/ miércoles 26 de febrero de 2020

El COVID-19 en la economía mundial

Por: Víctor Sánchez Gallegos, asociado COMEXI

China es la segunda economía más importante del mundo. Tiene un papel protagónico en el sistema económico, ya que representa el 30% de la economía mundial: por lo tanto, existe mayor dependencia a los productos chinos en el mercado internacional. Por esta razón el impacto del coronavirus es catastrófico, no solo para desacelerar el crecimiento económico chino.

En medio de esta crisis, México podría aprovechar que China no está vendiendo muchas manufacturas a Estados Unidos. Por otro lado, la guerra comercial entre Estados Unidos y China puede ser otro factor en el rubro económico que podría traer ventajas a Estados Unidos. El secretario de Comercio de Estados Unidos Wilbur Ross mencionó que esta crisis sanitaria podría ofrecer un beneficio para la economía de Estados Unidos acelerando el empleo como consecuencias del regreso de los fabricantes estadounidenses de China e incluso mencionó que México también se podría ver beneficiado.

Sin embargo, las epidemias por virus como la influenza y los tipos de coronavirus estarán cada vez más presentes amenazando la seguridad humana. La pregunta aquí sería sí los Estados están preparados para enfrentar las contingencias acontecidas por los virus. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos estima que el surgimiento de pandemias en el siglo XXI, costarán a la economía global al menos 6 billones de dólares. Afortunadamente la respuesta de la Organización Mundial de la Salud, y de las grandes compañías de laboratorios farmacéuticos ha sido buena ya que han estado trabajando para frenar la epidemia tanto con estrategias para frenar el contagio como para la búsqueda de una vacuna.

Mientras eso tiene lugar, la economía china se ve mermada en primer lugar por la falta de consumo en parte por la prohibición de salir de los hogares y por el aislamiento de Wuhan y otras ciudades chinas. Las grandes cadenas de franquicias están cerradas. Starbucks y McDonald's han tenido que cerrar varios restaurantes en China. De acuerdo a la agencia Standard & Poor's los gastos de consumo, especialmente en transporte y diversión, han caído un 10% y el crecimiento del PIB de China podría quedar mermado en alrededor de 1.2 puntos.

En segundo lugar, está el turismo que fue muy afectado ya que la crisis surgió durante el Año Nuevo Lunar, la mayor festividad china. En esta festividad los ciudadanos regresan al pueblo natal para festejar en familia. Tristemente muchos no pudieron estar en familia como cada año y las noticias internacionales nos mostraban imágenes de las carreteras con decenas de casetas de cobro hasta el tope y kilómetros de autos varados, las estaciones de tren y avión abarrotadas. Esta vez las imágenes fueron desoladoras; aunado a ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios Estados y organizaciones Internacionales también emitieron comunicados aconsejando no viajar a China.

Las cancelaciones y la nula afluencia de turistas a China, ha pegado muy fuerte en el turismo de aquel país. Las acciones del grupo aéreo IAG, que integran British Airways, Iberia, Air Lingus, Level y Vuelong, lideran las pérdidas en la bolsa española, el IBEX 35.

En tercer lugar están las manufacturas y productos chinos que no mucha gente quiere comprar. Tiendas en línea como Amazon han tenido pérdidas y se ha generado una desconfianza por los productos que vienen de aquel país.

Como punto final, aunque no en China; pero si en la región, están los Juegos Olímpicos. Toshiro Muto, director ejecutivo del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 dijo que estar extremadamente preocupado de que la propagación de la enfermedad infecciosa pueda perjudicar la realización de los Juegos. Se tuvo que limitar parcialmente la participación de corredores en un maratón internacional que se llevó a cabo en el archipiélago nipón. Esto causó mucha preocupación a nivel mundial porque todo mundo espera la realización de la justa olímpica. Sería una lástima que se tuvieran que aplazar o cancelar dicho evento deportivo.

Si comparamos la crisis china del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) de 2003, con el COVIT-19 encontramos una gran diferencia. El SARS causó menos daño económico de lo esperado la economía global. Se perdieron aproximadamente 40.000 millones de dólares y mucho menos vidas de las que ha causado el COVIT- 19.

Si bien China nos ha demostrado que está preparado con infraestructura y experiencia debido a la anterior crisis, está nueva, es superior. De haber surgido en otro país pudo haber sido peor. Son pocos los países que tienen la capacidad para construir un hospital en nueve días como lo hicieron ellos. La capacidad económica, la experiencia con el SARS, el control gubernamental, el apoyo de la OMS con autoridades sanitarias chinas han sido los puntos que han permitido que la situación pueda estar controlada, aunque no erradicada.

