/ domingo 20 de septiembre de 2020

Ecos lejanos

“No hay mejor lotería, que el trabajo y la economía”


Finalmente el día llegó, la farsa y la falsa rifa del avión presidencial –que no se rifó-, llegó a su final: el plazo establecido por Andrés López para terminar con el fiasco de una promesa de campaña en el 2018 respecto a la venta de la aeronave ha concluido cerrando una historia de dichos y referencias respecto a privilegios y derroche de sus antecesores políticos; todo quedó en 100 premios de 20 millones cada uno mediante el sorteo de Lotería Nacional celebrado el pasado martes 15 de Septiembre, fecha significativa y simbólica para los mexicanos.

Y, no obstante, la faramalla y promoción del evento, el avión José María Morelos y Pavón, ahí está, parado en el hangar sin poderse vender luego de casi dos años de que López Obrador llegó a la presidencia de la República.

Meses atrás, al planear el inusitado evento López Obrador anunció la rifa de 2,000 millones de pesos, en 100 premios, recursos que saldrían de Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado; sabemos que, a seis meses de que iniciara la venta de boletos, solo se había logrado colocar el 69.5%.

El objetivo de la venta del avión, era reunir fondos para la adquisición de equipo médico, mismo fin para el que se utilizarán los recursos recaudados: equipar a hospitales públicos. Así pues, el presidente López Obrador informó que la próxima semana presentará el detalle de los fondos recabados de la venta de los “cachitos”, procediendo después a realizar una licitación para adquirir equipo médico.

Por su parte, el avión presidencial continuará a la venta, a sabiendas de que el gobierno mexicano tiene dos ofertas de compra del avión que, inicialmente se aseguraba efectivamente sería “el premio mayor”; no obstante, tras las burlas e ironía respecto al uso, lugar de estacionamiento, su mantenimiento, etcétera, se consideró la conveniencia de dar premios efectivos equivalentes al costo del avión sin que ello implicara la rifa de la aeronave.

Lo cierto es que la venta del avión presidencial nos da una idea muy clara y objetiva sobre el mecanismo de acción de la administración Lópezobradorista que repentinamente puede tener ideas funcionales, pero regularmente son muy mal ejecutadas… La rifa resultó un negocio fracasado: De los 6 millones de boletos originalmente planeados, solo se vendió el 30% -2 millones-, lo cual implica ingresos por mil millones de pesos –muy lejos de los tres mil que se planeaban-.

Pero vallamos a otros temas respecto del avión: ¿tenemos idea de las pérdidas de recursos producto de la depreciación del avión? Y ¿qué decir del costo financiero que implicó la cancelación por adelantado del contrato de arrendamiento?

“El Prejidente del Pueblo”… Así es como se hace llamar Andrés López, así es como le gustaría que lo viera la mayoría de los mexicanos… lejos, muy lejos de serlo, de hacerse sentir y de que lo sintamos: ¿en serio creyó que “su pueblo le iba a apostar a sus cachitos cuando millones de mexicanos no tienen trabajo y a duras penas pueden llevar pan a la mesa? ¿Con qué creyó López que “su pueblo” podría acceder a los boletos para su rifa? Y viene lo mejor: ya se anuncia otra…

Ante su baja en popularidad, el excedido sobrante se “cachitos” y el fracaso en la recolección de firmas para el juicio colectivo a los expresidentes –iniciativa que no jaló-, el Prejidente se nota está desesperado y enojado, parece que su proyecto de Nación va en picada: ¡la economía se despedaza, la pandemia no cede, la inseguridad no da visos de mejora y las mujeres despertamos!!!

