/ viernes 11 de mayo de 2018

El diagnóstico oportuno de tuberculosis en personas diabéticas: ¿es posible? | México es ciencia

La tuberculosis (TB) es la novena causa de muerte a nivel mundial y la principal enfermedad transmisible (contagiosa), la cual se produce después de la entrada de la bacteria Mycobacterium tuberculosis (Mtb) a los pulmones de personas susceptibles, donde puede alojarse de manera definitiva o migrar a otras partes del cuerpo. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy en día muerenen el mundo 16 de cada 100 personas que padecen la enfermedad, y se proyecta que para el año 2020 dicha cifra habrá aumentado 10%. (6) En 80% de los casos, la tuberculosis se presenta como una infección pulmonar con grado variable de daños, dependientes tanto del tipo específico de Mtb que infecta a una persona en específico, como del estado del sistema inmune de cada individuo, el cual se modifica fácilmente ante diversos padecimientos, entre ellos la diabetes mellitus (DM), la desnutrición, el alcoholismo y el VIH/SIDA. (4) En México, anualmente se detectan 15 mil nuevos casos de TB pulmonar, de los cuales 2 mil resultan en defunción. (1)

De los 10.4 millones de casos de TB reportados en el año 2016 en todo el mundo, 15% corresponde a personas con diabetes, puesto que dicha condición incrementa el riesgo de desarrollar la enfermedad. (7) La Federación Internacional de Diabetes (IFD, por sus siglas en inglés) ha predicho que durante los próximos 20 años, el número de personas con diabetes se incrementará en 55% a nivel mundial, agraviando de forma importante la incidencia de TB en la población global. (3)

La OMS ha declarado a la diabetes mellitus (DM) como una epidemia global causante de 80% de las muertes en países bajos y medios, entre ellos, México. La prevalencia de diabetes ha incrementado severamente de 151 millones de casos estimados en el año 2000, a 382 millones en 2013, proyectando que para el año 2035 alcanzará 592 millones casos de DM en el mundo. El control inadecuado de diabetes da lugar a múltiples complicaciones que incluyen enfermedades vasculares, neuropatías y una amplia susceptibilidad a infecciones.

Se ha observado que las personas que padecen simultáneamente TB y DM requieren mayores dosis de insulina (respecto a la dosis normal) para controlar sus niveles de azúcar en la sangre. Además, se prolonga el tiempo en que la Mtb está presente en las secreciones producidas durante episodios de tos de estos pacientes, lo que trae como consecuencia una mayor probabilidad de ser capaces de transmitir la TB a otras personas. Aunado a lo anterior, se incrementa la probabilidad de que el tratamiento antituberculoso falle en pacientes diabéticos respecto a los no diabéticos, y que la duración del tratamiento para la TB se prolongue en pacientes con esa condición. (4)

Por todo lo que lo anterior implica para la calidad de vida de las personas con DM, es importante una revisión frecuente del estado general de salud de las mismas, y una atención especial a la posibilidad de infección con cualquier microrganismo que aproveche las defensas disminuidas que esos individuos presentan. En este sentido, la prueba tradicional para suponer una infección por M. tuberculosis en personas que no muestran la enfermedad es mediante la aplicación, en el antebrazo, de una inyección que contiene una mezcla de proteínas (PPD o tuberculina), la cual conduce en un plazo de 2-3 días a una inflamación (hinchazón) variable en los casos de contacto con Mtb o bacterias relacionadas (incluyendo la vacuna BCG), lo que puede llevar a una idea equivocada de enfermedad, ausente cuando no ha habido contagio o, en el peor escenario, si la persona no es capaz de reaccionar ante la infección, esto podría tomarse erróneamente como prueba de buena salud. Desde luego, la inflamación y posible picazón o ardor en la zona de reacción son consecuencias que desaparecen regularmente en menos de una semana y, si bien son leves, no dejan de ser incómodas a quienes se les aplica esta prueba.

