/ domingo 24 de octubre de 2021

Ecos lejanos | Enriquecimiento personal, abominable

SERVIRSE DE UN CARGO PÚBLICO PARA ENRIQUECIMIENTO PERSONAL RESULTA NO YA INMORAL… …SINO CRIMINAL Y ABOMINABLE. Cicerón.


Evoquemos el tema de Transparencia Internacional, la primera organización en el mundo fundada hacia 1993 por Peter Eigen, abogado alemán procedente del Banco Mundial, y a quien por “alguna razón” se le ocurrió abordar el tema de la corrupción…

Posteriormente, en 1999, se fundó Transparencia Mexicana y más adelante Vicente Fox impulsó la creación del IFAI, hoy INAI -Instituto Nacional de Acceso a la Información, ambas instituciones con afán de combatir la corrupción y dar a conocer los datos más relevantes respecto a las finanzas públicas.

Pues bien, hace apenas unos días aparecieron los resultados del Índice de Estado de Derecho 2021 de The World Justice Proyect -una de las organizaciones más serias respecto al estudio de la legalidad y la solvencia institucional de los países-. México ocupa el poco honroso lugar 113 de 139 países y el 27 de 32 de América Latina, es decir, estamos hasta abajo. Pero además, en materia de “ausencia de corrupción”, definida como el uso del poder público para fines privados: lugar 135; en “orden y seguridad” -registra si el crimen está controlado-, estamos en el lugar 130 a nivel mundial y 30 de América Latina -únicamente Haití y Venezuela están peor…- Respecto a “justicia penal” -análisis de la eficacia en la aplicación de sanciones-, ocupamos en el lugar 129, todo está pésimo salvo en materia de transparencia y rendición de cuentas -acceso a la información-, en donde nos encontramos en el lugar 43 a nivel mundial y 7° en América Latina, es decir, lo que surgió en la administración Foxista.

Recordemos que uno de los principales factores, quizá el principal para sacar al PRI de Los Pinos en ambas ocasiones en que la alternancia se ha dado, fue precisamente la corrupción, y fue justo el comportamiento de los exfuncionarios federales la bandera de la Cuarta Transformación: “no somos como ellos” decía el prejidente Andrés López quien hizo de la corrupción su combate y eje de su línea discursiva.

Hace 4 años, tanto México como el mundo opinábamos sobre el altísimo grado de corrupción en que nos desenvolvíamos, fue incluso este aspecto un importante para promover la campaña electoral que estaba comenzando; en aquel tiempo, 2017, para el World Justice Project ocupamos el puesto 102 de los 113 países que en ese entonces formaban parte del estudio: en el 2018 llegó el gobierno que prometió cambiarlo todo, abatir la corrupción: barrer de arriba hacia abajo, pues la corrupción era, en gran medida, la culpable de todos nuestros males.

2021, mitad del sexenio y una pandemia después, el mismo índice revela los datos más recientes; no obstante, el estudio se completa con factores: gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimento regulatorio, justicia civil y penal, así como límites al poder gubernamental. En todos, excepto en materia de rendición de cuentas, nuestro país reportó retrocesos en comparación con los indicadores del 2018.

No podemos omitir el apartado referente a los límites del poder gubernamental: “México sufrió caídas en dimensiones relacionadas con el espacio cívico (participación cívica, la efectividad de la sociedad civil y la prensa como contrapesos al Ejecutivo, libertad de opinión y expresión, y libertad de reunión y asociación)”, en donde tenemos el lugar 102, en 2017 estábamos en el 83…

Concluimos pues que las conferencia en Palacio Nacional más que rendición de cuentas y diálogo cotidiano, se ve como un espacio de confrontación y descalificación, sin omitir la práctica de los miércoles para “aclarar” las que consideran “fake news”, noticias falsas.

Para nuestra desgracia y pese a lo que muchos pensaron podría ser realidad, México no ha dejado atrás los sobornos, el compadrazgo, ni a quienes de la noche a la mañana o de un sexenio a otro, incrementan su patrimonio sin límite; solo cambió el color del partido, nada ha mejorado… ¿y la escoba?.


gamogui@hotmail.com

SERVIRSE DE UN CARGO PÚBLICO PARA ENRIQUECIMIENTO PERSONAL RESULTA NO YA INMORAL… …SINO CRIMINAL Y ABOMINABLE. Cicerón.


