/ martes 6 de febrero de 2018

Educación ambiental para un desarrollo sostenible

La educación es un elemento fundamental para el desarrollo de las naciones y el progreso de la humanidad. Las revoluciones industriales, los grandes avances técnicos y tecnológicos, así como los descubrimientos científicos en todos los ámbitos, han sido posibles gracias a la generación, perfeccionamiento y transmisión del conocimiento.

Hoy es posible hacer frente a diversas problemáticas nacionales y globales a través de una educación de mayor alcance y calidad. Amenazas como el cambio climático, la contaminación y la degradación del medio ambiente, sólo pueden ser combatidas con un pueblo consciente sobre la importancia del problema y que haga suya la responsabilidad de emprender acciones de cambio.

En este sentido, la educación ambiental constituye un pilar fundamental para el cuidado de nuestro planeta y para conducir a nuestros países sobre la senda del desarrollo sostenible.  

La preocupación por los asuntos ambientales y sobre la necesidad de impartir educación ambiental a las nuevas generaciones no es nueva. En 1972, en el Marco de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Humano, celebrada en Suecia, se acordó desarrollar un programa educativo a nivel mundial que incluyera temas en materia ambiental.

El 1975, durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental, se instauró el 26 de enero de cada año como el Día Mundial de la Educación Ambiental, a fin de identificar la problemática ambiental local y globalmente, así como crear conciencia sobre la importancia de la participación conjunta de la sociedad y el gobierno para conservar y proteger el medio ambiente.

Para poder apreciar a plenitud y proteger la naturaleza y nuestros recursos, primero es necesario comprender las relaciones existentes entre los ecosistemas y la sociedad, de modo que podamos implementar conductas que favorezcan un equilibrio positivo entre la naturaleza y las actividades humanas. La educación ambiental es una herramienta clave en este proceso.

A través de la educación, las personas pueden identificarse con la problemática ambiental, asociarla con su vida cotidiana y estilo de vida, y motivase para buscar soluciones de forma crítica, responsable y participativa, individual y colectivamente. Constituye un elemento estratégico para transitar hacia un modelo productivo, económico y social, que privilegie la equidad y la sostenibilidad.

La educación ambiental no debe restringirse a las aulas y debe impartirse a las personas de todas las edades, en todos los niveles y modalidades educativas, ya que se trata de un tema que concierne a todos y en el que la cooperación del total de la sociedad es fundamental para lograr cambios significativos.

En 2015 las naciones de todo el mundo se comprometieron con los objetivos de la Agenda 2030, que busca transitar hacia un desarrollo sostenible que se encuentre en armonía con la naturaleza y proteja nuestro planeta. Para ello, la promoción de la educación ambiental será fundamental.

México se encuentra firmemente comprometido con la protección al medio ambiente y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además de que la educación ambiental se encuentra comprendida dentro del Sistema Educativo Nacional, cada año se promueve desde ámbitos informales como a través de los Centros de Educación y Cultura Ambiental que se encuentran en todo el país, así como mediante información, talleres, cursos y concursos.

Como padres de familia también podemos fomentar una educación ambiental en nuestros hijos, sobrinos y nietos, a través de la promoción de hábitos amigables con el medio ambiente y concientizando sobre la importancia de proteger la naturaleza.

 

Senador del PRI por Sinaloa

@AaronIrizar  

Facebook.com/aaron.irizarlopez

La educación es un elemento fundamental para el desarrollo de las naciones y el progreso de la humanidad. Las revoluciones industriales, los grandes avances técnicos y tecnológicos, así como los descubrimientos científicos en todos los ámbitos, han sido posibles gracias a la generación, perfeccionamiento y transmisión del conocimiento.

Hoy es posible hacer frente a diversas problemáticas nacionales y globales a través de una educación de mayor alcance y calidad. Amenazas como el cambio climático, la contaminación y la degradación del medio ambiente, sólo pueden ser combatidas con un pueblo consciente sobre la importancia del problema y que haga suya la responsabilidad de emprender acciones de cambio.

En este sentido, la educación ambiental constituye un pilar fundamental para el cuidado de nuestro planeta y para conducir a nuestros países sobre la senda del desarrollo sostenible.  

La preocupación por los asuntos ambientales y sobre la necesidad de impartir educación ambiental a las nuevas generaciones no es nueva. En 1972, en el Marco de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Humano, celebrada en Suecia, se acordó desarrollar un programa educativo a nivel mundial que incluyera temas en materia ambiental.

El 1975, durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental, se instauró el 26 de enero de cada año como el Día Mundial de la Educación Ambiental, a fin de identificar la problemática ambiental local y globalmente, así como crear conciencia sobre la importancia de la participación conjunta de la sociedad y el gobierno para conservar y proteger el medio ambiente.

Para poder apreciar a plenitud y proteger la naturaleza y nuestros recursos, primero es necesario comprender las relaciones existentes entre los ecosistemas y la sociedad, de modo que podamos implementar conductas que favorezcan un equilibrio positivo entre la naturaleza y las actividades humanas. La educación ambiental es una herramienta clave en este proceso.

A través de la educación, las personas pueden identificarse con la problemática ambiental, asociarla con su vida cotidiana y estilo de vida, y motivase para buscar soluciones de forma crítica, responsable y participativa, individual y colectivamente. Constituye un elemento estratégico para transitar hacia un modelo productivo, económico y social, que privilegie la equidad y la sostenibilidad.

La educación ambiental no debe restringirse a las aulas y debe impartirse a las personas de todas las edades, en todos los niveles y modalidades educativas, ya que se trata de un tema que concierne a todos y en el que la cooperación del total de la sociedad es fundamental para lograr cambios significativos.

En 2015 las naciones de todo el mundo se comprometieron con los objetivos de la Agenda 2030, que busca transitar hacia un desarrollo sostenible que se encuentre en armonía con la naturaleza y proteja nuestro planeta. Para ello, la promoción de la educación ambiental será fundamental.

México se encuentra firmemente comprometido con la protección al medio ambiente y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además de que la educación ambiental se encuentra comprendida dentro del Sistema Educativo Nacional, cada año se promueve desde ámbitos informales como a través de los Centros de Educación y Cultura Ambiental que se encuentran en todo el país, así como mediante información, talleres, cursos y concursos.

Como padres de familia también podemos fomentar una educación ambiental en nuestros hijos, sobrinos y nietos, a través de la promoción de hábitos amigables con el medio ambiente y concientizando sobre la importancia de proteger la naturaleza.

 

Senador del PRI por Sinaloa

@AaronIrizar  

Facebook.com/aaron.irizarlopez