/ domingo 27 de septiembre de 2020

Ecos lejanos

¿El mayor colapso de la historia?

Esta semana tuve oportunidad de pasar unos días en Acapulco; la belleza del lugar, la tranquilidad que inspira el oleaje del mar, disfrutar el sol y el calor -mientras en la CDMX no paraba de llover y se comenzó a sentir frío-; en fin, a unas cuantas horas de trayecto y luego del encierro al que la pandemia nos ha obligado, la rutina cambió –que no el protocolo recomendado y la ”sana distancia”-, por unos días de vacaciones.

Debo reconocer que en otras circunstancias, el grupo convidado a disfrutar la experiencia habría sido bastante más grande; sin embargo, considerando las recomendaciones y cuidados recomendados, la convocatoria esta vez fue muy reducida, lo que hizo evidente la situación de riesgo a la que nos enfrentamos, dado que toda la costera de la llamada “zona diamante” lució despoblada, desangelada, los restaurantes y comercios del Centro Comercial “La Isla”, vacíos e incluso varios locales ya cerrados y algunos más en liquidación; se nota la desesperación de los acalorados acapulqueños ataviados con sus “cubrebocas” recorriendo las playas al rayo del sol por atender los disminuidos grupos de turistas; su plática es un grito de auxilio para que, quienes hemos estado ahí, convoquemos a la gente para pasar unos días por allá, lo cual brindará a los paseantes un descanso, promoverá el desahogo de la amable gente del lugar, y lo más importante, permitirá –sin importar el ritmo-, la reactivación de su economía.

Sabíamos que la paralización de la actividad económica por la pandemia dejaría graves rezagos en la economía mundial; no obstante, y sin afán de ser fatalista, podemos prever un escenario verdaderamente desolador para México, un escenario que muestra una contracción sin precedentes en la historia, en virtud tanto de la contracción, como del deterioro de la economía.

Sabemos que el nivel de la contracción, según datos del INEGI, es del 18,7%; a decir de los expertos, desde el año de 1995 no se había suscitado experimentado una caída similar: la contracción que hoy vive el PIB mexicano se refleja además en otras variables que, debido al funcionamiento de la economía, sufren un deterioro de igual magnitud que la contracción de la que hablamos como lo son el empleo, o la propia actividad de las empresas; como podemos ver, estamos ante un escenario muy preocupante, dado que se trata de la quinta contracción trimestral consecutiva del PIB mexicano, es decir, un deterioro que ya venía acusándose desde el estancamiento que vivió la economía mexicana a cierre del ejercicio 2019.

No se trata solo de Acapulco, pues… Se trata de la economía mexicana en lo general, mostrando un escenario muy complicado; adicionalmente, atendiendo a los pronósticos que ofrece el Banco de México sobre la contracción prevista al cierre del año, hablamos de un deterioro que prevé no remontar en mucho tiempo. Al respecto, el mismo Banco Central ha emitido un informe en el que, de mantenerse esta situación y si la economía no muestra en breve signos de recuperación, es posible que la contracción al cierre de año sea hasta de un 13%, caída que, de darse, implicaría la mayor contracción del PIB registrada desde el año 1932, así los datos…

No soy pesimista, lo juro, pero los datos no mienten y la realidad es evidente, la palpamos todos los días; adicionalmente, la situación política se torna muy complicada, la pandemia no cede lo suficiente para cooperar en la reactivación económica que sería ya inminente, los enterados advierten que este podrá ser el mayor colapso de esta historia. Encomendémonos a Dios…

gamogui@hotmail.com


¿El mayor colapso de la historia?

Esta semana tuve oportunidad de pasar unos días en Acapulco; la belleza del lugar, la tranquilidad que inspira el oleaje del mar, disfrutar el sol y el calor -mientras en la CDMX no paraba de llover y se comenzó a sentir frío-; en fin, a unas cuantas horas de trayecto y luego del encierro al que la pandemia nos ha obligado, la rutina cambió –que no el protocolo recomendado y la ”sana distancia”-, por unos días de vacaciones.

Debo reconocer que en otras circunstancias, el grupo convidado a disfrutar la experiencia habría sido bastante más grande; sin embargo, considerando las recomendaciones y cuidados recomendados, la convocatoria esta vez fue muy reducida, lo que hizo evidente la situación de riesgo a la que nos enfrentamos, dado que toda la costera de la llamada “zona diamante” lució despoblada, desangelada, los restaurantes y comercios del Centro Comercial “La Isla”, vacíos e incluso varios locales ya cerrados y algunos más en liquidación; se nota la desesperación de los acalorados acapulqueños ataviados con sus “cubrebocas” recorriendo las playas al rayo del sol por atender los disminuidos grupos de turistas; su plática es un grito de auxilio para que, quienes hemos estado ahí, convoquemos a la gente para pasar unos días por allá, lo cual brindará a los paseantes un descanso, promoverá el desahogo de la amable gente del lugar, y lo más importante, permitirá –sin importar el ritmo-, la reactivación de su economía.

Sabíamos que la paralización de la actividad económica por la pandemia dejaría graves rezagos en la economía mundial; no obstante, y sin afán de ser fatalista, podemos prever un escenario verdaderamente desolador para México, un escenario que muestra una contracción sin precedentes en la historia, en virtud tanto de la contracción, como del deterioro de la economía.

Sabemos que el nivel de la contracción, según datos del INEGI, es del 18,7%; a decir de los expertos, desde el año de 1995 no se había suscitado experimentado una caída similar: la contracción que hoy vive el PIB mexicano se refleja además en otras variables que, debido al funcionamiento de la economía, sufren un deterioro de igual magnitud que la contracción de la que hablamos como lo son el empleo, o la propia actividad de las empresas; como podemos ver, estamos ante un escenario muy preocupante, dado que se trata de la quinta contracción trimestral consecutiva del PIB mexicano, es decir, un deterioro que ya venía acusándose desde el estancamiento que vivió la economía mexicana a cierre del ejercicio 2019.

No se trata solo de Acapulco, pues… Se trata de la economía mexicana en lo general, mostrando un escenario muy complicado; adicionalmente, atendiendo a los pronósticos que ofrece el Banco de México sobre la contracción prevista al cierre del año, hablamos de un deterioro que prevé no remontar en mucho tiempo. Al respecto, el mismo Banco Central ha emitido un informe en el que, de mantenerse esta situación y si la economía no muestra en breve signos de recuperación, es posible que la contracción al cierre de año sea hasta de un 13%, caída que, de darse, implicaría la mayor contracción del PIB registrada desde el año 1932, así los datos…

No soy pesimista, lo juro, pero los datos no mienten y la realidad es evidente, la palpamos todos los días; adicionalmente, la situación política se torna muy complicada, la pandemia no cede lo suficiente para cooperar en la reactivación económica que sería ya inminente, los enterados advierten que este podrá ser el mayor colapso de esta historia. Encomendémonos a Dios…

gamogui@hotmail.com