La humanidad es una unidad de interconexión e interdependencia. Todos necesitamos de todos, se expresa de diferentes maneras y escenarios, principalmente en los momentos “al borde de la línea”. Tal experiencia nos permite valorar la existencia, su dinámica e importancia que tiene cada cosa, cada ser humano en el cotidiano para nuestra existencia y desarrollo, nos lleva a reconocer la jerarquía de las “pequeñas” cosas de la vida. “Aprendamos a vivir bien, cada día, no habrá otro igual, vivamos en plenitud y armonía”.
De igual forma, esta columna, se suma a la iniciativa presidencial: Un minuto de silencio en memoria de las personas que fallecieron por el Covid-19 [nuestras condolencias a familias que han sufrido pérdidas irreparables] y un minuto de aplausos… por los héroes anónimos que día a día forjan un mejor México.
Usemos esta imagen social, su motivación, espíritu e intención. Que los laureles de honor sean para: El personal del Sector Salud, quienes luchan sin bajar la guardia en su adversidad en la salud física o económica, los miembros de la comunidad que respetan los protocolos a favor del bien común y acotan los riesgos de contagio, las personas en ámbitos de las actividades esenciales, los que regresan a la nueva normalidad, quienes salen del hogar a ganar su ingreso del día, Autoridades, las instituciones del sector privado, social y gubernamentales participantes en el combate frontal a nivel global, nacional y local a la pandemia y la reactivación económica.
¿Qué buenas prácticas enaltecen los aplausos? Sin duda, el respeto de los respectivos Protocolos, acciones pertinentes y trabajo coordinado interinstitucional.
Visibilicemos un caso referente en riesgos: Los centros penitenciarios:
a) En espacios cerrados, es reconocido que uno de los factores principales de contagio es la proximidad de numerosas personas conviviendo las 24 horas.
b) El perfil del interno, entre otros, de “mecha corta”, la prioridad de las visitas, el paso de alimentos, la información en tiempo y forma a los familiares, etc.
c) Una muestra de las respuestas en este tema. Focalicemos en la Ciudad de México. Los 13 centros tienen una población cercana a 26,500 personas privadas de su libertad:
- Con el Poder Judicial de esta Ciudad de México, acuerdos para modificar mecanismos de ingresos de las personas privadas de su libertad, prevenir contagios aplicación pruebas médicas a su llegada, concentrar el turno en un solo centro de reclusión, transformar el modo de realizar las audiencias a través de videoconferencias por internet, evitando traslados a salas de juzgados, otros.
- De la Secretaría de Salud local, muchas de las medidas en el Protocolo de Atención ante Covid-19, quedarán de uso cotidiano en la nueva normalidad. También destaca la PJCDMX, Comisiones de Derechos Humanos nacional y local.
- El daño a la fecha es menor al pronóstico de los expertos. Del 6 de abril al 12 de julio se han aplicado 4 mil 607 pruebas Covid a personas de recién ingreso, a igual fecha 54 defunciones, 73 personas positivas que representa el 0.27% del total de la población, ante todo, personas no números.
- La crisis aún no termina, el semáforo en naranja, con el apoyo ciudadano al amarillo, medidas especialmente sanitarias para prevenir contagios masivos.
Expresemos el reconocimiento: al Personal y Autoridades por la entereza y vocación de servicio; a la Población penitenciaria y Familias en su concientización… Todos, héroes por su solidaridad y cerrar filas ante la adversidad.
hazael.ruiz@hotmail.com
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