Aleksei Makeev nació el 22 de agosto de 1974 en la Federación de Rusia. Más adelante, llegó a México, y obtuvo un trabajo como instructor de buceo en Cancún, Quintana Roo, mismo del que fue despedido. Además de instructor de buceo, el señor Makeev subía videos a YouTube con el nombre de Alex Time. Allí, se le observa insultando y agrediendo a mujeres y niños.
En efecto, se puede ver cómo camina sobre las papas de unos preadolescentes en la playa, gritándole a una mujer en un banco o vociferando en un centro comercial. El señor Makeev solo puede generar enojo. Sin embargo, las acciones de Aleksei también me generan varias preguntas: ¿Dónde estaba la policía municipal o estatal mientras cometía sus infracciones? ¿Por qué el presidente municipal dijo no saber de los hechos? ¿Por qué la embajada de la Federación de Rusia señaló que mandó una carta a las autoridades mexicanas y que nadie hizo nada? Así es cómo se cometen la mayoría de los delitos en este país: a plena luz del día, sin policías y en ciernes de la catástrofe. La única diferencia es que Aleksei Makeev todo lo subía a YouTube.
El día 19 de mayo de 2017, se difundió en redes sociales un llamado para lincharlo. Querido lector, usted puede encontrar un video de 1 hora 40 minutos donde se observa cómo se reunieron los vecinos para tomar justicia de propia mano y, sobre todo, ver la presencia de elementos de la policía municipal que poco hicieron y se retiraron del lugar. El señor Makeev cometió infracciones o delitos, pero también era nula la respuesta de las autoridades; y cuando se juntó la gente para linchar a una persona también las autoridades fueron incapaces de resolver el problema.
A las 6:30 pm, de ese día, la tragedia se pudo detener. Había personas que solo querían la actuación de la policía y otras que francamente lo querían linchar. Un elemento de la policía municipal llegó para intervenir en el asunto, y los convocados lo escucharon (al principio) con tranquilidad. Sin embargo, el policía le echó la responsabilidad al Instituto Nacional de Migración y a la extinta PGR. Lo anterior tampoco es novedoso en materia de seguridad pública o en procuración de justicia, por ejemplo: el policía que no actúa porque ese no es su sector, o bien, el ministerio público que se niega a atendernos porque la investigación se debe levantar en otra agencia.
Las personas tiraron la puerta a patadas y, por desgracia, entraron muchos jóvenes en busca del señor Makeev. Cuando llegaron al cuarto que éste rentaba, Aleksei se enfrentó con ellos con un cuchillo, allí murió un joven de 20 años y Makeev acabó linchado. Sin embargo, la incapacidad de las autoridades no paró en ese punto. El señor Rodrigo Castillo se ostentó como miembro de la fiscalía local y logró ingresar al hospital para tomarse una selfie con el linchado. ¿Qué policías estaban allí de guardia? ¿Quién es el responsable de la integridad de los detenidos en un hospital?
Se acaba de dictar sentencia condenatoria en contra de Makeev. En algunos medios de comunicación las palabras culpabilidad y 37 años aparecieron enmarcadas con signos de admiración. El problema estructural de las policías municipales y estatales sigue allí. El dilema de la justicia por propia mano va en aumentó. La incógnita de cuándo todas las autoridades asumirán sus responsabilidades está presente. El caso llamado LordNaziRuso solo ejemplifica nuestra problemática cotidiana en seguridad pública y procuración de justicia.
Doctor en Derecho
@jangulonobara
