/ martes 8 de enero de 2019

El Congreso demócrata

La asunción de Nancy Pelosi, como Presidenta de la Cámara de Representantes en los Estados Unidos, abre la puerta a una nueva etapa en la administración Trump. La demócrata, hoy envestida con la tercera posición política más importante de toda la nación vecina, es una de las 100 mujeres que han llegado al Congreso, en lo que se ha considerado una de las legislaturas más plurales en la historia estadounidense. Pelosi no es cualquier mujer, es el peor miedo de los republicanos hecho realidad.

El 116o Congreso de Estados Unidos arrancó el jueves pasado como el más diverso de la historia, con números récord de mujeres y latinos, así como con la entrada de las primeras mujeres musulmanas y nativo americanas. Hay una cifra récord de 43 congresistas latinos que servirán en ambas cámaras, incluyendo a 35 demócratas y ocho republicanos, que representarán a los 57 millones hispanos del país.

Por su parte, en la Cámara de Representantes hay ahora 55 legisladores negros, el segundo grupo racial más representado después de los blancos, que cuentan con 317 del total de 435 miembros. Otro colectivo, el de las personas LGBTIQ, cuenta ahora con diez legisladores, ocho de ellos en la Cámara de Representantes y dos en el Senado.

Estos cambios sin duda son la respuesta de una ciudadanía que no está contenta con las nocivas decisiones de Donald Trump, quien para muchos ha llevado a una de las peores crisis políticas a los Estados Unidos.

Desde México, la lectura de estos cambios, puede ser tremendamente positiva. Un contrapeso de este tipo a la derecha ultra conservadora, racista y xenófoba, debería abrir caminos para temas tan sensibles como los son los jóvenes DACA, o una reforma migratoria, sin embargo, hasta hoy la política exterior de esta nueva administración, ha optado por callar ante el tema del muro y otros más, quizá con la esperanza de encontrarse en una mejor coyuntura y posición para defender el interés nacional.

@ClauCorichi

La asunción de Nancy Pelosi, como Presidenta de la Cámara de Representantes en los Estados Unidos, abre la puerta a una nueva etapa en la administración Trump. La demócrata, hoy envestida con la tercera posición política más importante de toda la nación vecina, es una de las 100 mujeres que han llegado al Congreso, en lo que se ha considerado una de las legislaturas más plurales en la historia estadounidense. Pelosi no es cualquier mujer, es el peor miedo de los republicanos hecho realidad.

El 116o Congreso de Estados Unidos arrancó el jueves pasado como el más diverso de la historia, con números récord de mujeres y latinos, así como con la entrada de las primeras mujeres musulmanas y nativo americanas. Hay una cifra récord de 43 congresistas latinos que servirán en ambas cámaras, incluyendo a 35 demócratas y ocho republicanos, que representarán a los 57 millones hispanos del país.

Por su parte, en la Cámara de Representantes hay ahora 55 legisladores negros, el segundo grupo racial más representado después de los blancos, que cuentan con 317 del total de 435 miembros. Otro colectivo, el de las personas LGBTIQ, cuenta ahora con diez legisladores, ocho de ellos en la Cámara de Representantes y dos en el Senado.

Estos cambios sin duda son la respuesta de una ciudadanía que no está contenta con las nocivas decisiones de Donald Trump, quien para muchos ha llevado a una de las peores crisis políticas a los Estados Unidos.

Desde México, la lectura de estos cambios, puede ser tremendamente positiva. Un contrapeso de este tipo a la derecha ultra conservadora, racista y xenófoba, debería abrir caminos para temas tan sensibles como los son los jóvenes DACA, o una reforma migratoria, sin embargo, hasta hoy la política exterior de esta nueva administración, ha optado por callar ante el tema del muro y otros más, quizá con la esperanza de encontrarse en una mejor coyuntura y posición para defender el interés nacional.

@ClauCorichi