/ viernes 18 de junio de 2021

El debate nacional

En los últimos días ha ocupado la atención de los medios y de la sociedad el regreso a clases presenciales, muchos de los planteamientos han sido con miras al inicio del próximo ciclo escolar en agosto. Esto ha generado toda naturaleza de opiniones y criterios; en el tema convergen desde las emociones, los temores, las esperanzas y expectativas así como los elementos pedagógicos, operativos, de cooperación interinstitucional, salud y finanzas públicas.

El tema del regreso a clases no se trata de la reapertura únicamente en las escuelas, es sobre cuál es nuestra ruta para mitigar los impactos de la pandemia, cómo vamos a recuperar aprendizajes que no se lograron en la actividad a distancia y que en muchos casos tiene un efecto acumulativo, es decir, que lo que no se aprendió impacta en otras lecciones sucesivas, lo que no se puede atender en un proceso lineal de regularización.

En la parte sicosocioemocional representará un reto que va desde el manejo de pérdidas, posibles problemas de conducta y un proceso de adaptación a las clases presenciales. A esto se suman los retos de infraestructura en escuelas y aspectos sociales específicos como políticas de equidad y atención a huérfanos. Todo esto tiene que ser expresado en materiales, capacitación docente, programas federales e integrarse en una ruta clara, sólida y coherente.

Dewey en su obra “Mi credo Pedagógico”, señala que la educación es el método fundamental del progreso, la solución a los problemas nacionales pasa siempre por la educación. El futuro de esta generación que no solo estará marcada por la pandemia, también por la esperanza, determinación, el autocuidado, la solidaridad y el esfuerzo, estará determinado por lo que hagamos en los próximos meses.

La educación puede y debe ser el punto de encuentro donde se inicie un proceso de reconciliación nacional para construir el futuro. Con consensos y armonía como fue el caso de las consultas para el regreso presencial para el fin del ciclo en la Ciudad de México. De trabajo colectivo como fueron las actividades de mantenimiento donde se sumó el Gobierno de la Ciudad, Alcaldías, familias y empresas. La educación será sin duda el eje del debate nacional. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez


En los últimos días ha ocupado la atención de los medios y de la sociedad el regreso a clases presenciales, muchos de los planteamientos han sido con miras al inicio del próximo ciclo escolar en agosto. Esto ha generado toda naturaleza de opiniones y criterios; en el tema convergen desde las emociones, los temores, las esperanzas y expectativas así como los elementos pedagógicos, operativos, de cooperación interinstitucional, salud y finanzas públicas.

El tema del regreso a clases no se trata de la reapertura únicamente en las escuelas, es sobre cuál es nuestra ruta para mitigar los impactos de la pandemia, cómo vamos a recuperar aprendizajes que no se lograron en la actividad a distancia y que en muchos casos tiene un efecto acumulativo, es decir, que lo que no se aprendió impacta en otras lecciones sucesivas, lo que no se puede atender en un proceso lineal de regularización.

En la parte sicosocioemocional representará un reto que va desde el manejo de pérdidas, posibles problemas de conducta y un proceso de adaptación a las clases presenciales. A esto se suman los retos de infraestructura en escuelas y aspectos sociales específicos como políticas de equidad y atención a huérfanos. Todo esto tiene que ser expresado en materiales, capacitación docente, programas federales e integrarse en una ruta clara, sólida y coherente.

Dewey en su obra “Mi credo Pedagógico”, señala que la educación es el método fundamental del progreso, la solución a los problemas nacionales pasa siempre por la educación. El futuro de esta generación que no solo estará marcada por la pandemia, también por la esperanza, determinación, el autocuidado, la solidaridad y el esfuerzo, estará determinado por lo que hagamos en los próximos meses.

La educación puede y debe ser el punto de encuentro donde se inicie un proceso de reconciliación nacional para construir el futuro. Con consensos y armonía como fue el caso de las consultas para el regreso presencial para el fin del ciclo en la Ciudad de México. De trabajo colectivo como fueron las actividades de mantenimiento donde se sumó el Gobierno de la Ciudad, Alcaldías, familias y empresas. La educación será sin duda el eje del debate nacional. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez