/ lunes 29 de junio de 2020

Economía 4.0 | Recesión y Covid-19: recuento de daños

México sigue encontrando nuevos mínimos para una recesión que comenzó a finales del 2018 y la cual se profundizó por la estrategia establecida para intentar frenar el avance del Covid-19.

¿El resultado? los contagios avanzan y la economía retrocede.

El sistema productivo acumula 12 meses de caídas consecutivas: la de abril es la mayor desde que hay registros mensuales.

La variación de (-) 19.7% en el cuarto mes del año ha precipitado el ciclo económico a niveles comparables a los de las crisis de 1995 y el 2009. Pero aún no toca fondo.

La información parcial de mayo permite adelantar que próximamente se dará a conocer una caída equiparable a las observadas en las recesiones citadas.

El primer elemento lo presenta la balanza comercial de mayo. Las exportaciones disminuyeron (-) 56.7% y lo hicieron al mismo tiempo que se registró un déficit de (-) 3.5 mil millones de dólares. En resumen: el comercio de bienes generó una minusvalía en el crecimiento.

Las finanzas públicas volverán a exhibir un dato negativo en sus ingresos petroleros: las exportaciones del energético cayeron (-) 63.8%.

El próximo martes se verá que pasó con la parte tributaria, sin embargo, es claro que la pérdida acumulada de empleo (un millón en tres meses) y empresas formales (11 mil) publicada por el IMSS no permite presagiar un resultado favorable.

La industria tampoco tendrá mejores resultados para mayo. La variación de las importaciones de maquinaria y equipo (-38.3%) y de bienes intermedios (-46.7%) muestran que las manufacturas no tuvieron un buen mes.

La contracción industrial de mayo volverá a superar el (-) 20%.

El comercio también permite señalar que se requiere una política económica de reactivación integral, amplia y profunda: en mayo las ventas a tiendas iguales de la ANTAD se redujeron (-) 19.0%.

La apertura parcial de la economía iniciada en junio atenuará la recesión, pero no podrá revertir el daño.

Algo similar ocurre con el T-MEC: el acuerdo de América del Norte deberá enfrentar una recesión económica que se profundiza.

Estados Unidos pasa por una recesión industrial que acumula nueve meses de caídas consecutivas: una tendencia que se profundizó por la presencia del Covid-19 y la ausencia de una estrategia adecuada para enfrentarlo.

Los retrocesos del sector industrial estadounidense registrados en abril y mayo (-16.2% y -15.3% respectivamente) son los mayores desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

De igual forma, el aumento en los contagios del Covid-19 obligó a que 11 estados de la Unión Americana frenaran su proceso de reapertura. La moneda sigue en el aire.

El inicio del proceso electoral estadounidense es otro factor: ¿cuál será la agenda de Donald Trump y Joseph Biden respecto a México y el comercio administrado que subyace en el T-MEC?

México debe aprender a crecer con capacidades propias y no poner toda su esperanza en la recuperación de Estados Unidos y en el T-MEC.

La nación no tiene tiempo para esperar a que se resuelva la incógnita electoral, debe atender secuelas de una recesión que pueden conducir a una década pérdida.

No sólo se trata de recuperar la minusvalía: se debe considerar lo que se debió crear para el millón de mexicanos que nace todos los años, así como lo requerido para sacar de la pobreza a 52.4 millones de mexicanos. Sólo el crecimiento económico lo puede lograr.


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México sigue encontrando nuevos mínimos para una recesión que comenzó a finales del 2018 y la cual se profundizó por la estrategia establecida para intentar frenar el avance del Covid-19.

¿El resultado? los contagios avanzan y la economía retrocede.

El sistema productivo acumula 12 meses de caídas consecutivas: la de abril es la mayor desde que hay registros mensuales.

La variación de (-) 19.7% en el cuarto mes del año ha precipitado el ciclo económico a niveles comparables a los de las crisis de 1995 y el 2009. Pero aún no toca fondo.

La información parcial de mayo permite adelantar que próximamente se dará a conocer una caída equiparable a las observadas en las recesiones citadas.

El primer elemento lo presenta la balanza comercial de mayo. Las exportaciones disminuyeron (-) 56.7% y lo hicieron al mismo tiempo que se registró un déficit de (-) 3.5 mil millones de dólares. En resumen: el comercio de bienes generó una minusvalía en el crecimiento.

Las finanzas públicas volverán a exhibir un dato negativo en sus ingresos petroleros: las exportaciones del energético cayeron (-) 63.8%.

El próximo martes se verá que pasó con la parte tributaria, sin embargo, es claro que la pérdida acumulada de empleo (un millón en tres meses) y empresas formales (11 mil) publicada por el IMSS no permite presagiar un resultado favorable.

La industria tampoco tendrá mejores resultados para mayo. La variación de las importaciones de maquinaria y equipo (-38.3%) y de bienes intermedios (-46.7%) muestran que las manufacturas no tuvieron un buen mes.

La contracción industrial de mayo volverá a superar el (-) 20%.

El comercio también permite señalar que se requiere una política económica de reactivación integral, amplia y profunda: en mayo las ventas a tiendas iguales de la ANTAD se redujeron (-) 19.0%.

La apertura parcial de la economía iniciada en junio atenuará la recesión, pero no podrá revertir el daño.

Algo similar ocurre con el T-MEC: el acuerdo de América del Norte deberá enfrentar una recesión económica que se profundiza.

Estados Unidos pasa por una recesión industrial que acumula nueve meses de caídas consecutivas: una tendencia que se profundizó por la presencia del Covid-19 y la ausencia de una estrategia adecuada para enfrentarlo.

Los retrocesos del sector industrial estadounidense registrados en abril y mayo (-16.2% y -15.3% respectivamente) son los mayores desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

De igual forma, el aumento en los contagios del Covid-19 obligó a que 11 estados de la Unión Americana frenaran su proceso de reapertura. La moneda sigue en el aire.

El inicio del proceso electoral estadounidense es otro factor: ¿cuál será la agenda de Donald Trump y Joseph Biden respecto a México y el comercio administrado que subyace en el T-MEC?

México debe aprender a crecer con capacidades propias y no poner toda su esperanza en la recuperación de Estados Unidos y en el T-MEC.

La nación no tiene tiempo para esperar a que se resuelva la incógnita electoral, debe atender secuelas de una recesión que pueden conducir a una década pérdida.

No sólo se trata de recuperar la minusvalía: se debe considerar lo que se debió crear para el millón de mexicanos que nace todos los años, así como lo requerido para sacar de la pobreza a 52.4 millones de mexicanos. Sólo el crecimiento económico lo puede lograr.


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