/ domingo 10 de enero de 2021

Ecos lejanos

Por Gabriela Mora Guillén


“Leemos mal el mundo y decimos luego que nos engaña.”

El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad Covid-19, avanza por el mundo sumando ya cerca de 2 millones de fallecidos y más de 87 millones de personas infectadas.

Sabemos que el país más afectado es Estados Unidos, con más de 21 millones de contagios y cerca de 4000 mil fallecimientos, seguido de India, que supera los 10 millones de casos y 150 mil muertes; Brasil, rebasa los 7 millones de diagnosticados y con más de 188 mil decesos. Les siguen Rusia, Reino Unido, Francia, Turquía e Italia, España, Alemania, Polonia y Ucrania, esto en Europa; en el resto del mundo también rebasan el millón de contagios Argentina, Colombia, México, Irán, Perú y Sudáfrica.

Derivado de la expansión del virus, más de la mitad de la población mundial ha sido sometida a algún tipo de confinamiento, se ha impuesto el distanciamiento social y la actividad económica se encuentra prácticamente paralizada, lo que provoca una grave recesión por todo el planeta. La situación sanitaria es poco esperanzadora: se presentó una segunda gran oleada global durante el otoño en el hemisferio norte, y se teme la llegada de una tercera ola tras las fiestas decembrinas…

A inicios de este 2021, el foco principal de la pandemia vuelve a situarse en Europa, con más de 597 mil fallecidos lo cual ha motivado nuevamente severas restricciones como confinamientos domiciliarios o toque de queda como medida para frenar los contagios. En América, los contagios siguen creciendo y los fallecidos ya superan los 890 mil, siendo Estados Unidos el país que más preocupa dado que es el país más afectado del mundo, con más de 21,4 millones de contagios y más de 363 mil muertes, por lo que la Administración Trump, que declaró la emergencia nacional y llegó a suprimir temporalmente los permisos de residencia y determinados visados para trabajadores extranjeros, aunque inicialmente emitió mensajes confusos y contradictorios sobre la pandemia: a mediados de diciembre, EE.UU. comenzó a suministrar las primeras vacunas con el objetivo de que los ciudadanos que lo deseen puedan estar inmunizados para mediados de 2021.

Brasil es el más afectado de la región, el tercer país del mundo con más casos y el segundo con más muertes; tanto es así que puntualmente ha llegado a superar a Estados Unidos en el número de decesos diarios y es el tercero del planeta en superar los siete millones de casos

África, es el último continente al que llegó el coranavirus; sin embargo, supera ya los 2.9 millones de contagios, con más de 69 mil fallecidos: Los pronósticos auguraban cifras catastróficas en África, el segundo continente más poblado, con ciudades altamente pobladas, escasez de agua y pocas medidas higiénicas: la verdadera incidencia de la COVID-19 continúa siendo un enigma, aunque a la fecha, parece haber escapado al impacto catastrófico en comparación de Europa o América, lo que expertos atribuyen a factores como la juventud de su población, su experiencia en epidemias previas (ébola y malaria, por ejemplo), su menor interconexión y la posibilidad de que goce de cierta inmunidad de otras cepas de coronavirus.

Nueva Zelanda, desde el inicio, impuso un confinamiento muy estricto logrando declarase, tanto en junio como en diciembre de 2020 un país libre del virus tras controlar sus brotes activos; no obstante, con poco más de 2 mil contagios y solo 25 muertes, el país mantiene cerradas las fronteras: aceptó crear una burbuja de viajes con Australia en el primer trimestre de 2021.

China, el país en el que todo comenzó hace ya más de un año, parece haber contenido la enfermedad y ha comenzado a detectar más casos importados que de contagio local, por lo que se ha prohibido la entrada de extranjeros.

