“La violencia crea más problemas de los que resuelve”
Nuevamente el pánico, la agitación y la violencia se apoderan de Afganistán, ante la captura de los insurgentes talibanes de la ciudad de Kabul y, al parecer, del estado.
Tres meses después de que Estados Unidos comenzara a retirar sus tropas del país -ante una guerra de 20 años que dejó millares de muertos-, la caída de Afganistán nos recuerda la historia…
En 1996 los talibanes, cuyo significado es “estudiantes” en pastún, tomaron el control de Afganistán luego de capturar Kabul en la guerra civil afgana, se estableció un gobierno basado en su interpretación extrema de la ley islámica y gobernaron hasta el 2001, cuando el régimen talibán fue derrocado por la invasión de Afganistán bajo el liderazgo de Estados Unidos, luego de los atentados del 11 de septiembre del 2001.
De sobra conocemos “las formas de los talibanes”: sabemos de la prohibición a las mujeres para trabajar, asistir a la escuela o salir de casa sin un pariente masculino, además de los implementos que deben llevar; por su parte, los hombres han de dejarse crecer la barba y llevar gorra o turbante”. Quien no cumpla con este código puede ser azotado, golpeado o humillado; aunque la retórica se ha moderado, sus creencias extremistas no han cambiado.
Seguramente, al día de hoy, son las mujeres afganas quienes más teman de la victoria de los talibanes; por entrevistas a activistas y líderes femeninas, sabemos que los talibanes no creen en la igualdad de género, y la reforma al régimen es poco probable dada su ideología central fundamentalista, particularmente hacia las mujeres.
Pese a que se pensó que los talibanes “habían cambiado” y particularmente los afganos estaban esperanzados en que habría paz, las escenas observadas muestran al mundo que no han cambiado en absoluto.
Para Michel Blake, filósofo de la Universidad de Washington, Estados Unidos no puede eludir la responsabilidad moral por los abusos de los derechos humanos y la violencia que los afganos probablemente enfrentarán bajo el gobierno de los talibanes: “Esto debería preocupar a los políticos que defienden la retirada y a los votantes que dieron poder a esos políticos”, dice.
El pasado mes de julio, la administración de Joe Biden autorizó una expansión “urgente” de 100 millones de dólares del programa de visas especiales a fin de sacar de Afganistán a 20 mil afganos afiliadosal esfuerzo de guerra de Estados Unidos y reasentarlos en el extranjero; sin embargo, es difícil, casi imposible que esas personas huyan de un país bajo el dominio de los talibanes.
La victoria de los talibanes en Afganistán también es una victoria para la organización terrorista al-Qaida, segun Greg Barton, profesor de política islámica global en la Universidad Deakin en Australia: “Afganistán fue el lugar de nacimiento de al-Qaida en 1988. El grupo dio lugar a redes terroristas en todo el mundo, incluida … al-Qaida en Irak, que se transformó en el ISIS”, escribe Barton.
Hemos sido testigos de las imágenes del aeropuerto de Kabul, Afganistán, donde cientos de afganos desesperados intentan salir del país; ello nos lleva a recordar el fracaso de ese país en Vietnam.
Tras casi 20 años de la invasión a Afganistán, el país ha sido abandonado a su suerte y lo dejaron en ruinas; hoy, al parecer, los talibanes vuelven más fuertes que cuando fueron parcialmente expulsados en 2001. Han comenzado a liberar a yihadistas presos, a secuestrar a mujeres y a niños, a reinstaurar el terror…
¿La Organización de las Naciones Unidas? Se trata de una Institución que aboga por la paz; su papel es allanar conflictos y motivar la pacificación entre sus integrantes; no obstante, se encuentra atada de manos, obstaculizada para salvaguardar los derechos humanos y la seguridad internacional…
gamogui@hotmail.com