/ lunes 6 de junio de 2022

Economía 4.0 | México-Corea: ¿Quién gana con un tratado comercial?

La República de Corea cumplió con la tarea: en 50 años se transformó del país más pobre del orbe en una nación que toca las puertas del desarrollo y bienestar.

Hace medio siglo el PIB per cápita de la República de Corea era la mitad del contabilizado en México, las cifras actuales muestran que el PIB por habitante de nuestro país solo representa el 40% del coreano.

¿Cuál fue la fórmula del éxito de la República de Corea que al mismo tiempo explica el fracaso del modelo económico mexicano? La respuesta es clara: la implementación de una política industrial que priorizó el interés nacional.

En la década de los años setenta la República de Corea apostó por impulsar sectores industriales que clasificó como estratégicos: automotriz, química, siderúrgica, textil, naviera, eléctrica, maquinaria y equipo electrónico.

La República de Corea fue en contra de las recomendaciones que le hicieron organismos internacionales en el sentido de orientar sus recursos al espejismo de las ventajas comparativas: decidió ir por el camino de construir ventajas competitivas que involucraron un esfuerzo mayor pero que demostraron tener mayor efectividad que la estrategia de apertura comercial implementada por México.

El país asiático no renunció al comercio internacional, por el contrario: parte del acuerdo entre el Estado coreano y sus empresas nacionales fue buscar mercados extranjeros en donde colocar sus productos.

¿El objetivo?: no deseaban aumentar sus importaciones, abrieron su economía para fomentar sus exportaciones.

El Estado implementó una política de desarrollo industrial para elevar la competitividad, productividad y capacidad innovadora de las empresas coreanas: siguió el modelo originado en Japón y replicado exitosamente por China y otras naciones del Este de Asia.

La comunidad entre el Estado y el sector privado fue fundamental. Durante más de una década el presidente de la República de Corea se reunía mensualmente con los líderes de sus empresas nacionales para evaluar el progreso y eliminar los obstáculos que enfrentaba la estrategia.

Desde esa época la República de Corea entendió que el comercio internacional se da entre grandes empresas: por ello todos sus acuerdos buscan beneficiar la capacidad productiva de su sector empresarial.

Hoy las 20 empresas más grandes de la República de Corea tienen un valor de mercado superior al PIB de México: todas vinculadas al desarrollo tecnológico y de servicios de alto valor agregado.

Además, para la República de Corea es fundamental tener un acuerdo con México que facilite el acceso de sus productos al mercado de Estados Unidos, de otra forma sus grandes empresas tendrán problemas para cumplir con las Reglas de Origen del T-MEC.

¿La razón? China es la fuente principal de las importaciones coreanas (130 mil millones de dólares): ¿Cuánto de los insumos chinos termina en el mercado de Estados Unidos vía México? Representa otro factor por considerar.

¿Puede la industria mexicana competir con China en el mercado de la República de Corea? La respuesta es obvia: a pesar de la cercanía, la infraestructura y la relación histórica, desde el 2001 México fue desplazado por China en el mercado de Estados Unidos.

¿El sector agrícola mexicano puede obtener beneficios de la apertura coreana? Si, pero es primordial considerar que su superávit es eclipsado por el déficit multimillonario registrado en el sector industrial: 200 millones de dólares vs (-) 17 mil millones respectivamente.

México deberá valorar el mecanismo de negociación con la República de Corea, una acuerdo comercial al estilo del del siglo XX no es lo adecuado porque las ganadoras serían las grandes empresas coreanas y chinhas que por su naturaleza son oligopólicas y monopólicas.

La República de Corea cumplió con la tarea: en 50 años se transformó del país más pobre del orbe en una nación que toca las puertas del desarrollo y bienestar.

Hace medio siglo el PIB per cápita de la República de Corea era la mitad del contabilizado en México, las cifras actuales muestran que el PIB por habitante de nuestro país solo representa el 40% del coreano.

¿Cuál fue la fórmula del éxito de la República de Corea que al mismo tiempo explica el fracaso del modelo económico mexicano? La respuesta es clara: la implementación de una política industrial que priorizó el interés nacional.

En la década de los años setenta la República de Corea apostó por impulsar sectores industriales que clasificó como estratégicos: automotriz, química, siderúrgica, textil, naviera, eléctrica, maquinaria y equipo electrónico.

La República de Corea fue en contra de las recomendaciones que le hicieron organismos internacionales en el sentido de orientar sus recursos al espejismo de las ventajas comparativas: decidió ir por el camino de construir ventajas competitivas que involucraron un esfuerzo mayor pero que demostraron tener mayor efectividad que la estrategia de apertura comercial implementada por México.

El país asiático no renunció al comercio internacional, por el contrario: parte del acuerdo entre el Estado coreano y sus empresas nacionales fue buscar mercados extranjeros en donde colocar sus productos.

¿El objetivo?: no deseaban aumentar sus importaciones, abrieron su economía para fomentar sus exportaciones.

El Estado implementó una política de desarrollo industrial para elevar la competitividad, productividad y capacidad innovadora de las empresas coreanas: siguió el modelo originado en Japón y replicado exitosamente por China y otras naciones del Este de Asia.

La comunidad entre el Estado y el sector privado fue fundamental. Durante más de una década el presidente de la República de Corea se reunía mensualmente con los líderes de sus empresas nacionales para evaluar el progreso y eliminar los obstáculos que enfrentaba la estrategia.

Desde esa época la República de Corea entendió que el comercio internacional se da entre grandes empresas: por ello todos sus acuerdos buscan beneficiar la capacidad productiva de su sector empresarial.

Hoy las 20 empresas más grandes de la República de Corea tienen un valor de mercado superior al PIB de México: todas vinculadas al desarrollo tecnológico y de servicios de alto valor agregado.

Además, para la República de Corea es fundamental tener un acuerdo con México que facilite el acceso de sus productos al mercado de Estados Unidos, de otra forma sus grandes empresas tendrán problemas para cumplir con las Reglas de Origen del T-MEC.

¿La razón? China es la fuente principal de las importaciones coreanas (130 mil millones de dólares): ¿Cuánto de los insumos chinos termina en el mercado de Estados Unidos vía México? Representa otro factor por considerar.

¿Puede la industria mexicana competir con China en el mercado de la República de Corea? La respuesta es obvia: a pesar de la cercanía, la infraestructura y la relación histórica, desde el 2001 México fue desplazado por China en el mercado de Estados Unidos.

¿El sector agrícola mexicano puede obtener beneficios de la apertura coreana? Si, pero es primordial considerar que su superávit es eclipsado por el déficit multimillonario registrado en el sector industrial: 200 millones de dólares vs (-) 17 mil millones respectivamente.

México deberá valorar el mecanismo de negociación con la República de Corea, una acuerdo comercial al estilo del del siglo XX no es lo adecuado porque las ganadoras serían las grandes empresas coreanas y chinhas que por su naturaleza son oligopólicas y monopólicas.