“HAY UNA MANERA DE CONTRIBUIR A LA PROTECCIÒN DE LA HUMANIDAD, Y NO ES RESIGNARSE.”
Ernesto Sábato.
México, como todos los países del mundo, busca una manera de superar la crisis económica y sanitaria provocada por la pandemia hace más de un año: hoy, la vacuna acapara los intereses y para ello el Gobierno ha acordado la compra de más de 230 millones de dosis de seis prototipos diferentes: AstraZeneca, Pfizer, Sputnik V, Sinovac, CanSino y Johnson & Johnson.
Para ello, las autoridades han entablado contacto con los laboratorios inherentes con el fin de tener más opciones dado que la escasez y los problemas de suministro a principios de año diluyeron nuestro optimismo; sin embargo, el inicio de la vacunación al sector de mèdicos y masiva a adultos mayores nos dio una buena dosis de optimismo, seguimos los adultos “menos mayores” de 50 a 59 años a la manos de los maestros, y ha comenzado ya la de 40 a 49, concretándose la campaña de inmunización más ambiciosa de la historia: venían las elecciones del pasado 6 de junio, una vez superado el proceso electoral, el país nuevamente avanza con lentitud y rezagos, frente al reto de vacunar a 117 millones de personas de forma gratuita.
A la fecha, México ha administrado más de 30 millones de vacunas a 22 millones de habitantes; alrededor de 12 millones de personas han recibido ya las dos dosis, en tanto que 9 millones y medio han sido inyectados con una primera y esperan el calendario para recibir la segunda.
Conforme a los planes gubernamentales, el Gobierno esperaba vacunar a casi 15 millones de personas de más de 60 años y a todo el personal de salud antes de que terminara marzo, los plazos se han extendido… México fue uno de los primeros países del mundo en acceder a una vacuna contra el coronavirus, pero se rezagó tras pasar un mes sin recibir ninguna dosis, entre enero y febrero. Los acuerdos de compra se han cerrado, pero las dosis irán llegando de manera irregular, siguiendo la misma ruta incierta que en casi todos los países del mundo.
Lo cierto es que, independientemente de la marca, todas las vacunas han probado su eficacia no solo en la reducción de la probabilidad de desarrollo de síntomas significativos, sino también, y sobre todo, en la minimización del riesgo de muerte: a decir de los expertos,” la mejor es la que nos toque; lo peor es no tener ninguna”…
México espera millones de dosis; no obstante, las mutaciones del virus ya han empezado a circular, dibujando en el horizonte del país, del continente y del mundo entero una carrera contrarreloj para construir la primera muralla eficaz contra el Covid-19.
La mañana del viernes el prejidente Andrés López, admitió la baja en el número de vacunaciones diarias, algo que atribuyó a un menor "ritmo de llegada de vacunas", a la vez que desvinculó el tema de las elecciones intermedias: "Bajó el número de vacunados, pero es porque no hemos tenido disponibilidad suficiente de vacunas. Ya se va a ir resolviendo", explicó.
Al proyectar un gráfico según el cual se recibieron 5,7 millones de vacunas de diferentes laboratorios durante la semana del 24 al 30 de mayo, explicó que esta semana pasada solo llegaron 2,9 millones de fármacos a México.
Además, como es su costumbre, López arremetió contra la prensa que "de mala fe" informó que antes de los comicios se aceleró la vacunación con motivos electorales, y criticó que dichos medios de comunicación "son muy buenos para la calumnia".
A raíz de la reducción de la llegada de dosis, el mandatario anunció una próxima reunión con las autoridades sanitarias de los 32 estados del país para "reforzar el plan de vacunación".
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