/ lunes 17 de junio de 2019

El Espectador | Plástico, la crisis que viene

“Como padres estamos en un punto en el que llevamos a nuestros hijos a la playa y tenemos que buscar un pedazo de arena que no esté cubierto de popotes, espuma de poliestireno o botellas. Ese es un problema, uno sobre el que tenemos que hacer algo”, dijo Justin Trudeau, el primer ministro canadiense. “¿Cómo explicas que aparezcan ballenas muertas en las playas de todo el mundo con el estómago lleno de bolsas de plástico?”.

Quien conoce Canadá, probablemente piense que el político esté exagerando, pues los paisajes y el cuidado del ambiente en esa nación nos hacen ver a los habitantes de México como verdaderos tercermundistas. No somos Haití, pero por la forma en que seguimos ensuciando en cualquier lugar en donde nos paramos, nos damos cuenta que no estamos lejos.

Canadá planea prohibir los plásticos desechables a partir de 2021, una medida radical y sofisticada para proteger los océanos. Ellos se acercan a las elecciones y el tema de la contaminación y el cuidado del ambiente son un asunto obligado para atrapar a las nuevas generaciones de votantes. La Unión Europea va por el mismo camino. Todo apunta a que los fabricantes de plásticos se hagan responsables del ciclo de vida de sus productos.

En México, comienza a hacerse conciencia sobre este problema. No hace falta ir muy lejos para entender cómo un lugar paradisiaco puede convertirse en playas en las que da asco poner un pie, piense en Acapulco o Boca del Río. Hoy son 16 estados en el país que buscan limitar o prohibir el uso de popotes, bolsas de plástico y otros productos contaminantes, como Aguascalientes, Quintana Roo, Jalisco y Nuevo León.

Los fabricantes nacionales de plásticos consideran que la contaminación es problema de todos, en realidad, culpan a la educación de cada ciudadano por el destino de las botellas y otros productos que incluso protagonizan campañas en las que los animales mueren.

El presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), Aldimir Torres Arenas, reconoce que existe un problema serio en el consumo y disposición adecuada de los residuos plásticos, pero el sector tiene la disposición de apoyar en la búsqueda y ejecución de alternativas, ya que considera que son colaboradores, no antagonistas.

Ellos creen que los están estigmatizando y que eso no va a ayudar a nadie. Recuerdan que generan más de 260 mil empleos directos y al menos 500 mil empleos indirectos. En México, aseguran, la industria participa en mesas de trabajo en el Senado, presidido por Martí Batres, para encontrar soluciones en conjunto, así la ANIPAC empuja el modelo de Economía Circular y también puso a disposición estudios científicos como los “Análisis de Ciclo de Vida” en donde se identifican los beneficios de los plásticos por encima de otros materiales, disminuyendo la huella de carbono y el uso de otros recursos.

Lo cierto es que hoy están en la mira, son vistos como los enemigos de la naturaleza y muy pronto hasta serán parte de la campaña política en Canadá. ¿Y en México?

hiroshi@oem.com.mx

“Como padres estamos en un punto en el que llevamos a nuestros hijos a la playa y tenemos que buscar un pedazo de arena que no esté cubierto de popotes, espuma de poliestireno o botellas. Ese es un problema, uno sobre el que tenemos que hacer algo”, dijo Justin Trudeau, el primer ministro canadiense. “¿Cómo explicas que aparezcan ballenas muertas en las playas de todo el mundo con el estómago lleno de bolsas de plástico?”.

Quien conoce Canadá, probablemente piense que el político esté exagerando, pues los paisajes y el cuidado del ambiente en esa nación nos hacen ver a los habitantes de México como verdaderos tercermundistas. No somos Haití, pero por la forma en que seguimos ensuciando en cualquier lugar en donde nos paramos, nos damos cuenta que no estamos lejos.

Canadá planea prohibir los plásticos desechables a partir de 2021, una medida radical y sofisticada para proteger los océanos. Ellos se acercan a las elecciones y el tema de la contaminación y el cuidado del ambiente son un asunto obligado para atrapar a las nuevas generaciones de votantes. La Unión Europea va por el mismo camino. Todo apunta a que los fabricantes de plásticos se hagan responsables del ciclo de vida de sus productos.

En México, comienza a hacerse conciencia sobre este problema. No hace falta ir muy lejos para entender cómo un lugar paradisiaco puede convertirse en playas en las que da asco poner un pie, piense en Acapulco o Boca del Río. Hoy son 16 estados en el país que buscan limitar o prohibir el uso de popotes, bolsas de plástico y otros productos contaminantes, como Aguascalientes, Quintana Roo, Jalisco y Nuevo León.

Los fabricantes nacionales de plásticos consideran que la contaminación es problema de todos, en realidad, culpan a la educación de cada ciudadano por el destino de las botellas y otros productos que incluso protagonizan campañas en las que los animales mueren.

El presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), Aldimir Torres Arenas, reconoce que existe un problema serio en el consumo y disposición adecuada de los residuos plásticos, pero el sector tiene la disposición de apoyar en la búsqueda y ejecución de alternativas, ya que considera que son colaboradores, no antagonistas.

Ellos creen que los están estigmatizando y que eso no va a ayudar a nadie. Recuerdan que generan más de 260 mil empleos directos y al menos 500 mil empleos indirectos. En México, aseguran, la industria participa en mesas de trabajo en el Senado, presidido por Martí Batres, para encontrar soluciones en conjunto, así la ANIPAC empuja el modelo de Economía Circular y también puso a disposición estudios científicos como los “Análisis de Ciclo de Vida” en donde se identifican los beneficios de los plásticos por encima de otros materiales, disminuyendo la huella de carbono y el uso de otros recursos.

Lo cierto es que hoy están en la mira, son vistos como los enemigos de la naturaleza y muy pronto hasta serán parte de la campaña política en Canadá. ¿Y en México?

hiroshi@oem.com.mx

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