/ viernes 11 de noviembre de 2022

El Espectador | El acuerdo de Sheinbaum y el Cuau 

La victoria de Morena en la elección presidencial del 2024 está prácticamente asegurada, pero no así el triunfo en la capital del país, donde la oposición gobierna en casi la mitad del territorio y las clases medias siguen rechazando las promesas y posturas del presidente Andrés Manuel López Obrador y, por consecuencia, de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. En este escenario, resultaba por demás atractivo contar con el apoyo para hacer campaña de uno de los ídolos deportivos más identificados con la Ciudad de México: el oriundo del barrio bravo de Tepito Cuauhtémoc Blanco, exfutbolista del Club América y de la selección de futbol nacional, y ahora gobernador del estado de Morelos.

La presencia del Cuau en mítines de Sheinbaum y de los candidatos de Morena para el gobierno y las alcaldías de la capital estaba pactada, muy platicada. A cambio, la aspirante a la presidencia de la República tendría que hacerle un pequeño favor, ayudarle a deshacerse del incómodo Fiscal de Morelos. Uriel Carmona Gándara, el Fiscal, ha mantenido una pugna con Blanco desde inicios de su sexenio. Fue una herencia del exgobernador Graco Ramírez y, con el paso del tiempo, se ha convertido en un peligro para la prevalencia de Morena y del Partido Encuentro Social en la entidad, con la apertura de carpetas de investigación que vinculan al gobernador con el crimen organizado.

La destitución de este personaje parecía una tarea sencilla, mucho más cuando llegó a las manos de las autoridades capitalinas el caso de Ariadna Fernanda. Al interior de la cuatro hablan de omisiones de la Fiscalía morelense sobre un caso que, con la revisión de los videos, parecía de una muy sencilla resolución, y de un muy alto valor político.

Sheinbaum no lo pensó dos veces, se subió a una estrategia que prometía resultados redondos, positivos desde todos los enfoques: se exhibía la eficacia de la Fiscalía de Ernestina Godoy. Se le daba el tiro de gracia al Fiscal incómodo del gobernador Cuauhtémoc Blanco, y se posicionaba a la jefa de Gobierno como una defensora de la justicia y de las mujeres, lista para convertirse en presidenta.

Las cosas, sin embargo, no han salido del todo como se planearon, pues la Fiscalía en el estado de Morelos no está dispuesta a perder tan fácil la batalla. Y hablamos de la Fiscalía porque la desacreditación de peritajes que hizo la jefa de Gobierno capitalina no se limitó a un personaje, sino a toda la institución que realizó el trabajo. La respuesta que Jazmín Herrera Soto, Médico Legista de la Fiscalía de Morelos, emitió en las últimas horas no contiene imágenes pero, por la solidez del perfil y términos técnicos, parece ser contundente, lo que complica cada vez más la resolución del caso de Ariadna Fernanda, que se ha convertido en el centro de atención a nivel nacional. Más allá del tema político y de la caída de una candidatura presidencial, preocupa el hecho de que en el país sigan falleciendo mujeres. Más que un fiscal o un proyecto político, éste es el problema que se debe erradicar. Pero en serio, no pensando en lanzar discursos y ataques para cosechar votos.

La victoria de Morena en la elección presidencial del 2024 está prácticamente asegurada, pero no así el triunfo en la capital del país, donde la oposición gobierna en casi la mitad del territorio y las clases medias siguen rechazando las promesas y posturas del presidente Andrés Manuel López Obrador y, por consecuencia, de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. En este escenario, resultaba por demás atractivo contar con el apoyo para hacer campaña de uno de los ídolos deportivos más identificados con la Ciudad de México: el oriundo del barrio bravo de Tepito Cuauhtémoc Blanco, exfutbolista del Club América y de la selección de futbol nacional, y ahora gobernador del estado de Morelos.

La presencia del Cuau en mítines de Sheinbaum y de los candidatos de Morena para el gobierno y las alcaldías de la capital estaba pactada, muy platicada. A cambio, la aspirante a la presidencia de la República tendría que hacerle un pequeño favor, ayudarle a deshacerse del incómodo Fiscal de Morelos. Uriel Carmona Gándara, el Fiscal, ha mantenido una pugna con Blanco desde inicios de su sexenio. Fue una herencia del exgobernador Graco Ramírez y, con el paso del tiempo, se ha convertido en un peligro para la prevalencia de Morena y del Partido Encuentro Social en la entidad, con la apertura de carpetas de investigación que vinculan al gobernador con el crimen organizado.

La destitución de este personaje parecía una tarea sencilla, mucho más cuando llegó a las manos de las autoridades capitalinas el caso de Ariadna Fernanda. Al interior de la cuatro hablan de omisiones de la Fiscalía morelense sobre un caso que, con la revisión de los videos, parecía de una muy sencilla resolución, y de un muy alto valor político.

Sheinbaum no lo pensó dos veces, se subió a una estrategia que prometía resultados redondos, positivos desde todos los enfoques: se exhibía la eficacia de la Fiscalía de Ernestina Godoy. Se le daba el tiro de gracia al Fiscal incómodo del gobernador Cuauhtémoc Blanco, y se posicionaba a la jefa de Gobierno como una defensora de la justicia y de las mujeres, lista para convertirse en presidenta.

Las cosas, sin embargo, no han salido del todo como se planearon, pues la Fiscalía en el estado de Morelos no está dispuesta a perder tan fácil la batalla. Y hablamos de la Fiscalía porque la desacreditación de peritajes que hizo la jefa de Gobierno capitalina no se limitó a un personaje, sino a toda la institución que realizó el trabajo. La respuesta que Jazmín Herrera Soto, Médico Legista de la Fiscalía de Morelos, emitió en las últimas horas no contiene imágenes pero, por la solidez del perfil y términos técnicos, parece ser contundente, lo que complica cada vez más la resolución del caso de Ariadna Fernanda, que se ha convertido en el centro de atención a nivel nacional. Más allá del tema político y de la caída de una candidatura presidencial, preocupa el hecho de que en el país sigan falleciendo mujeres. Más que un fiscal o un proyecto político, éste es el problema que se debe erradicar. Pero en serio, no pensando en lanzar discursos y ataques para cosechar votos.