/ viernes 24 de mayo de 2019

El diálogo

Esta semana el presidente López Obrador se reunió con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con esto se continúa un proceso de diálogo, pacificación, reconciliación y concordia del sector educativo.

El diálogo entre los que piensan igual, las unanimidades y los similares, siempre es fácil, lo complicado y lo difícil es mantener la comunicación frente al que no comparte, al que difiere. Esto no es sólo un ejercicio de paciencia, es de principios, de tener como dogma de fe la tolerancia, el respeto y como virtud personal la paciencia, descripción que pinta al presidente López Obrador y al secretario Esteban Moctezuma.

El nuevo acuerdo educativo ha tenido un apoyo extraordinario, se aprobó por mayoría calificada y los congresos locales, incluyendo Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero, la mayoría de ellos sin votaciones significativas en contra. El diálogo se mantiene como parte de un proceso más amplio.

La ruta aún es larga, faltan las leyes secundarias, materializar las aspiraciones de la ley en planes, políticas, programas federales y guías operativas que se reflejarán en el próximo ciclo escolar, todo esto se tiene que hacer con la comunidad educativa, en especial con los maestros.

No dejan de llamar la atención los extravíos y los extraviados que cuestionan el valor pedagógico y la utilidad de la reforma en el futuro, la realidad es que crea un sistema funcional, pacifica y armoniza a la comunidad educativa y esa es la base de un método eficaz, funcional y que genera condiciones para el aprendizaje de las y los educandos.

Algo hay que recordarle a los extraviados, a los que critican la reunión del Presidente con el Sindicato y la Coordinadora. ¿Y qué es lo otro? Lo otro es que la fórmula de gobiernos anteriores, sin diálogo, sin oficio, el acto de autoridad por sí mismo, no resultó.

¿Por qué repetir un modelo que ya probó que no funcionó? El diálogo es cansado, difícil, pero es la única vía en una democracia.

@LuisH_Fernandez

Esta semana el presidente López Obrador se reunió con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con esto se continúa un proceso de diálogo, pacificación, reconciliación y concordia del sector educativo.

El diálogo entre los que piensan igual, las unanimidades y los similares, siempre es fácil, lo complicado y lo difícil es mantener la comunicación frente al que no comparte, al que difiere. Esto no es sólo un ejercicio de paciencia, es de principios, de tener como dogma de fe la tolerancia, el respeto y como virtud personal la paciencia, descripción que pinta al presidente López Obrador y al secretario Esteban Moctezuma.

El nuevo acuerdo educativo ha tenido un apoyo extraordinario, se aprobó por mayoría calificada y los congresos locales, incluyendo Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero, la mayoría de ellos sin votaciones significativas en contra. El diálogo se mantiene como parte de un proceso más amplio.

La ruta aún es larga, faltan las leyes secundarias, materializar las aspiraciones de la ley en planes, políticas, programas federales y guías operativas que se reflejarán en el próximo ciclo escolar, todo esto se tiene que hacer con la comunidad educativa, en especial con los maestros.

No dejan de llamar la atención los extravíos y los extraviados que cuestionan el valor pedagógico y la utilidad de la reforma en el futuro, la realidad es que crea un sistema funcional, pacifica y armoniza a la comunidad educativa y esa es la base de un método eficaz, funcional y que genera condiciones para el aprendizaje de las y los educandos.

Algo hay que recordarle a los extraviados, a los que critican la reunión del Presidente con el Sindicato y la Coordinadora. ¿Y qué es lo otro? Lo otro es que la fórmula de gobiernos anteriores, sin diálogo, sin oficio, el acto de autoridad por sí mismo, no resultó.

¿Por qué repetir un modelo que ya probó que no funcionó? El diálogo es cansado, difícil, pero es la única vía en una democracia.

@LuisH_Fernandez