Con más de 129 mil muertos además de más de un millón de contagios, México se encuentra en el cuarto lugar del mundo por número de fallecidos con COVID-19, lo cual enciende las alarmas ante un sistema de salud agotado y una economía francamente decadente, sin omitir el controvertido discurso del presidente Andrés López, que se resiste al uso del cubrebocas, aunado a la incompetencia, ineficiencia e ineficacia de las autoridades sanitarias: baste ver la actitud del Dr. Hugo López Gatell vacacionando por las playas oaxaqueñas sin cubrebocas y exhibiéndose públicamente; a inicios de la pandemia en el país comenzó diciendo que el Covid no era una enfermedad grave, que era mucho menos delicada que la gripe, que tenía un índice de letalidad mucho menor y que simplemente se iría con la llegada del verano. Cuando la enfermedad comenzó a extenderse por el territorio nacional, además de que el equipo médico y sanitario era insuficiente, el personal médico no estaba preparado para atender lo que venía lo que provocó empezar a atender la pandemia sin condiciones, equipo y protocolos adecuados.

En su momento, López Gatell desestimó el confinamiento, el uso de cubrebocas, las pruebas masivas -el mundo las exigía-, y hasta las vacunas: cuando importantes especialistas le aconsejaron cambiar la política, se burló de ellos declarando que la cifra “catastrófica” de fallecidos que podíamos tener sería máximo de 60 mil… la cifra se ha triplicado.

“No hay en el mundo otro como López-Gatell” defiende López Obrador... Tal para cual.


gamogui@hotmail.com

Por Gabriela Mora Guillén


“Leemos mal el mundo y decimos luego que nos engaña.”

El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad Covid-19, avanza por el mundo sumando ya cerca de 2 millones de fallecidos y más de 87 millones de personas infectadas.

Sabemos que el país más afectado es Estados Unidos, con más de 21 millones de contagios y cerca de 4000 mil fallecimientos, seguido de India, que supera los 10 millones de casos y 150 mil muertes; Brasil, rebasa los 7 millones de diagnosticados y con más de 188 mil decesos. Les siguen Rusia, Reino Unido, Francia, Turquía e Italia, España, Alemania, Polonia y Ucrania, esto en Europa; en el resto del mundo también rebasan el millón de contagios Argentina, Colombia, México, Irán, Perú y Sudáfrica.

Derivado de la expansión del virus, más de la mitad de la población mundial ha sido sometida a algún tipo de confinamiento, se ha impuesto el distanciamiento social y la actividad económica se encuentra prácticamente paralizada, lo que provoca una grave recesión por todo el planeta. La situación sanitaria es poco esperanzadora: se presentó una segunda gran oleada global durante el otoño en el hemisferio norte, y se teme la llegada de una tercera ola tras las fiestas decembrinas…

A inicios de este 2021, el foco principal de la pandemia vuelve a situarse en Europa, con más de 597 mil fallecidos lo cual ha motivado nuevamente severas restricciones como confinamientos domiciliarios o toque de queda como medida para frenar los contagios. En América, los contagios siguen creciendo y los fallecidos ya superan los 890 mil, siendo Estados Unidos el país que más preocupa dado que es el país más afectado del mundo, con más de 21,4 millones de contagios y más de 363 mil muertes, por lo que la Administración Trump, que declaró la emergencia nacional y llegó a suprimir temporalmente los permisos de residencia y determinados visados para trabajadores extranjeros, aunque inicialmente emitió mensajes confusos y contradictorios sobre la pandemia: a mediados de diciembre, EE.UU. comenzó a suministrar las primeras vacunas con el objetivo de que los ciudadanos que lo deseen puedan estar inmunizados para mediados de 2021.

