/ viernes 1 de diciembre de 2023

Efectos del Salario Mínimo

La semana pasada, el director corporativo de estudios económicos para América Latina de Scotiabank, señaló que “la economía mexicana mantendrá su buen dinamismo por lo menos hasta la primera mitad del 2024 debido a que el déficit público se enfocará al consumo, pero hacia delante y con el cambio de gobierno la marcha será más lenta”. Esta declaración se dio a la par que el Indicador Oportuno de la Actividad Económica, elaborado por el Inegi, divulgó que durante el mes de octubre la actividad económica disminuyó 0.1% en comparación con el mes de septiembre preio. No obstante, al realizar la comparación anual, la economía se habría expandido 2.9% para dicho mes.

En buena medida, la expectativa positiva que mantienen diversos analistas, está relacionada con el nearshoring. El presidente de la Asociación de Bancos de México declaró que a partir de la relocalización de cadenas, “las exportaciones de México podrían sumar entre 15 mil y 50 mil mdd por los próximos cuatro años, pero hay varios retos hacia delante”. Por otra parte, en dichos de la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, nuestro país aún no entiende este fenómeno, oportunidad de impulso para la economía, “que es mejor aprovechado por otras naciones como Vietnam”. Sin embargo, cabe resaltar que México captó 5 mil 442 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa, dirigida a la fabricación de automóviles y camiones en los primeros tres trimestres del año actual, lo que supone un aumento de 67.7 % interanual y un récord, según datos de la Secretaría de Economía.

A la par, según datos también de dicha secretaría, México atrajo 2,737 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa en la industria de la minería en los tres primeros trimestres de 2023, el máximo monto para un periodo igual en la última década. Por último, cabe resaltar que Banco Santander estimó que en poco más de un año, la IED en México superará la captación de remesas debido al fenómeno de nearshoring. Tras presentar el “Nearshoring Data Monitor”, el banco precisó que esta dinámica, no sólo traerá beneficios al empleo, crecimiento y desarrollo, sino también a la bancarización y el crédito.

Las cifras positivas de inversión y su promisorio impacto en el desarrollo de sectores como el manufacturero, servicios financieros y automovilístico entre otros, contrastan con los recientes datos publicados en torno al sector primario. Sirva como ejemplo detallar que con el actual gobierno, la producción de maíz no ha repuntado y de hecho, presentó un descenso entre 2018 y 2022, al pasar de 27 millones 169 mil toneladas a 26 millones 553 mil. En paralelo a estas cifras, la semana pasada se publicó que el “Censo Agropecuario 2022” elaborado por el INEGI, arrojó que los altos costos de insumos, pérdidas por clima, disminución de ventas e incluso la inseguridad, son algunos de los problemas a los que se enfrentaron los productores agropecuarios en nuestro país.

Sirvan estos datos para ampliar el contexto en el que según algunos analistas, el precio de la tortilla se encamina a un nuevo aumento durante los primeros meses de 2024, causado también “por la guerra del maíz transgénico, el encarecimiento de la electricidad, gas y los costos de mantenimiento de las máquinas tortilladoras”.

Habrá revisar la forma en que las variables antes descritas, impactan al empleo y al consumo en el país. Por lo pronto, habrá que estar atentos al incremento al salario mínimo para 2024 -según analistas entre 18 y 20 por ciento- mismo que se negociará a partir del 30 de noviembre.

El gobierno ha dicho que la nueva propuesta, beneficiará a más de 6.3 millones de trabajadores. Sinembargo, analistas también señalan que se pondrá en aprietos a micro y pequeñas empresas por el alza en sus costos laborales, ya que hasta 90% de sus empleados tiene ese nivel de ingreso. Las preguntas sobre la que habrá que tomar consciencia son: ¿de qué manera involucrar mejor al sector primario en la dinámica de integración con la economía estadounidense? ¿esta alza al salario, irá de la mano con incrementos en la productividad marginal del trabajo y de la competitividad? ¿En el contexto internacional que enfrenta el país, qué sectores se verán más beneficiados por esta situación? ¿En dónde valdrá la pena invertir? Habrá que revisar a fondo.


