/ lunes 20 de agosto de 2018

Discriminación y vulnerabilidad juvenil

Por: Manuel Padrón Villegas

El 12 de agosto se conmemoró el día internacional de la juventud.

Desde 1997, la Asamblea General de las Naciones Unidas ratifica esta conmemoración con el objetivo de llamar la atención sobre el conjunto de problemas culturales y legales que rodean a grupos de jóvenes, que los colocan en situación del vulnerabilidad.

En México, los jóvenes constituyen una tercera parte de la población. Cerca de 38 millones de personas tienen entre 12 a 29 años, según datos del IMJUVE.

Los siguientes datos nos pueden dar una noción sobre el panorama de los jóvenes mexicanos:

- 47% de los jóvenes considera que vivir en su ciudad es inseguro. (Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, del año 2009)

- Jóvenes de 15 a 29 años representan 55% de los desaparecidos en el país. (Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, RNPED)

- El 51.1 % de los niños, niñas y adolescentes mexicanos vive en situación de pobreza (Unicef)

- En México, el 22.1% de población juvenil de 15 a 25 años no estudia ni tiene un empleo remunerado. (OECD Skills Strategy Mexico 2017)

Al mismo tiempo los jóvenes mexicanos se enfrentan a otro gran problema para ejercer sus derechos: la discriminación. El Comité de Derechos Humanos del Sistema de Naciones Unidas, ha definido a la discriminación como:

Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que se basen en determinados motivos como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición econó.mica, el nacimiento o cualquier otra condición social y que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2017, el 31.5% de ellos, en los últimos cinco años, han experimentado al menos una situación de discriminación por tener alguna adicción o por no contar con todas las posibilidades para seguir estudiando.

El 16.3% de los jóvenes consideró haber recibido algún tipo de discriminación en el último año en la calle, transporte público, trabajo, escuela e incluso dentro de su familia.

Poco más del 60% de la población mayor a 18 años consideró que la mayoría de las y los jóvenes son irresponsables y el 38.6% no rentaría un cuarto de su vivienda solamente por su corta edad. Aunado a esto, con todo y prejuicio de criminalización juvenil, en el apartado de valores y actitudes, el 39.8% de las personas contestó que les parece justo llamar a la policía cuando hay jóvenes reunidos en una esquina.

La discriminación genera distinciones que impiden y anulan las libertades, derechos y oportunidades de cualquier persona. En el caso de grupos vulnerables puede agravar esta situación, dado que la vulnerabilidad no es una característica inmutable en el ser humano, sino que es dependiente, al menos parcialmente, de factores que pueden cambiarse o transformarse.

La encuesta también arrojó que el 42% de los jóvenes y adolescentes, considera que en nuestro país se respetan poco o nada derechos humanos como atención médica o entrega de medicamentos, participación en programas de apoyo social y atención en oficinas de gobierno.

Aunque ante la ley todos los jóvenes somos iguales, viejos estigmas limitan las oportunidades. La ENADIS 2017 nos recuerda que aún somos una sociedad discriminatoria, que no ha tendido los caminos para construir una ciudadanía plena. Los prejuicios y estigmas aún sobreviven

@NosotrxsMx


Por: Manuel Padrón Villegas

El 12 de agosto se conmemoró el día internacional de la juventud.

Desde 1997, la Asamblea General de las Naciones Unidas ratifica esta conmemoración con el objetivo de llamar la atención sobre el conjunto de problemas culturales y legales que rodean a grupos de jóvenes, que los colocan en situación del vulnerabilidad.

En México, los jóvenes constituyen una tercera parte de la población. Cerca de 38 millones de personas tienen entre 12 a 29 años, según datos del IMJUVE.

Los siguientes datos nos pueden dar una noción sobre el panorama de los jóvenes mexicanos:

- 47% de los jóvenes considera que vivir en su ciudad es inseguro. (Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, del año 2009)

- Jóvenes de 15 a 29 años representan 55% de los desaparecidos en el país. (Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, RNPED)

- El 51.1 % de los niños, niñas y adolescentes mexicanos vive en situación de pobreza (Unicef)

- En México, el 22.1% de población juvenil de 15 a 25 años no estudia ni tiene un empleo remunerado. (OECD Skills Strategy Mexico 2017)

Al mismo tiempo los jóvenes mexicanos se enfrentan a otro gran problema para ejercer sus derechos: la discriminación. El Comité de Derechos Humanos del Sistema de Naciones Unidas, ha definido a la discriminación como:

Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que se basen en determinados motivos como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición econó.mica, el nacimiento o cualquier otra condición social y que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2017, el 31.5% de ellos, en los últimos cinco años, han experimentado al menos una situación de discriminación por tener alguna adicción o por no contar con todas las posibilidades para seguir estudiando.

El 16.3% de los jóvenes consideró haber recibido algún tipo de discriminación en el último año en la calle, transporte público, trabajo, escuela e incluso dentro de su familia.

Poco más del 60% de la población mayor a 18 años consideró que la mayoría de las y los jóvenes son irresponsables y el 38.6% no rentaría un cuarto de su vivienda solamente por su corta edad. Aunado a esto, con todo y prejuicio de criminalización juvenil, en el apartado de valores y actitudes, el 39.8% de las personas contestó que les parece justo llamar a la policía cuando hay jóvenes reunidos en una esquina.

La discriminación genera distinciones que impiden y anulan las libertades, derechos y oportunidades de cualquier persona. En el caso de grupos vulnerables puede agravar esta situación, dado que la vulnerabilidad no es una característica inmutable en el ser humano, sino que es dependiente, al menos parcialmente, de factores que pueden cambiarse o transformarse.

La encuesta también arrojó que el 42% de los jóvenes y adolescentes, considera que en nuestro país se respetan poco o nada derechos humanos como atención médica o entrega de medicamentos, participación en programas de apoyo social y atención en oficinas de gobierno.

Aunque ante la ley todos los jóvenes somos iguales, viejos estigmas limitan las oportunidades. La ENADIS 2017 nos recuerda que aún somos una sociedad discriminatoria, que no ha tendido los caminos para construir una ciudadanía plena. Los prejuicios y estigmas aún sobreviven

@NosotrxsMx