/ domingo 22 de septiembre de 2019

El desfile del 16 de septiembre

Hay varios aspectos a destacar de la parada militar del pasado lunes. Sin duda, desde mi punto de vista, fue el observar en la plancha de el Zócalo, los cuatro vehículos blindados y artillados del Ejército Mexicano, la Armada de México, la Fuerza Aérea Mexicana y la Guardia Nacional.

La equiparación es correcta. Hasta el momento un 85 % o más del personal que la integra es militar y en ese sentido, las capacidades de adiestramiento y apoyo a la población en situaciones de peligro/desastre es la misma. Lo que en sí es una buena noticia.

También se debe destacar, que como en su momento en los Desfiles de los ex presidentes Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto e incluso Ernesto Zedillo Ponce de León, la conformación del mismo estuvo en consonancia de las prioridades nacionales e internacionales, como ya se apuntó.

Por ejemplo, en 2003, siendo Secretario de la Defensa Nacional, el General Gerardo Vega García, se observó por primera vez en el contingente, una agrupación especializada en acciones preventivas de actos terroristas. También con el General Guillermo Galván Galván, la marcha de la Policía Federal, así como con el General Salvador Cienfuegos Zepeda, unidades especiales en la contención al crimen organizado.

Ahora con el General Secretario, Luis Crescencio Sandoval González, sin duda la descubierta del Desfile a cargo de la Guardia Nacional, así como el paso de los carros alegóricos a la historia de país y los servicios sociales del gobierno, marcaron lo específico de la ceremonia.

Sin duda que las Fuerzas Armadas a lo largo del desarrollo del país, han acompañado a la población, a las instituciones y a la aplicación del Estado de derecho para hacer de México una Nación próspera y justa. Desde luego que está es una garantía con la que cuentan los gobiernos a nivel federal, estatal y municipal.

Y como un denominador común, la impresionante afluencia de la población desde el inicio hasta el punto final del Desfile. Generaciones van y generaciones vienen, pero la admiración y reconocimiento a las Fuerzas Armadas de México por parte de la sociedad, es una constante que de nuevo vimos en el corazón político del país.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso


Hay varios aspectos a destacar de la parada militar del pasado lunes. Sin duda, desde mi punto de vista, fue el observar en la plancha de el Zócalo, los cuatro vehículos blindados y artillados del Ejército Mexicano, la Armada de México, la Fuerza Aérea Mexicana y la Guardia Nacional.

La equiparación es correcta. Hasta el momento un 85 % o más del personal que la integra es militar y en ese sentido, las capacidades de adiestramiento y apoyo a la población en situaciones de peligro/desastre es la misma. Lo que en sí es una buena noticia.

También se debe destacar, que como en su momento en los Desfiles de los ex presidentes Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto e incluso Ernesto Zedillo Ponce de León, la conformación del mismo estuvo en consonancia de las prioridades nacionales e internacionales, como ya se apuntó.

Por ejemplo, en 2003, siendo Secretario de la Defensa Nacional, el General Gerardo Vega García, se observó por primera vez en el contingente, una agrupación especializada en acciones preventivas de actos terroristas. También con el General Guillermo Galván Galván, la marcha de la Policía Federal, así como con el General Salvador Cienfuegos Zepeda, unidades especiales en la contención al crimen organizado.

Ahora con el General Secretario, Luis Crescencio Sandoval González, sin duda la descubierta del Desfile a cargo de la Guardia Nacional, así como el paso de los carros alegóricos a la historia de país y los servicios sociales del gobierno, marcaron lo específico de la ceremonia.

Sin duda que las Fuerzas Armadas a lo largo del desarrollo del país, han acompañado a la población, a las instituciones y a la aplicación del Estado de derecho para hacer de México una Nación próspera y justa. Desde luego que está es una garantía con la que cuentan los gobiernos a nivel federal, estatal y municipal.

Y como un denominador común, la impresionante afluencia de la población desde el inicio hasta el punto final del Desfile. Generaciones van y generaciones vienen, pero la admiración y reconocimiento a las Fuerzas Armadas de México por parte de la sociedad, es una constante que de nuevo vimos en el corazón político del país.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso