/ viernes 30 de octubre de 2020

El derecho a decidir, pero no por el cuerpo de la mujer

por Tania Naanous

El tema del aborto en Estados Unidos de América como en otros lados, genera controversias y divisiones aún dentro de los mismos partidos. La importancia del aborto en las elecciones es crítica, una encuesta de agosto del Pew Research Center encontró que 46% de los partidarios de Donald Trump y 35% de los de Joe Biden señalaron que el aborto es un factor "muy importante" en cómo votarán este año.

Un poco de contexto en este tema, en EU, Roe vs Wade (1973) se le llama al momento en el que la Suprema Corte garantiza el derecho del aborto a nivel nacional. A partir de ello, como contrapeso conservador, en 1984 se introduce por primera vez con el presidente Ronald Reagan “The Global Gag Rule” (GGR) también llamada como “Mexico City Policy”. Esta política es una fuerte declaración del partido republicano en contra del aborto. Esta prohíbe que ninguna organización extranjera que lleve a cabo servicios de aborto, provea recursos en cuestiones de salud, asesoramiento o defensa, pueda acceder a fondos de EU. Esta política ha sido implementada cada que un candidato republicano gana la presidencia.

Por ejemplo, un proyecto basado en Colombia con el objetivo de investigar la desigualdad de género en el país que sea financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (por sus siglas en inglés, USAID) no puede investigar o publicar cifras sobre el aborto en ese país. Otro caso más delicado, si EU manda recursos a Costa Rica, por ejemplo, para apoyar con temas relacionados a la salud, el presupuesto no se puede usar para clínicas que trabajen en realizar abortos.

Biden ha dicho que, de ganar, retiraría la GGR mientras que una victoria de Trump significaría continuar con esta política y peor aún, con la elección de Amy Coney Barret, nueva integrante de la Corte Suprema de Estados Unidos, poner en jaque el derecho al aborto en los propios EU.

Con la GGR, América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas por esta política. El poder de la creciente globalización es tan poderoso que la elección en EUA puede llegar a afectar de manera directa a una mujer embarazada en Panamá, pudiendo morir intentando abortar de manera clandestina e insegura en lugar de tener un aborto seguro en una clínica.

La población estadounidense que salga a votar tiene que tomar una elección en cuanto a este tema. Lamentablemente, la prohibición afecta de manera directa a las mujeres en los países que reciben ayuda humanitaria de EU. Considerando el entorno político del país, esto puede llegar a generar una problemática interna que ponga en peligro el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. La vida de millones de mujeres dentro y fuera de EU está en juego, la elección de una persona podrá cambiar el rumbo de la historia.

por Tania Naanous

El tema del aborto en Estados Unidos de América como en otros lados, genera controversias y divisiones aún dentro de los mismos partidos. La importancia del aborto en las elecciones es crítica, una encuesta de agosto del Pew Research Center encontró que 46% de los partidarios de Donald Trump y 35% de los de Joe Biden señalaron que el aborto es un factor "muy importante" en cómo votarán este año.

Un poco de contexto en este tema, en EU, Roe vs Wade (1973) se le llama al momento en el que la Suprema Corte garantiza el derecho del aborto a nivel nacional. A partir de ello, como contrapeso conservador, en 1984 se introduce por primera vez con el presidente Ronald Reagan “The Global Gag Rule” (GGR) también llamada como “Mexico City Policy”. Esta política es una fuerte declaración del partido republicano en contra del aborto. Esta prohíbe que ninguna organización extranjera que lleve a cabo servicios de aborto, provea recursos en cuestiones de salud, asesoramiento o defensa, pueda acceder a fondos de EU. Esta política ha sido implementada cada que un candidato republicano gana la presidencia.

Por ejemplo, un proyecto basado en Colombia con el objetivo de investigar la desigualdad de género en el país que sea financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (por sus siglas en inglés, USAID) no puede investigar o publicar cifras sobre el aborto en ese país. Otro caso más delicado, si EU manda recursos a Costa Rica, por ejemplo, para apoyar con temas relacionados a la salud, el presupuesto no se puede usar para clínicas que trabajen en realizar abortos.

Biden ha dicho que, de ganar, retiraría la GGR mientras que una victoria de Trump significaría continuar con esta política y peor aún, con la elección de Amy Coney Barret, nueva integrante de la Corte Suprema de Estados Unidos, poner en jaque el derecho al aborto en los propios EU.

Con la GGR, América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas por esta política. El poder de la creciente globalización es tan poderoso que la elección en EUA puede llegar a afectar de manera directa a una mujer embarazada en Panamá, pudiendo morir intentando abortar de manera clandestina e insegura en lugar de tener un aborto seguro en una clínica.

La población estadounidense que salga a votar tiene que tomar una elección en cuanto a este tema. Lamentablemente, la prohibición afecta de manera directa a las mujeres en los países que reciben ayuda humanitaria de EU. Considerando el entorno político del país, esto puede llegar a generar una problemática interna que ponga en peligro el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. La vida de millones de mujeres dentro y fuera de EU está en juego, la elección de una persona podrá cambiar el rumbo de la historia.