Lo cierto es que somos más los que anhelamos un México diferente, quienes estamos dispuestos a luchar y a soñar con ese México invencible, incansable y progresista, capaz de resistir los embates y levantarse otra vez…

Y a propósito, es cierto: No hay mejor lotería que trabajar sin esperar que la lotería nos resuelva los problemas… si ni para el cachito hay…


gamogui@hotmail.com

“No hay mejor lotería, que el trabajo y la economía”


Finalmente el día llegó, la farsa y la falsa rifa del avión presidencial –que no se rifó-, llegó a su final: el plazo establecido por Andrés López para terminar con el fiasco de una promesa de campaña en el 2018 respecto a la venta de la aeronave ha concluido cerrando una historia de dichos y referencias respecto a privilegios y derroche de sus antecesores políticos; todo quedó en 100 premios de 20 millones cada uno mediante el sorteo de Lotería Nacional celebrado el pasado martes 15 de Septiembre, fecha significativa y simbólica para los mexicanos.

Y, no obstante, la faramalla y promoción del evento, el avión José María Morelos y Pavón, ahí está, parado en el hangar sin poderse vender luego de casi dos años de que López Obrador llegó a la presidencia de la República.

Meses atrás, al planear el inusitado evento López Obrador anunció la rifa de 2,000 millones de pesos, en 100 premios, recursos que saldrían de Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado; sabemos que, a seis meses de que iniciara la venta de boletos, solo se había logrado colocar el 69.5%.

El objetivo de la venta del avión, era reunir fondos para la adquisición de equipo médico, mismo fin para el que se utilizarán los recursos recaudados: equipar a hospitales públicos. Así pues, el presidente López Obrador informó que la próxima semana presentará el detalle de los fondos recabados de la venta de los “cachitos”, procediendo después a realizar una licitación para adquirir equipo médico.

Por su parte, el avión presidencial continuará a la venta, a sabiendas de que el gobierno mexicano tiene dos ofertas de compra del avión que, inicialmente se aseguraba efectivamente sería “el premio mayor”; no obstante, tras las burlas e ironía respecto al uso, lugar de estacionamiento, su mantenimiento, etcétera, se consideró la conveniencia de dar premios efectivos equivalentes al costo del avión sin que ello implicara la rifa de la aeronave.

Lo cierto es que la venta del avión presidencial nos da una idea muy clara y objetiva sobre el mecanismo de acción de la administración Lópezobradorista que repentinamente puede tener ideas funcionales, pero regularmente son muy mal ejecutadas… La rifa resultó un negocio fracasado: De los 6 millones de boletos originalmente planeados, solo se vendió el 30% -2 millones-, lo cual implica ingresos por mil millones de pesos –muy lejos de los tres mil que se planeaban-.

Pero vallamos a otros temas respecto del avión: ¿tenemos idea de las pérdidas de recursos producto de la depreciación del avión? Y ¿qué decir del costo financiero que implicó la cancelación por adelantado del contrato de arrendamiento?

“El Prejidente del Pueblo”… Así es como se hace llamar Andrés López, así es como le gustaría que lo viera la mayoría de los mexicanos… lejos, muy lejos de serlo, de hacerse sentir y de que lo sintamos: ¿en serio creyó que “su pueblo le iba a apostar a sus cachitos cuando millones de mexicanos no tienen trabajo y a duras penas pueden llevar pan a la mesa? ¿Con qué creyó López que “su pueblo” podría acceder a los boletos para su rifa? Y viene lo mejor: ya se anuncia otra…

Ante su baja en popularidad, el excedido sobrante se “cachitos” y el fracaso en la recolección de firmas para el juicio colectivo a los expresidentes –iniciativa que no jaló-, el Prejidente se nota está desesperado y enojado, parece que su proyecto de Nación va en picada: ¡la economía se despedaza, la pandemia no cede, la inseguridad no da visos de mejora y las mujeres despertamos!!!

Lo cierto es que somos más los que anhelamos un México diferente, quienes estamos dispuestos a luchar y a soñar con ese México invencible, incansable y progresista, capaz de resistir los embates y levantarse otra vez…

Y a propósito, es cierto: No hay mejor lotería que trabajar sin esperar que la lotería nos resuelva los problemas… si ni para el cachito hay…


gamogui@hotmail.com