Por: Víctor Sánchez Gallegos, asociado COMEXI

China es la segunda economía más importante del mundo. Tiene un papel protagónico en el sistema económico, ya que representa el 30% de la economía mundial: por lo tanto, existe mayor dependencia a los productos chinos en el mercado internacional. Por esta razón el impacto del coronavirus es catastrófico, no solo para desacelerar el crecimiento económico chino.

En medio de esta crisis, México podría aprovechar que China no está vendiendo muchas manufacturas a Estados Unidos. Por otro lado, la guerra comercial entre Estados Unidos y China puede ser otro factor en el rubro económico que podría traer ventajas a Estados Unidos. El secretario de Comercio de Estados Unidos Wilbur Ross mencionó que esta crisis sanitaria podría ofrecer un beneficio para la economía de Estados Unidos acelerando el empleo como consecuencias del regreso de los fabricantes estadounidenses de China e incluso mencionó que México también se podría ver beneficiado.

Sin embargo, las epidemias por virus como la influenza y los tipos de coronavirus estarán cada vez más presentes amenazando la seguridad humana. La pregunta aquí sería sí los Estados están preparados para enfrentar las contingencias acontecidas por los virus. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos estima que el surgimiento de pandemias en el siglo XXI, costarán a la economía global al menos 6 billones de dólares. Afortunadamente la respuesta de la Organización Mundial de la Salud, y de las grandes compañías de laboratorios farmacéuticos ha sido buena ya que han estado trabajando para frenar la epidemia tanto con estrategias para frenar el contagio como para la búsqueda de una vacuna.

Mientras eso tiene lugar, la economía china se ve mermada en primer lugar por la falta de consumo en parte por la prohibición de salir de los hogares y por el aislamiento de Wuhan y otras ciudades chinas. Las grandes cadenas de franquicias están cerradas. Starbucks y McDonald's han tenido que cerrar varios restaurantes en China. De acuerdo a la agencia Standard & Poor's los gastos de consumo, especialmente en transporte y diversión, han caído un 10% y el crecimiento del PIB de China podría quedar mermado en alrededor de 1.2 puntos.

En segundo lugar, está el turismo que fue muy afectado ya que la crisis surgió durante el Año Nuevo Lunar, la mayor festividad china. En esta festividad los ciudadanos regresan al pueblo natal para festejar en familia. Tristemente muchos no pudieron estar en familia como cada año y las noticias internacionales nos mostraban imágenes de las carreteras con decenas de casetas de cobro hasta el tope y kilómetros de autos varados, las estaciones de tren y avión abarrotadas. Esta vez las imágenes fueron desoladoras; aunado a ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios Estados y organizaciones Internacionales también emitieron comunicados aconsejando no viajar a China.

Las cancelaciones y la nula afluencia de turistas a China, ha pegado muy fuerte en el turismo de aquel país. Las acciones del grupo aéreo IAG, que integran British Airways, Iberia, Air Lingus, Level y Vuelong, lideran las pérdidas en la bolsa española, el IBEX 35.

En tercer lugar están las manufacturas y productos chinos que no mucha gente quiere comprar. Tiendas en línea como Amazon han tenido pérdidas y se ha generado una desconfianza por los productos que vienen de aquel país.

Como punto final, aunque no en China; pero si en la región, están los Juegos Olímpicos. Toshiro Muto, director ejecutivo del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 dijo que estar extremadamente preocupado de que la propagación de la enfermedad infecciosa pueda perjudicar la realización de los Juegos. Se tuvo que limitar parcialmente la participación de corredores en un maratón internacional que se llevó a cabo en el archipiélago nipón. Esto causó mucha preocupación a nivel mundial porque todo mundo espera la realización de la justa olímpica. Sería una lástima que se tuvieran que aplazar o cancelar dicho evento deportivo.

Si comparamos la crisis china del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) de 2003, con el COVIT-19 encontramos una gran diferencia. El SARS causó menos daño económico de lo esperado la economía global. Se perdieron aproximadamente 40.000 millones de dólares y mucho menos vidas de las que ha causado el COVIT- 19.

Si bien China nos ha demostrado que está preparado con infraestructura y experiencia debido a la anterior crisis, está nueva, es superior. De haber surgido en otro país pudo haber sido peor. Son pocos los países que tienen la capacidad para construir un hospital en nueve días como lo hicieron ellos. La capacidad económica, la experiencia con el SARS, el control gubernamental, el apoyo de la OMS con autoridades sanitarias chinas han sido los puntos que han permitido que la situación pueda estar controlada, aunque no erradicada.

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