En la actualidad, están disponibles otras pruebas diagnósticas que se basan en combinar una muestra de sangre obtenida de la persona que se desea evaluar con un grupo específico de proteínas obtenidas de Mtb, las cuales están ausentes de bacterias relacionadas, ayudando a un diagnóstico más preciso (reduce los falsos positivos). Después de que ocurre la mezcla, se forma un compuesto (interferón γ) que se cuantifica y, dependiendo de la cantidad producida, se determina si se considera reacción positiva o negativa y el diagnóstico de infección o ausencia de ésta. Una de las pruebas basadas en este principio es la de nombre comercial Quantiferon®, la cual se encontró que en algunas personas con DM podrían dar resultados falsos negativos, principalmente, en personas donde Mtb no se encontraba en sus secreciones expectoradas, mientras que la prueba de tuberculina no se afectaba fuertemente por la presencia o no de DM. (2)

Debido a estos resultados, y que no hay método diagnóstico que sea específico para casos de TB-DM, nosotros estamos siguiendo una estrategia descrita recientemente, (5) que permite buscar en todos las proteínas de Mtb, cuáles de ellas serían específicamente reconocidas por moléculas de defensa (anticuerpos) presentes en la sangre de estos pacientes. Con los resultados de este proyecto esperamos contribuir al diagnóstico oportuno de tuberculosis en personas diabéticas, de modo que con ello se inicie rápidamente el tratamiento anti-TB y sea así una opción para reducir complicaciones de tratamiento de estas enfermedades.

*El Dr. Mario Alberto Flores Valdez es investigador titular C en Biotecnología Médica y Farmacéutica; es doctor en ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México y tiene un postdoctorado en Stanford University, Estados Unidos. Tiene diez años como investigador titular en Ciatej, donde trabaja diversos proyectos sobre tuberculosis. Contacto: floresv@ciatej.mx

*La M. en C. Wendy López Romero es estudiante del Doctorado en Innovación Biotecnológica, maestra en Ciencias por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), A. C. Contacto: welopez_al@ciatej.edu.mx

*El Q. F. B. Michel de Jesús Aceves Sánchez es estudiante de la Maestría en Innovación Biotecnológica, químico farmacéutico y biólogo por la Universidad de Guadalajara. Correo:micaceves_al@ciatej.edu.mx

*Contacto: Jesús Fuentes González, Oficina de Difusión y Divulgación del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) A. C., en la dirección electrónica jfuentes@ciatej.mx.

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La tuberculosis (TB) es la novena causa de muerte a nivel mundial y la principal enfermedad transmisible (contagiosa), la cual se produce después de la entrada de la bacteria Mycobacterium tuberculosis (Mtb) a los pulmones de personas susceptibles, donde puede alojarse de manera definitiva o migrar a otras partes del cuerpo. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy en día muerenen el mundo 16 de cada 100 personas que padecen la enfermedad, y se proyecta que para el año 2020 dicha cifra habrá aumentado 10%. (6) En 80% de los casos, la tuberculosis se presenta como una infección pulmonar con grado variable de daños, dependientes tanto del tipo específico de Mtb que infecta a una persona en específico, como del estado del sistema inmune de cada individuo, el cual se modifica fácilmente ante diversos padecimientos, entre ellos la diabetes mellitus (DM), la desnutrición, el alcoholismo y el VIH/SIDA. (4) En México, anualmente se detectan 15 mil nuevos casos de TB pulmonar, de los cuales 2 mil resultan en defunción. (1)

De los 10.4 millones de casos de TB reportados en el año 2016 en todo el mundo, 15% corresponde a personas con diabetes, puesto que dicha condición incrementa el riesgo de desarrollar la enfermedad. (7) La Federación Internacional de Diabetes (IFD, por sus siglas en inglés) ha predicho que durante los próximos 20 años, el número de personas con diabetes se incrementará en 55% a nivel mundial, agraviando de forma importante la incidencia de TB en la población global. (3)

La OMS ha declarado a la diabetes mellitus (DM) como una epidemia global causante de 80% de las muertes en países bajos y medios, entre ellos, México. La prevalencia de diabetes ha incrementado severamente de 151 millones de casos estimados en el año 2000, a 382 millones en 2013, proyectando que para el año 2035 alcanzará 592 millones casos de DM en el mundo. El control inadecuado de diabetes da lugar a múltiples complicaciones que incluyen enfermedades vasculares, neuropatías y una amplia susceptibilidad a infecciones.

