/ lunes 29 de agosto de 2022

Economía 4.0 | Política monetaria: dolor para la economía

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, fue contundente: su compromiso es contener el avance de la inflación un ajuste que, en sus propias palabras, causará “algo de dolor” tanto a las familias como a las empresas de su país.

La aseveración de Powell se refiere al incremento que el banco central seguirá aplicando en las tasas de interés, una decisión de política monetaria que exacerbará la desaceleración que vive la economía estadounidense. El efecto negativo entrará a través del freno al consumo privado, la inversión y la generación de empleo.

El líder del banco central considera que el freno económico es un costo indeseado en el que se debe incurrir para reducir el aumento de los precios. No obstante, lo que le falto decir es que la estrategia representa el costo de haber considerado el incremento de la inflación como algo temporal, un yerro que semanas atrás fue reconocido por Janet Yellen, la Secretaria del Tesoro.

El objetivo de la Reserva Federal es revertir la inflación de 8.6% a un nivel cercano al 3%, un proceso que no será fácil ni rápido de lograr, el mismo Powell señaló que las tasas de interés permanecerán elevadas por un tiempo.

El mensaje que ello tiene para la economía mexicana es claro: su principal socio económico se encuentra en una ruta de bajo crecimiento que restringirá el intercambio de bienes y servicios que existe entre ambos países.

Además, debe considerarse el planteamiento emanado desde la Junta de Gobierno del Banco de México: uno de los subgobernadores señaló que “probablemente haremos lo que la Fed haga”. En otras palabras: su postura es que se tendrán discusiones “interesantes” pero que las variaciones de las tasas de interés en México serán iguales a las que aplique la Reserva Federal.

Hay dos problemas: el primero es que la política monetaria de Banxico no ha logrado contener el avance de la inflación por que el origen de esta última es diferente.

El segundo es que Estados Unidos y México parten de dos realidades distintas: en aquel país la tasa de interés real sigue siendo negativa y aun existe un amplio espacio para que siga en tal situación.

En México la situación es diferente: la tasa de interés real de referencia se encontrará en terreno positivo a partir del próximo incremento que aplique Banxico: seguirá elevándose durante el 2022 y el 2023.

Bajo dicho contexto se puede estimar que el “dolor” considerado por Powell para su país será mayor para México, esencialmente para el 40% de la economía que utiliza el sistema financiero formal, básicamente las empresas que producen el 65% de PIB nacional.

De igual forma debe considerarse lo que ocurrirá con las exportaciones de manufacturas del país: a la desaceleración de Estados Unidos se debe agregar la sombra de la recesión que recorre la Unión Europea.

Alemania, España, Francia e Italia enfrentan elevados costos y escasez de energía eléctrica y gas natural, una situación que limita la capacidad industrial de su industria, un sector estratégico que también se ve afectado por la caída en las ordenes de exportación que se ha registrado desde mayo pasado.

Bajo dicho contexto México enfrentará el debilitamiento de su sector externo y de su mercado interno, un reto que podría superarse por medio de una política industrial que favorezca lo Hecho en México y en donde la atracción de inversiones foráneas se oriente a incrementar la capacidad productiva del país.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, fue contundente: su compromiso es contener el avance de la inflación un ajuste que, en sus propias palabras, causará “algo de dolor” tanto a las familias como a las empresas de su país.

La aseveración de Powell se refiere al incremento que el banco central seguirá aplicando en las tasas de interés, una decisión de política monetaria que exacerbará la desaceleración que vive la economía estadounidense. El efecto negativo entrará a través del freno al consumo privado, la inversión y la generación de empleo.

El líder del banco central considera que el freno económico es un costo indeseado en el que se debe incurrir para reducir el aumento de los precios. No obstante, lo que le falto decir es que la estrategia representa el costo de haber considerado el incremento de la inflación como algo temporal, un yerro que semanas atrás fue reconocido por Janet Yellen, la Secretaria del Tesoro.

El objetivo de la Reserva Federal es revertir la inflación de 8.6% a un nivel cercano al 3%, un proceso que no será fácil ni rápido de lograr, el mismo Powell señaló que las tasas de interés permanecerán elevadas por un tiempo.

El mensaje que ello tiene para la economía mexicana es claro: su principal socio económico se encuentra en una ruta de bajo crecimiento que restringirá el intercambio de bienes y servicios que existe entre ambos países.

Además, debe considerarse el planteamiento emanado desde la Junta de Gobierno del Banco de México: uno de los subgobernadores señaló que “probablemente haremos lo que la Fed haga”. En otras palabras: su postura es que se tendrán discusiones “interesantes” pero que las variaciones de las tasas de interés en México serán iguales a las que aplique la Reserva Federal.

Hay dos problemas: el primero es que la política monetaria de Banxico no ha logrado contener el avance de la inflación por que el origen de esta última es diferente.

El segundo es que Estados Unidos y México parten de dos realidades distintas: en aquel país la tasa de interés real sigue siendo negativa y aun existe un amplio espacio para que siga en tal situación.

En México la situación es diferente: la tasa de interés real de referencia se encontrará en terreno positivo a partir del próximo incremento que aplique Banxico: seguirá elevándose durante el 2022 y el 2023.

Bajo dicho contexto se puede estimar que el “dolor” considerado por Powell para su país será mayor para México, esencialmente para el 40% de la economía que utiliza el sistema financiero formal, básicamente las empresas que producen el 65% de PIB nacional.

De igual forma debe considerarse lo que ocurrirá con las exportaciones de manufacturas del país: a la desaceleración de Estados Unidos se debe agregar la sombra de la recesión que recorre la Unión Europea.

Alemania, España, Francia e Italia enfrentan elevados costos y escasez de energía eléctrica y gas natural, una situación que limita la capacidad industrial de su industria, un sector estratégico que también se ve afectado por la caída en las ordenes de exportación que se ha registrado desde mayo pasado.

Bajo dicho contexto México enfrentará el debilitamiento de su sector externo y de su mercado interno, un reto que podría superarse por medio de una política industrial que favorezca lo Hecho en México y en donde la atracción de inversiones foráneas se oriente a incrementar la capacidad productiva del país.