/ lunes 5 de agosto de 2019

El arte de la lente de Antonio Caballero

Por: Ana María Longi

El Museo de Arte Moderno (de Chapultepec), y el Museo de San Carlos, (de Avenida Hidalgo), han logrado, de una manera justiciera y continuativa, exhibir el artístico, histórico, sociológico, aportativo y sumamente informativo, trabajo fotográfico, aportado por más de 55 años al Periodismo Nacional, nada menos que por Antonio Caballero.

Si le ampliamos la síntesis, su nombre se transforma en Eduardo Antonio Caballero Rodríguez, nacido en la Ciudad de México, el 17 de enero de 1940, y, a quien el talentoso curador, Iñaki Herranz, hizo una selección minuciosa de sus infinitas aportaciones profesionales, para transportarlas, primero a los dos museos mencionados, para, posteriormente, proseguir los enlaces del proyecto, en los muros de otros espacios igualmente importantes, con los que se irá determinando, la larga gira planificada tanto para el Ciudad de México, como para numerosos Estados de nuestra República.

Y como sabemos, quienes lo vivimos; el mundo cinematográfico, político, diplomático y artístico de las cotidianidades de los años 60 y 90; capturado fotográficamente por este gran creador del mundo de la imagen ---por cierto amigo profesional de otro genio de la imagen: el Maestro Héctor García---, está arrobando a los visitantes. En primer lugar, porque los revelados, son admirablemente creativos, exclusivos, íntimos, bellos, poéticos, descriptivos y, como si todo ello fuese poco, calificados por especialistas como "joyas autorales únicas y especiales en su género y que deben ser celosamente protegidas tanto histórica como intelectualmente, para nuestro país".

Así que cuando reflexiona acerca de su cámara, el Maestro Caballero, dilucida: "A mi cámara, la veo como mi compañera angelical. Con ella firmé un convenio para ser inseparables hasta la muerte; para mí, ella es como el bastón o bordón de un ciego que lo guía al caminar y lo cuida; lo conduce hacia lugares seguros y le muestra la bondad y la maldad del hombre, sus carencias o excesos en la cotidianidad de una gran ciudad que nunca deja de crecer. Esta simbiosis nos ha permitido conformar un archivo maravilloso de los tiempos y horas pasadas que la lente de mi cámara pudo registrar en su cerebro mecánico o en sus entrañas de plata gelatina y haluros, a través de sus lentes finamente tratados.

"Ellos también son dadores de vida; y lo hacen mediante sorprendentes procesos que absorben la luz y luego con la magia de la química son revelados y fijados en papel gelatina, que permiten que el mundo pueda admirar ese mundo análogo como era hace unos instantes. Esos mismos cambios también se producen hoy con el empleo de los medios digitales, que requieren de tecnología de punta y potentes programas cibernéticos, que en minutos posibilitan la impresión en plotters con tintas de alta gama, que permiten ampliaciones espectaculares".

Un beso...Y hasta la próxima charla

anamarialongi@gmail.com

Por: Ana María Longi

El Museo de Arte Moderno (de Chapultepec), y el Museo de San Carlos, (de Avenida Hidalgo), han logrado, de una manera justiciera y continuativa, exhibir el artístico, histórico, sociológico, aportativo y sumamente informativo, trabajo fotográfico, aportado por más de 55 años al Periodismo Nacional, nada menos que por Antonio Caballero.

Si le ampliamos la síntesis, su nombre se transforma en Eduardo Antonio Caballero Rodríguez, nacido en la Ciudad de México, el 17 de enero de 1940, y, a quien el talentoso curador, Iñaki Herranz, hizo una selección minuciosa de sus infinitas aportaciones profesionales, para transportarlas, primero a los dos museos mencionados, para, posteriormente, proseguir los enlaces del proyecto, en los muros de otros espacios igualmente importantes, con los que se irá determinando, la larga gira planificada tanto para el Ciudad de México, como para numerosos Estados de nuestra República.

Y como sabemos, quienes lo vivimos; el mundo cinematográfico, político, diplomático y artístico de las cotidianidades de los años 60 y 90; capturado fotográficamente por este gran creador del mundo de la imagen ---por cierto amigo profesional de otro genio de la imagen: el Maestro Héctor García---, está arrobando a los visitantes. En primer lugar, porque los revelados, son admirablemente creativos, exclusivos, íntimos, bellos, poéticos, descriptivos y, como si todo ello fuese poco, calificados por especialistas como "joyas autorales únicas y especiales en su género y que deben ser celosamente protegidas tanto histórica como intelectualmente, para nuestro país".

Así que cuando reflexiona acerca de su cámara, el Maestro Caballero, dilucida: "A mi cámara, la veo como mi compañera angelical. Con ella firmé un convenio para ser inseparables hasta la muerte; para mí, ella es como el bastón o bordón de un ciego que lo guía al caminar y lo cuida; lo conduce hacia lugares seguros y le muestra la bondad y la maldad del hombre, sus carencias o excesos en la cotidianidad de una gran ciudad que nunca deja de crecer. Esta simbiosis nos ha permitido conformar un archivo maravilloso de los tiempos y horas pasadas que la lente de mi cámara pudo registrar en su cerebro mecánico o en sus entrañas de plata gelatina y haluros, a través de sus lentes finamente tratados.

"Ellos también son dadores de vida; y lo hacen mediante sorprendentes procesos que absorben la luz y luego con la magia de la química son revelados y fijados en papel gelatina, que permiten que el mundo pueda admirar ese mundo análogo como era hace unos instantes. Esos mismos cambios también se producen hoy con el empleo de los medios digitales, que requieren de tecnología de punta y potentes programas cibernéticos, que en minutos posibilitan la impresión en plotters con tintas de alta gama, que permiten ampliaciones espectaculares".

Un beso...Y hasta la próxima charla

anamarialongi@gmail.com