/ lunes 18 de enero de 2021

Economía 4.0 | Covid-19: semáforo rojo para la economía nacional

El avance del Covid-19 es un tema de seguridad nacional, tanto por los efectos negativos que tiene sobre la salud de la población como por la afectación estructural que causa en el sistema social y económico de la nación.

El reporte oficial de contagios del viernes y sábado pasados fue contundente, más de 20 mil por día, una cifra que explica por qué 10 estados de la república están en semáforo rojo.

El Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Coahuila, Morelos y Tlaxcala concentran el 44% de la población y casi el 54% del PIB.

Las entidades citadas representan el 53.8% de los casos confirmados de Covid-19: superan la proporción que les corresponde por tamaño de población y se equiparan al tamaño de su economía.

Bajo dicho contexto se puede inferir que si bien las restricciones implícitas al semáforo rojo tienen el objetivo frenar el número de contagios también tendrán un efecto adverso sobre el sistema económico y el mercado laboral de los estados involucrados.

Lo anterior llega en un momento de debilidad: es ampliamente conocida la estimación sobre el resultado del PIB mexicano en 2020, una caída cercana al 8.5%. No obstante, poco se ha dicho de cómo ello se ha replicado a nivel estatal.

Las estimaciones que se pueden realizar con la información disponible de la producción industrial, el comercio al por mayor y al por menor y con el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI, permiten asegurar que, en el mejor de los casos, sólo 3 estados de la república tuvieron un resultado positivo en 2020. Lo más probable es que sólo Tabasco pudo evitar los efectos negativos de la recesión.

El INEGI mostró una aproximación a la magnitud de la afectación causada por medio de su Encuesta sobre el Impacto Económico generado por COVID-19: un millón de empresas cerraron.

Al mismo tiempo se crearon otras 600 mil unidades económicas: en términos netos se perdieron 400 mil, un retroceso de 4 años en la generación de empresas. Las más afectadas fueron las pequeñas y medianas.

Cuando el cierre de empresas se mide por entidad federativa, se puede observar que el 31.8% de las ubicadas en Quintana Roo se vieron afectadas. Para el caso de Nuevo León la proporción fue de 25%, en la Ciudad de México 19.9%, en el Estado de México 21.3% y en Guanajuato 20.7%.

Ello repercutió en la pérdida de empleo: de acuerdo con la encuesta del INEGI, la Ciudad de México, Nuevo León, Coahuila y Querétaro tuvieron variaciones negativas superiores al 20%.

Lo descrito debería implicar la implementación de una estrategia encaminada a evitar un mayor daño al mercado laboral. Para lograrlo se debe impedir la quiebra de más empresas, de otra forma aumentará el daño al tejido social.

En este sentido se debe valorar la existencia de varias vacunas contra el Covid-19, no obstante, también es necesario no sobrevalorar su impacto en el corto plazo: por lo menos se requieren dos años de una vacunación DIARIA que supere las 250 mil dosis para que 90 millones de mexicanos sean inmunizados (dos dosis por persona).

En tanto no se alcance dicho número la sombra del Covid-19 seguirá presente en la vida diaria de México. Además, falta conocer por cuánto tiempo se logrará la inmunización.

Por ello es necesario evitar que el empleo y más empresas se vean afectadas por las consecuencias del semáforo rojo: se debe impedir una mayor contracción de la economía nacional, algo que será difícil de lograr en el primer trimestre del 2021.

El avance del Covid-19 es un tema de seguridad nacional, tanto por los efectos negativos que tiene sobre la salud de la población como por la afectación estructural que causa en el sistema social y económico de la nación.

El reporte oficial de contagios del viernes y sábado pasados fue contundente, más de 20 mil por día, una cifra que explica por qué 10 estados de la república están en semáforo rojo.

El Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Coahuila, Morelos y Tlaxcala concentran el 44% de la población y casi el 54% del PIB.

Las entidades citadas representan el 53.8% de los casos confirmados de Covid-19: superan la proporción que les corresponde por tamaño de población y se equiparan al tamaño de su economía.

Bajo dicho contexto se puede inferir que si bien las restricciones implícitas al semáforo rojo tienen el objetivo frenar el número de contagios también tendrán un efecto adverso sobre el sistema económico y el mercado laboral de los estados involucrados.

Lo anterior llega en un momento de debilidad: es ampliamente conocida la estimación sobre el resultado del PIB mexicano en 2020, una caída cercana al 8.5%. No obstante, poco se ha dicho de cómo ello se ha replicado a nivel estatal.

Las estimaciones que se pueden realizar con la información disponible de la producción industrial, el comercio al por mayor y al por menor y con el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI, permiten asegurar que, en el mejor de los casos, sólo 3 estados de la república tuvieron un resultado positivo en 2020. Lo más probable es que sólo Tabasco pudo evitar los efectos negativos de la recesión.

El INEGI mostró una aproximación a la magnitud de la afectación causada por medio de su Encuesta sobre el Impacto Económico generado por COVID-19: un millón de empresas cerraron.

Al mismo tiempo se crearon otras 600 mil unidades económicas: en términos netos se perdieron 400 mil, un retroceso de 4 años en la generación de empresas. Las más afectadas fueron las pequeñas y medianas.

Cuando el cierre de empresas se mide por entidad federativa, se puede observar que el 31.8% de las ubicadas en Quintana Roo se vieron afectadas. Para el caso de Nuevo León la proporción fue de 25%, en la Ciudad de México 19.9%, en el Estado de México 21.3% y en Guanajuato 20.7%.

Ello repercutió en la pérdida de empleo: de acuerdo con la encuesta del INEGI, la Ciudad de México, Nuevo León, Coahuila y Querétaro tuvieron variaciones negativas superiores al 20%.

Lo descrito debería implicar la implementación de una estrategia encaminada a evitar un mayor daño al mercado laboral. Para lograrlo se debe impedir la quiebra de más empresas, de otra forma aumentará el daño al tejido social.

En este sentido se debe valorar la existencia de varias vacunas contra el Covid-19, no obstante, también es necesario no sobrevalorar su impacto en el corto plazo: por lo menos se requieren dos años de una vacunación DIARIA que supere las 250 mil dosis para que 90 millones de mexicanos sean inmunizados (dos dosis por persona).

En tanto no se alcance dicho número la sombra del Covid-19 seguirá presente en la vida diaria de México. Además, falta conocer por cuánto tiempo se logrará la inmunización.

Por ello es necesario evitar que el empleo y más empresas se vean afectadas por las consecuencias del semáforo rojo: se debe impedir una mayor contracción de la economía nacional, algo que será difícil de lograr en el primer trimestre del 2021.