/ lunes 23 de mayo de 2022

Economía 4.0 | Política monetaria: ¿en ruta hacia una nueva recesión?

El presidente del Sistema de la Reserva Federal, Jerome Powell, presentó un escenario que agitó los mercados financieros internacionales.

Su mensaje de la semana pasada fue claro y contundente: la también conocida como Fed seguirá subiendo sus tasas de interés hasta que haya controlado la inflación que afecta a la economía de Estados Unidos.

Powell enfatizó: “si no vemos una bajada clara de la inflación tendremos que actuar más agresivamente”. La declaración del titular de la Fed se debe considerar en función del mandato dual que en general rige el accionar de la política monetaria estadounidense: procurar mayor crecimiento económico y evitar que la inflación salga del objetivo del banco central.

En este sentido, la afirmación de Powell implica que la Fed ha decidido enfocarse en controlar y revertir el mayor aumento en precios que han enfrentado en los últimos 41 años.

De igual forma se debe considerar que ésta fue la segunda advertencia en una semana que el presidente de la Fed realizó en el mismo sentido: al ser ratificado para un segundo mandato al frente del banco central de la principal economía del mundo afirmó que el control de la inflación será “algo doloroso” y que afectará a la economía real.

¿Qué significa esto último? La Fed esta consiente de que su política monetaria restrictiva minará el crecimiento económico, el empleo, el consumo y la inversión. No habrá sorpresas: en el mejor de los casos, el sistema productivo estadounidense se dirige a una desaceleración en donde el riesgo latente es que se pueda traducir en una recesión.

La decisión de la Fed llega en un mal momento para la economía mundial. La Unión Europea ha entrado en una fase de estancamiento con alta inflación que ha provocado una declaración inusual por parte de la presidenta del Banco Central Europeo: la inflación seguirá presente en la Unión Europea aunque la guerra en Ucrania termine súbitamente.

Además, la postura belicosa de Rusia frente a la decisión de Finlandia y Suecia de solicitar su anexión a la OTAN muestra que ello no ocurrirá. Como resultado se observa un debilitamiento del euro frente al dólar que corresponde con una salida de capitales en la Unión Europea.

Adicionalmente se debe considera que en abril pasado la producción industrial de China registró su primera caída desde mayo del 2020 (nuevamente afectada por el Covid-19). Taiwán, Japón y Alemania enfrentan una contracción en sus pedidos de exportación que refleja una menor demanda mundial por sus productos.

Así, el problema de oferta observado tanto por las perturbaciones y reubicación que han sufrido las cadenas globales de valor como por el aumento del precio de las materias primas se combinará con una caída en la demanda: se controlará la inflación, algo que no ocurrirá rápidamente, pero se hará a costa del crecimiento económico.

¿Cuál será la postura del Banco de México ante la prospectiva planteada? Parece que el banco central ha tomado su decisión. De acuerdo con el subgobernador Jonathan Heath “el instrumento más poderoso con el que cuenta Banxico es precisamente la política monetaria de Estados Unidos” porque “la política monetaria de Estados Unidos es mucho más efectiva que la política monetaria de México”.

Por ello, ante la fuerte declaración de Powell, parece que la economía mexicana también se debe preparar para una estrategia monetaria que “dolerá”, una situación poco favorable para un país que aún no se recupera de la recesión del 2020.

El presidente del Sistema de la Reserva Federal, Jerome Powell, presentó un escenario que agitó los mercados financieros internacionales.

Su mensaje de la semana pasada fue claro y contundente: la también conocida como Fed seguirá subiendo sus tasas de interés hasta que haya controlado la inflación que afecta a la economía de Estados Unidos.

Powell enfatizó: “si no vemos una bajada clara de la inflación tendremos que actuar más agresivamente”. La declaración del titular de la Fed se debe considerar en función del mandato dual que en general rige el accionar de la política monetaria estadounidense: procurar mayor crecimiento económico y evitar que la inflación salga del objetivo del banco central.

En este sentido, la afirmación de Powell implica que la Fed ha decidido enfocarse en controlar y revertir el mayor aumento en precios que han enfrentado en los últimos 41 años.

De igual forma se debe considerar que ésta fue la segunda advertencia en una semana que el presidente de la Fed realizó en el mismo sentido: al ser ratificado para un segundo mandato al frente del banco central de la principal economía del mundo afirmó que el control de la inflación será “algo doloroso” y que afectará a la economía real.

¿Qué significa esto último? La Fed esta consiente de que su política monetaria restrictiva minará el crecimiento económico, el empleo, el consumo y la inversión. No habrá sorpresas: en el mejor de los casos, el sistema productivo estadounidense se dirige a una desaceleración en donde el riesgo latente es que se pueda traducir en una recesión.

La decisión de la Fed llega en un mal momento para la economía mundial. La Unión Europea ha entrado en una fase de estancamiento con alta inflación que ha provocado una declaración inusual por parte de la presidenta del Banco Central Europeo: la inflación seguirá presente en la Unión Europea aunque la guerra en Ucrania termine súbitamente.

Además, la postura belicosa de Rusia frente a la decisión de Finlandia y Suecia de solicitar su anexión a la OTAN muestra que ello no ocurrirá. Como resultado se observa un debilitamiento del euro frente al dólar que corresponde con una salida de capitales en la Unión Europea.

Adicionalmente se debe considera que en abril pasado la producción industrial de China registró su primera caída desde mayo del 2020 (nuevamente afectada por el Covid-19). Taiwán, Japón y Alemania enfrentan una contracción en sus pedidos de exportación que refleja una menor demanda mundial por sus productos.

Así, el problema de oferta observado tanto por las perturbaciones y reubicación que han sufrido las cadenas globales de valor como por el aumento del precio de las materias primas se combinará con una caída en la demanda: se controlará la inflación, algo que no ocurrirá rápidamente, pero se hará a costa del crecimiento económico.

¿Cuál será la postura del Banco de México ante la prospectiva planteada? Parece que el banco central ha tomado su decisión. De acuerdo con el subgobernador Jonathan Heath “el instrumento más poderoso con el que cuenta Banxico es precisamente la política monetaria de Estados Unidos” porque “la política monetaria de Estados Unidos es mucho más efectiva que la política monetaria de México”.

Por ello, ante la fuerte declaración de Powell, parece que la economía mexicana también se debe preparar para una estrategia monetaria que “dolerá”, una situación poco favorable para un país que aún no se recupera de la recesión del 2020.