/ lunes 7 de mayo de 2018

El enorme reto de ser madre

Tomar la decisión de ser madre es una experiencia transformadora. En México la maternidad como un asunto público, muchas veces es reducido a la asistencia sanitaria durante el embarazo o el parto, sin embargo, poco se habla de los enormes retos que como mujeres enfrentemos al tener hijos. En los espacios públicos, las madres seguimos estando lejos de ser vistas como sujetas de derecho, y ante esto, existen grandes deficiencias en las políticas públicas que se suponen atendernos, y por ende una grave discriminación que violenta nuestros derechos

En nuestro país, más de la mitad de la población (64%) somos mujeres, es decir, poco más de 61 millones. De éstas, según cifras del INEGI, ¡48.7 millones somos madres de al menos un hijo!

Uno de los terribles rasgos de la maternidad en México, es su estrecho vínculo con la falta de oportunidades que enfrenta esta condición. Casi 8 de cada 10 madres en el país, no cuentan con educación básica, mientras que sólo 1 de cada 10 tiene estudios universitarios.

A pesar de esto, datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), arrojan que la tasa de participación económica de las mujeres madres con pareja, mayores de 15 es de hasta el 44.1%, mientras que en el caso de las madres solteras, es del 72%. Cada vez más mamás se unen al mercado laboral, ya sea por necesidad, o por deseos de éxito profesional

Sin embargo, en México sólo del 10 al 32% de las mujeres trabajadoras cuenta con algún tipo de protección social durante la maternidad, una cifra que contrasta frente a lo que ocurre en otros países de América Latina como Brasil, Colombia, Venezuela y Perú que cubren de 33 a 65%, o Chile que cuenta con una cobertura del 66 al 89%, con base en el estudio La maternidad y paternidad en el trabajo, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se examina la legislación en esta materia en 185 países.

En este mismo contexto, destaca por ejemplo, que entre las principales causas por las que mujeres son discriminadas, es por estar embarazadas, así lo señala el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), que desde 2011 a enero de 2018 ha registrado poco más de 2 mil 700 quejas presentadas por personas del sexo femenino. Se calcula que a nivel mundial, al menos 60 mil mujeres al año pierden su empleo debido a la discriminación por embarazo, sin contar los casos de degradación, acoso o invalidez para promoción a cargos superiores debido a la maternidad.

México no forma parte del 53% de las naciones que respetan el mínimo de semanas de incapacidad, que se establece en 14, con base en los lineamientos planteados en el Convenio sobre protección de la maternidad, en el año 2000.

Por esa razón, es que en esta LXIII Legislatura, he impulsado en al menos unas 5 ocasiones a través de iniciativas, y proposiciones, diversas modificaciones al marco jurídico en la materia, pues es urgente el Estado haga lo posible por atender las necesidades de las millones de mujeres madres.

A pesar de estos esfuerzos, estas iniciativas y otras como las enfocadas a promover la lactancia materna, que implica en los hechos garantizar los descansos y los espacios apropiados en los espacios laborales, siguen en la congeladora ante una terrible falta de sensibilidad de algunos grupos parlamentarios.

La apabullante cifra de mujeres que somos madres, deja en claro que la maternidad está pasando desapercibida por las autoridades, por la sociedad, y por las propias parejas. Es urgente un acompañamiento integral para esta hermosa experiencia, uno que considere aspectos básicos, pero también atención en casos de madres con discapacidad, o madres de hijos con estas condiciones. Celebremos a las madres y a la maternidad exigiendo nuestros derechos.

Diputada por Movimiento Ciudadano

Tomar la decisión de ser madre es una experiencia transformadora. En México la maternidad como un asunto público, muchas veces es reducido a la asistencia sanitaria durante el embarazo o el parto, sin embargo, poco se habla de los enormes retos que como mujeres enfrentemos al tener hijos. En los espacios públicos, las madres seguimos estando lejos de ser vistas como sujetas de derecho, y ante esto, existen grandes deficiencias en las políticas públicas que se suponen atendernos, y por ende una grave discriminación que violenta nuestros derechos

En nuestro país, más de la mitad de la población (64%) somos mujeres, es decir, poco más de 61 millones. De éstas, según cifras del INEGI, ¡48.7 millones somos madres de al menos un hijo!

Uno de los terribles rasgos de la maternidad en México, es su estrecho vínculo con la falta de oportunidades que enfrenta esta condición. Casi 8 de cada 10 madres en el país, no cuentan con educación básica, mientras que sólo 1 de cada 10 tiene estudios universitarios.

A pesar de esto, datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), arrojan que la tasa de participación económica de las mujeres madres con pareja, mayores de 15 es de hasta el 44.1%, mientras que en el caso de las madres solteras, es del 72%. Cada vez más mamás se unen al mercado laboral, ya sea por necesidad, o por deseos de éxito profesional

Sin embargo, en México sólo del 10 al 32% de las mujeres trabajadoras cuenta con algún tipo de protección social durante la maternidad, una cifra que contrasta frente a lo que ocurre en otros países de América Latina como Brasil, Colombia, Venezuela y Perú que cubren de 33 a 65%, o Chile que cuenta con una cobertura del 66 al 89%, con base en el estudio La maternidad y paternidad en el trabajo, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se examina la legislación en esta materia en 185 países.

En este mismo contexto, destaca por ejemplo, que entre las principales causas por las que mujeres son discriminadas, es por estar embarazadas, así lo señala el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), que desde 2011 a enero de 2018 ha registrado poco más de 2 mil 700 quejas presentadas por personas del sexo femenino. Se calcula que a nivel mundial, al menos 60 mil mujeres al año pierden su empleo debido a la discriminación por embarazo, sin contar los casos de degradación, acoso o invalidez para promoción a cargos superiores debido a la maternidad.

México no forma parte del 53% de las naciones que respetan el mínimo de semanas de incapacidad, que se establece en 14, con base en los lineamientos planteados en el Convenio sobre protección de la maternidad, en el año 2000.

Por esa razón, es que en esta LXIII Legislatura, he impulsado en al menos unas 5 ocasiones a través de iniciativas, y proposiciones, diversas modificaciones al marco jurídico en la materia, pues es urgente el Estado haga lo posible por atender las necesidades de las millones de mujeres madres.

A pesar de estos esfuerzos, estas iniciativas y otras como las enfocadas a promover la lactancia materna, que implica en los hechos garantizar los descansos y los espacios apropiados en los espacios laborales, siguen en la congeladora ante una terrible falta de sensibilidad de algunos grupos parlamentarios.

La apabullante cifra de mujeres que somos madres, deja en claro que la maternidad está pasando desapercibida por las autoridades, por la sociedad, y por las propias parejas. Es urgente un acompañamiento integral para esta hermosa experiencia, uno que considere aspectos básicos, pero también atención en casos de madres con discapacidad, o madres de hijos con estas condiciones. Celebremos a las madres y a la maternidad exigiendo nuestros derechos.

Diputada por Movimiento Ciudadano