La semana pasada, el director corporativo de estudios económicos para América Latina de Scotiabank, señaló que “la economía mexicana mantendrá su buen dinamismo por lo menos hasta la primera mitad del 2024 debido a que el déficit público se enfocará al consumo, pero hacia delante y con el cambio de gobierno la marcha será más lenta”. Esta declaración se dio a la par que el Indicador Oportuno de la Actividad Económica, elaborado por el Inegi, divulgó que durante el mes de octubre la actividad económica disminuyó 0.1% en comparación con el mes de septiembre preio. No obstante, al realizar la comparación anual, la economía se habría expandido 2.9% para dicho mes.

En buena medida, la expectativa positiva que mantienen diversos analistas, está relacionada con el nearshoring. El presidente de la Asociación de Bancos de México declaró que a partir de la relocalización de cadenas, “las exportaciones de México podrían sumar entre 15 mil y 50 mil mdd por los próximos cuatro años, pero hay varios retos hacia delante”. Por otra parte, en dichos de la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, nuestro país aún no entiende este fenómeno, oportunidad de impulso para la economía, “que es mejor aprovechado por otras naciones como Vietnam”. Sin embargo, cabe resaltar que México captó 5 mil 442 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa, dirigida a la fabricación de automóviles y camiones en los primeros tres trimestres del año actual, lo que supone un aumento de 67.7 % interanual y un récord, según datos de la Secretaría de Economía.

A la par, según datos también de dicha secretaría, México atrajo 2,737 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa en la industria de la minería en los tres primeros trimestres de 2023, el máximo monto para un periodo igual en la última década. Por último, cabe resaltar que Banco Santander estimó que en poco más de un año, la IED en México superará la captación de remesas debido al fenómeno de nearshoring. Tras presentar el “Nearshoring Data Monitor”, el banco precisó que esta dinámica, no sólo traerá beneficios al empleo, crecimiento y desarrollo, sino también a la bancarización y el crédito.

Las cifras positivas de inversión y su promisorio impacto en el desarrollo de sectores como el manufacturero, servicios financieros y automovilístico entre otros, contrastan con los recientes datos publicados en torno al sector primario. Sirva como ejemplo detallar que con el actual gobierno, la producción de maíz no ha repuntado y de hecho, presentó un descenso entre 2018 y 2022, al pasar de 27 millones 169 mil toneladas a 26 millones 553 mil. En paralelo a estas cifras, la semana pasada se publicó que el “Censo Agropecuario 2022” elaborado por el INEGI, arrojó que los altos costos de insumos, pérdidas por clima, disminución de ventas e incluso la inseguridad, son algunos de los problemas a los que se enfrentaron los productores agropecuarios en nuestro país.

Sirvan estos datos para ampliar el contexto en el que según algunos analistas, el precio de la tortilla se encamina a un nuevo aumento durante los primeros meses de 2024, causado también “por la guerra del maíz transgénico, el encarecimiento de la electricidad, gas y los costos de mantenimiento de las máquinas tortilladoras”.

Habrá revisar la forma en que las variables antes descritas, impactan al empleo y al consumo en el país. Por lo pronto, habrá que estar atentos al incremento al salario mínimo para 2024 -según analistas entre 18 y 20 por ciento- mismo que se negociará a partir del 30 de noviembre.

El gobierno ha dicho que la nueva propuesta, beneficiará a más de 6.3 millones de trabajadores. Sinembargo, analistas también señalan que se pondrá en aprietos a micro y pequeñas empresas por el alza en sus costos laborales, ya que hasta 90% de sus empleados tiene ese nivel de ingreso. Las preguntas sobre la que habrá que tomar consciencia son: ¿de qué manera involucrar mejor al sector primario en la dinámica de integración con la economía estadounidense? ¿esta alza al salario, irá de la mano con incrementos en la productividad marginal del trabajo y de la competitividad? ¿En el contexto internacional que enfrenta el país, qué sectores se verán más beneficiados por esta situación? ¿En dónde valdrá la pena invertir? Habrá que revisar a fondo.