Evoquemos el tema de Transparencia Internacional, la primera organización en el mundo fundada hacia 1993 por Peter Eigen, abogado alemán procedente del Banco Mundial, y a quien por “alguna razón” se le ocurrió abordar el tema de la corrupción…

Posteriormente, en 1999, se fundó Transparencia Mexicana y más adelante Vicente Fox impulsó la creación del IFAI, hoy INAI -Instituto Nacional de Acceso a la Información, ambas instituciones con afán de combatir la corrupción y dar a conocer los datos más relevantes respecto a las finanzas públicas.

Pues bien, hace apenas unos días aparecieron los resultados del Índice de Estado de Derecho 2021 de The World Justice Proyect -una de las organizaciones más serias respecto al estudio de la legalidad y la solvencia institucional de los países-. México ocupa el poco honroso lugar 113 de 139 países y el 27 de 32 de América Latina, es decir, estamos hasta abajo. Pero además, en materia de “ausencia de corrupción”, definida como el uso del poder público para fines privados: lugar 135; en “orden y seguridad” -registra si el crimen está controlado-, estamos en el lugar 130 a nivel mundial y 30 de América Latina -únicamente Haití y Venezuela están peor…- Respecto a “justicia penal” -análisis de la eficacia en la aplicación de sanciones-, ocupamos en el lugar 129, todo está pésimo salvo en materia de transparencia y rendición de cuentas -acceso a la información-, en donde nos encontramos en el lugar 43 a nivel mundial y 7° en América Latina, es decir, lo que surgió en la administración Foxista.

Recordemos que uno de los principales factores, quizá el principal para sacar al PRI de Los Pinos en ambas ocasiones en que la alternancia se ha dado, fue precisamente la corrupción, y fue justo el comportamiento de los exfuncionarios federales la bandera de la Cuarta Transformación: “no somos como ellos” decía el prejidente Andrés López quien hizo de la corrupción su combate y eje de su línea discursiva.

Hace 4 años, tanto México como el mundo opinábamos sobre el altísimo grado de corrupción en que nos desenvolvíamos, fue incluso este aspecto un importante para promover la campaña electoral que estaba comenzando; en aquel tiempo, 2017, para el World Justice Project ocupamos el puesto 102 de los 113 países que en ese entonces formaban parte del estudio: en el 2018 llegó el gobierno que prometió cambiarlo todo, abatir la corrupción: barrer de arriba hacia abajo, pues la corrupción era, en gran medida, la culpable de todos nuestros males.

2021, mitad del sexenio y una pandemia después, el mismo índice revela los datos más recientes; no obstante, el estudio se completa con factores: gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimento regulatorio, justicia civil y penal, así como límites al poder gubernamental. En todos, excepto en materia de rendición de cuentas, nuestro país reportó retrocesos en comparación con los indicadores del 2018.

No podemos omitir el apartado referente a los límites del poder gubernamental: “México sufrió caídas en dimensiones relacionadas con el espacio cívico (participación cívica, la efectividad de la sociedad civil y la prensa como contrapesos al Ejecutivo, libertad de opinión y expresión, y libertad de reunión y asociación)”, en donde tenemos el lugar 102, en 2017 estábamos en el 83…

Concluimos pues que las conferencia en Palacio Nacional más que rendición de cuentas y diálogo cotidiano, se ve como un espacio de confrontación y descalificación, sin omitir la práctica de los miércoles para “aclarar” las que consideran “fake news”, noticias falsas.

Para nuestra desgracia y pese a lo que muchos pensaron podría ser realidad, México no ha dejado atrás los sobornos, el compadrazgo, ni a quienes de la noche a la mañana o de un sexenio a otro, incrementan su patrimonio sin límite; solo cambió el color del partido, nada ha mejorado… ¿y la escoba?.


gamogui@hotmail.com