“EL ARTE DE SER UNA MADRE ES EL ARTE DE ENSEÑAR A VIVIR A SUS HIJOS”
Elaine Heffner
El pasado lunes 10 de Mayo celebramos una fecha muy importante, el Día de las Madres, y mientras muchos mexicanos tuvimos la fortuna de convivir con nuestras amadas progenitoras e igualmente ser festejadas por nuestros hijos, muchos más -especialmente “muchas más”-, se dieron a la tarea de reclamar la desaparición y/o la muerte de sus hijos a manos de la delincuencia que prevalece en el país.
Así pues, la “mañanera” de ese lunes, se concretó a un espectáculo con la extraordinaria voz de Eugenia León, así quiso el Prejidente Andrés López halagar a las madres; sin responder preguntas de reporteros ni informar avance de obras ni precios de las gasolinas, simplemente presentó a la intérprete y durante poco más de una hora presenció el espectáculo, aparentemente ajeno a lo que fuera del Palacio -que ha pretendido hacer suyo-, sucedía…
Asentadas a las afueras del lugar desde temprana hora, en la plancha del Zócalo capitalino, madres de desaparecidos se encontraban bajo la pretensión de ser escuchadas por López, quien esta vez no, pero sí, a su estilo las mandó al carajo enviando en su lugar a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, acompañada por el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana.
Al mediodía, tras una marcha que concluyó afuera de la Fiscalía General de la República, las exigentes madres colocaron un muro los rostros y los nombres de sus hijos.
El reclamo, lo sabemos: solo quieren, ¡exigen! conocer el paradero de sus hijos; se concretan a solicitar al Ejecutivo, en pos de su derecho al veto, hacer lo conducente respecto a la reforma de la nueva Ley de la Fiscalía General de la República que “merma la responsabilidad” de esta Fiscalía hacia las víctimas, la verdad y la justicia... En su comunicado publicado en redes sociales, señalan su confianza en la “integridad de su palabra” .la del Prejidente-, y agregan que desde el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, “estamos dispuestas y dispuestos a agotar todos los recursos que nos garanticen el cumplimiento del deber de los funcionarios del Estado...” sociales.
¿Quién esperaba amanecer con el regalo presidencial de Eugenia León? -que sí es un regalo-, pero no en una mañanera…
Dos clases diferentes de madres mexicanas: las del Palacio Nacional, la tradicional, la abnegada, la que se brinda al servicio de la familia callada, silenciosa y cuyo afán es servir a quienes la rodean, hacer lo posible por verlos felices y cubrir sus necesidades bajo la satisfacción de mantener la paz y la unión en su entorno; las de afuera, las apostadas afuera del Palacio, quienes claman por la violencia vivida, las que han sufrido a causa de la inseguridad, de la negligencia, de la incompetencia pagando con el precio más alto, la vida de sus hijos, ante un régimen que no sabe cómo hacerlo, que no puede controlar un problema que prometió resolver, al que si bien no fue causante, si valió miles de votos para estar ahí y que cada día más sus seguidores han olvidado.
Lo cierto es que éstas, las segundas, las de afuera, claman por la justicia, por la ilusión de tener vivos a sus hijos con la certeza haberlos querido enseñar a vivir, a ver por un futuro que no llegó...
Vamos a las terceras, las que rogamos a Dios por verlos formarse cada día, de verlos realizados construyendo su vida sin el temor de sufrir los innumerables riesgos que este México actual padece, desde la delincuencia, hasta un “metrazo” a causa de la ineptitud, la corrupción, el nepotismo que hoy, pese a negarse, prevalece.
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