Brasil es el más afectado de la región, el tercer país del mundo con más casos y el segundo con más muertes; tanto es así que puntualmente ha llegado a superar a Estados Unidos en el número de decesos diarios y es el tercero del planeta en superar los siete millones de casos

África, es el último continente al que llegó el coranavirus; sin embargo, supera ya los 2.9 millones de contagios, con más de 69 mil fallecidos: Los pronósticos auguraban cifras catastróficas en África, el segundo continente más poblado, con ciudades altamente pobladas, escasez de agua y pocas medidas higiénicas: la verdadera incidencia de la COVID-19 continúa siendo un enigma, aunque a la fecha, parece haber escapado al impacto catastrófico en comparación de Europa o América, lo que expertos atribuyen a factores como la juventud de su población, su experiencia en epidemias previas (ébola y malaria, por ejemplo), su menor interconexión y la posibilidad de que goce de cierta inmunidad de otras cepas de coronavirus.

Nueva Zelanda, desde el inicio, impuso un confinamiento muy estricto logrando declarase, tanto en junio como en diciembre de 2020 un país libre del virus tras controlar sus brotes activos; no obstante, con poco más de 2 mil contagios y solo 25 muertes, el país mantiene cerradas las fronteras: aceptó crear una burbuja de viajes con Australia en el primer trimestre de 2021.

China, el país en el que todo comenzó hace ya más de un año, parece haber contenido la enfermedad y ha comenzado a detectar más casos importados que de contagio local, por lo que se ha prohibido la entrada de extranjeros.

Con más de 129 mil muertos además de más de un millón de contagios, México se encuentra en el cuarto lugar del mundo por número de fallecidos con COVID-19, lo cual enciende las alarmas ante un sistema de salud agotado y una economía francamente decadente, sin omitir el controvertido discurso del presidente Andrés López, que se resiste al uso del cubrebocas, aunado a la incompetencia, ineficiencia e ineficacia de las autoridades sanitarias: baste ver la actitud del Dr. Hugo López Gatell vacacionando por las playas oaxaqueñas sin cubrebocas y exhibiéndose públicamente; a inicios de la pandemia en el país comenzó diciendo que el Covid no era una enfermedad grave, que era mucho menos delicada que la gripe, que tenía un índice de letalidad mucho menor y que simplemente se iría con la llegada del verano. Cuando la enfermedad comenzó a extenderse por el territorio nacional, además de que el equipo médico y sanitario era insuficiente, el personal médico no estaba preparado para atender lo que venía lo que provocó empezar a atender la pandemia sin condiciones, equipo y protocolos adecuados.

En su momento, López Gatell desestimó el confinamiento, el uso de cubrebocas, las pruebas masivas -el mundo las exigía-, y hasta las vacunas: cuando importantes especialistas le aconsejaron cambiar la política, se burló de ellos declarando que la cifra “catastrófica” de fallecidos que podíamos tener sería máximo de 60 mil… la cifra se ha triplicado.

“No hay en el mundo otro como López-Gatell” defiende López Obrador... Tal para cual.


gamogui@hotmail.com

ÚLTIMASCOLUMNAS
domingo 29 de octubre de 2023

Crónica de una tormenta anunciada

Gabriela Mora Guillén

domingo 22 de octubre de 2023

Hazlo con pasión o cambia de profesión

Gabriela Mora Guillén

domingo 15 de octubre de 2023

Pasividad, la ley lo impone

Gabriela Mora Guillén

domingo 08 de octubre de 2023

Ecos lejanos

Gabriela Mora Guillén

domingo 01 de octubre de 2023

Por mi raza hablará...

Gabriela Mora Guillén

domingo 24 de septiembre de 2023

La falta de creatividad es la madre del plagio

Gabriela Mora Guillén

domingo 17 de septiembre de 2023

Nuestro México adorado

Gabriela Mora Guillén

domingo 10 de septiembre de 2023

Hacer el bien a tu prójimo y a tu entorno no es un mandato...

Gabriela Mora Guillén

domingo 03 de septiembre de 2023

Directora de orquesta sin músicos

Gabriela Mora Guillén

domingo 20 de agosto de 2023

Al son de “abrazos, no balazos”

Gabriela Mora Guillén

Cargar Más