/ lunes 13 de julio de 2020

El Espectador | García Luna no saldrá de prisión pronto

“Por este conducto se hace constar que el 26 de junio del 2015, atendí en el consultorio del suscrito al ING GENARO G, por un cuadro respiratorio caracterizado por tos, expectoración escasa blanquecina, leve dificultad respiratoria y sibilancias ocasionales, lo refiere posterior a la exposición al aire acondicionado: se precribieron Broncodilatadores: Bromuro de Ipatropio por tres dias (Atrovent) y Aclidinium por seis semanas (Eklira Genuair) además de sintomáticos (Ibuprofeno y Vartalon). Se extiende la presente a solicitud de su esposa , como constancia de atención del suscrito por cuadro respiratorio”.

El paciente es Genaro García Luna y el médico Enrique Herrera Ascencio, quien firma como especialista en Cirugía General y Laparoscopia del Hospital Ángeles del Pedregal. Eso dice el comprobante médico, elaborado el pasado 24 de marzo, y entregado por la firma legal de César de Castro al Juez Brian M. Cogan, de la Corte del Este de Nueva York, en Brooklyn.

“La liberación pendiente del juicio del Sr. García Luna también es necesaria para proteger su salud física a la luz de la devastadora carga que la pandemia Covid-19 está teniendo en el mundo y ciertamente afectará a la comunidad de detenidos en el Centro de Detención Metropolitano donde se encuentra el Sr. García Luna alojado”, escribe César de Castro solicitando al Juez la liberación del mexicano. “Los reclusos en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), un centro de detención preventiva masiva que alberga a aproximadamente mil 700 personas, corren un grave riesgo de contraer el virus. La atención médica en el MDC ha fallado reiteradamente en abordar adecuadamente incluso las condiciones médicas de rutina, en tiempos de crisis, la atención médica en el centro se detuvo por completo. Sólo hay tres médicos en MDC disponibles”.

El abogado le dice a Cogan que el paquete de fianza propuesto anteriormente (unos dos millones de dólares) es más que suficiente para garantizar la comparecencia de García Luna. “Su liberación temporal es necesaria para proteger su salud física”, insiste De Castro.

El Juez Cogan respondió que si es declarado culpable, García Luna enfrenta una pena mínima de 10 años. Aunque no se descarta cadena perpetua. “Aunque el acusado puede estar en desacuerdo con esta evaluación, es indiscutible que podría ser confinado por un período de tiempo significativo si hay una condena. En otras palabras, hay un fuerte incentivo para huir”, escribió el Juez. “También he considerado el peso de la evidencia contra el acusado. Se espera que numerosos testigos cooperantes, incluidos varios ex miembros de alto rango del Cártel de Sinaloa, testifiquen que el acusado aceptó millones de dólares en sobornos a cambio de su protección”.

“Por este conducto se hace constar que el 26 de junio del 2015, atendí en el consultorio del suscrito al ING GENARO G, por un cuadro respiratorio caracterizado por tos, expectoración escasa blanquecina, leve dificultad respiratoria y sibilancias ocasionales, lo refiere posterior a la exposición al aire acondicionado: se precribieron Broncodilatadores: Bromuro de Ipatropio por tres dias (Atrovent) y Aclidinium por seis semanas (Eklira Genuair) además de sintomáticos (Ibuprofeno y Vartalon). Se extiende la presente a solicitud de su esposa , como constancia de atención del suscrito por cuadro respiratorio”.

El paciente es Genaro García Luna y el médico Enrique Herrera Ascencio, quien firma como especialista en Cirugía General y Laparoscopia del Hospital Ángeles del Pedregal. Eso dice el comprobante médico, elaborado el pasado 24 de marzo, y entregado por la firma legal de César de Castro al Juez Brian M. Cogan, de la Corte del Este de Nueva York, en Brooklyn.

“La liberación pendiente del juicio del Sr. García Luna también es necesaria para proteger su salud física a la luz de la devastadora carga que la pandemia Covid-19 está teniendo en el mundo y ciertamente afectará a la comunidad de detenidos en el Centro de Detención Metropolitano donde se encuentra el Sr. García Luna alojado”, escribe César de Castro solicitando al Juez la liberación del mexicano. “Los reclusos en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), un centro de detención preventiva masiva que alberga a aproximadamente mil 700 personas, corren un grave riesgo de contraer el virus. La atención médica en el MDC ha fallado reiteradamente en abordar adecuadamente incluso las condiciones médicas de rutina, en tiempos de crisis, la atención médica en el centro se detuvo por completo. Sólo hay tres médicos en MDC disponibles”.

El abogado le dice a Cogan que el paquete de fianza propuesto anteriormente (unos dos millones de dólares) es más que suficiente para garantizar la comparecencia de García Luna. “Su liberación temporal es necesaria para proteger su salud física”, insiste De Castro.

El Juez Cogan respondió que si es declarado culpable, García Luna enfrenta una pena mínima de 10 años. Aunque no se descarta cadena perpetua. “Aunque el acusado puede estar en desacuerdo con esta evaluación, es indiscutible que podría ser confinado por un período de tiempo significativo si hay una condena. En otras palabras, hay un fuerte incentivo para huir”, escribió el Juez. “También he considerado el peso de la evidencia contra el acusado. Se espera que numerosos testigos cooperantes, incluidos varios ex miembros de alto rango del Cártel de Sinaloa, testifiquen que el acusado aceptó millones de dólares en sobornos a cambio de su protección”.