo alardes de soberbia y con nula autocrítica.

Por supuesto, doña Olga no se apartó de las líneas generales de la 4T, como quedó claro en los malabares que tuvo que hacer para justificar el monopolio de la CFE, que ella misma reprobó cuando era ministra y votaba en contra de las iniciativas locas del entonces senador Manuel Bartlett.

Aun así el balance de las mañaneras de estos últimos 15 días es bueno. Sesiones más cortas, pero con más “carnita” informativa. Vaya, hasta fue neutral y comedida con el INE, al abordar el necesario blindaje que deben tener las elecciones.

Fue como tener a nivel doméstico la versión contrastante de Trump y Biden en la Casa Blanca: el paso de la desmesura y la confrontación, a la sensación de un gobierno serio.


En el USB…


Según Zoé Robledo, director del IMSS, él no ve ningún desabasto de medicinas. Pero podría tomarse la molestia de echarle una llamada a sus clínicas del Valle de México y preguntarles cómo va la lista de espera de unidades como por ejemplo la insulina lispro-protamina, para pacientes diabéticos de nivel 3, para los cuales el insumo es de vida o muerte… notará que es un “éxito” más de la política de adquisición de medicinas de la Cofepris…

Por Alejandro Jiménez


A la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, le tocó entrarle al quite en las conferencias mañaneras, tras el contagio de Covid-19 del presidente Andrés Manuel López Obrador, y lo que hemos visto ha sido revelador.

De entrada, era lógico que ella no tuviera todos los hilos de la conversación nacional y mostrara una personalidad menos protagónica que la del mandatario, que es más mediático. Aun así, a la larga este estilo menos estridente contrastó con el discurso más confrontativo de AMLO y resultó ser, paradójicamente, más informativo.

Fue reconfortante escuchar menos odio, menos pleitos en los planteamientos de la ex ministra, quien con habilidad no cayó en las trampas de los “influencers” y “youtubers” que le siembran a modo al Presidente preguntas editorializadas, en temas que son del agrado del mandatario, quien comenta siempre sobre un desencuentro, un enemigo, una amenaza nacional de la cual salvarnos todos los días.

Abordó más temas propios de su dependencia, y fue así que escuchamos hablar de atención a víctimas, de feminicidios, del caso de Mariana, del mecanismo de protección de periodistas, todo eso que no es prioritario para el Presidente. Por supuesto la 4T no es un gobierno feminista, como llegó a decir Sánchez Cordero, pero cuando menos se pusieron en la palestra temas que no suelen tocarse en ese espacio.

Si eso sólo fue en el ámbito de la Secretaría de Gobernación, en todas las demás dependencias federales debe haber asuntos que se están trabajando pero que no conocemos porque no forman parte de la narrativa presidencial.

Es decir, el ejercicio informativo de apertura informativa del que presume López Obrador tiene serias limitantes; la principal, quedar atrapado en sus propias obsesiones.

En este tiempo le tocó abordar el tema del Plan de Vacunación, que explotó por la presión social y mediática, pero que evidentemente no está madurado en el gobierno, donde ni estaban preparados digitalmente, ni hay vacunas. Aun así, el episodio sirvió para que fueran evidentes las diferencias de modales entre una secretaria mesurada y un subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, más cómodo con victimizarse, haciendo alardes de soberbia y con nula autocrítica.

Por supuesto, doña Olga no se apartó de las líneas generales de la 4T, como quedó claro en los malabares que tuvo que hacer para justificar el monopolio de la CFE, que ella misma reprobó cuando era ministra y votaba en contra de las iniciativas locas del entonces senador Manuel Bartlett.

Aun así el balance de las mañaneras de estos últimos 15 días es bueno. Sesiones más cortas, pero con más “carnita” informativa. Vaya, hasta fue neutral y comedida con el INE, al abordar el necesario blindaje que deben tener las elecciones.

Fue como tener a nivel doméstico la versión contrastante de Trump y Biden en la Casa Blanca: el paso de la desmesura y la confrontación, a la sensación de un gobierno serio.


En el USB…


Según Zoé Robledo, director del IMSS, él no ve ningún desabasto de medicinas. Pero podría tomarse la molestia de echarle una llamada a sus clínicas del Valle de México y preguntarles cómo va la lista de espera de unidades como por ejemplo la insulina lispro-protamina, para pacientes diabéticos de nivel 3, para los cuales el insumo es de vida o muerte… notará que es un “éxito” más de la política de adquisición de medicinas de la Cofepris…