Se ha observado que las personas que padecen simultáneamente TB y DM requieren mayores dosis de insulina (respecto a la dosis normal) para controlar sus niveles de azúcar en la sangre. Además, se prolonga el tiempo en que la Mtb está presente en las secreciones producidas durante episodios de tos de estos pacientes, lo que trae como consecuencia una mayor probabilidad de ser capaces de transmitir la TB a otras personas. Aunado a lo anterior, se incrementa la probabilidad de que el tratamiento antituberculoso falle en pacientes diabéticos respecto a los no diabéticos, y que la duración del tratamiento para la TB se prolongue en pacientes con esa condición. (4)

Por todo lo que lo anterior implica para la calidad de vida de las personas con DM, es importante una revisión frecuente del estado general de salud de las mismas, y una atención especial a la posibilidad de infección con cualquier microrganismo que aproveche las defensas disminuidas que esos individuos presentan. En este sentido, la prueba tradicional para suponer una infección por M. tuberculosis en personas que no muestran la enfermedad es mediante la aplicación, en el antebrazo, de una inyección que contiene una mezcla de proteínas (PPD o tuberculina), la cual conduce en un plazo de 2-3 días a una inflamación (hinchazón) variable en los casos de contacto con Mtb o bacterias relacionadas (incluyendo la vacuna BCG), lo que puede llevar a una idea equivocada de enfermedad, ausente cuando no ha habido contagio o, en el peor escenario, si la persona no es capaz de reaccionar ante la infección, esto podría tomarse erróneamente como prueba de buena salud. Desde luego, la inflamación y posible picazón o ardor en la zona de reacción son consecuencias que desaparecen regularmente en menos de una semana y, si bien son leves, no dejan de ser incómodas a quienes se les aplica esta prueba.

En la actualidad, están disponibles otras pruebas diagnósticas que se basan en combinar una muestra de sangre obtenida de la persona que se desea evaluar con un grupo específico de proteínas obtenidas de Mtb, las cuales están ausentes de bacterias relacionadas, ayudando a un diagnóstico más preciso (reduce los falsos positivos). Después de que ocurre la mezcla, se forma un compuesto (interferón γ) que se cuantifica y, dependiendo de la cantidad producida, se determina si se considera reacción positiva o negativa y el diagnóstico de infección o ausencia de ésta. Una de las pruebas basadas en este principio es la de nombre comercial Quantiferon®, la cual se encontró que en algunas personas con DM podrían dar resultados falsos negativos, principalmente, en personas donde Mtb no se encontraba en sus secreciones expectoradas, mientras que la prueba de tuberculina no se afectaba fuertemente por la presencia o no de DM. (2)

Debido a estos resultados, y que no hay método diagnóstico que sea específico para casos de TB-DM, nosotros estamos siguiendo una estrategia descrita recientemente, (5) que permite buscar en todos las proteínas de Mtb, cuáles de ellas serían específicamente reconocidas por moléculas de defensa (anticuerpos) presentes en la sangre de estos pacientes. Con los resultados de este proyecto esperamos contribuir al diagnóstico oportuno de tuberculosis en personas diabéticas, de modo que con ello se inicie rápidamente el tratamiento anti-TB y sea así una opción para reducir complicaciones de tratamiento de estas enfermedades.

*El Dr. Mario Alberto Flores Valdez es investigador titular C en Biotecnología Médica y Farmacéutica; es doctor en ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México y tiene un postdoctorado en Stanford University, Estados Unidos. Tiene diez años como investigador titular en Ciatej, donde trabaja diversos proyectos sobre tuberculosis. Contacto: floresv@ciatej.mx

*La M. en C. Wendy López Romero es estudiante del Doctorado en Innovación Biotecnológica, maestra en Ciencias por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), A. C. Contacto: welopez_al@ciatej.edu.mx

*El Q. F. B. Michel de Jesús Aceves Sánchez es estudiante de la Maestría en Innovación Biotecnológica, químico farmacéutico y biólogo por la Universidad de Guadalajara. Correo:micaceves_al@ciatej.edu.mx

*Contacto: Jesús Fuentes González, Oficina de Difusión y Divulgación del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) A. C., en la dirección electrónica jfuentes@ciatej.mx.

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