/ lunes 7 de marzo de 2022

El feminismo presente cada 8 de marzo

Una se hace feminista permanentemente, porque como toda teoría política, el feminismo es dialéctico, obliga a pensar, fomenta el raciocinio ante los nuevos retos: nunca se deben dar por asentados los derechos ganados. Todos los días sobrevivimos retrocesos respecto a lo que ya habíamos logrado.


Por lo tanto, necesitamos de las feministas ilustres, para que nos eduquen en la reflexión crítica desde esta visión del mundo que requerimos las mujeres. El feminismo ha estado presente en la argumentación de todos los tratados anti discriminatorios, para la igualdad y los derechos humanos de las mujeres y de las niñas. La Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres definió que la discriminación contra la mujer es toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, de los derechos humanos y libertades fundamentales en todas las esferas de la vida.


La Conferencia de Viena de 1993 se señaló la profunda preocupación por las diversas formas de discriminación y violencia a las que son expuestas las mujeres y les reconocen como parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales; se llama a la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo: explícitamente se llama a la mujer como lo que es: una Humana. En la Conferencia de El Cairo de 1994 se reconocen los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres. En 1995 en la Conferencia de Beijing en la Declaración y Plataforma se inscribe que todos los derechos de las mujeres, son derechos humanos.


En México la Constitución ha sido reformada para señalar el hombre y la mujer son iguales ante la ley. Se reconocen los derechos de las niñas. Se establece la paridad de mujeres y hombres en todos los espacios públicos. Ahí estuvieron las feministas en cada proceso legislativo.


La violencia contra las mujeres, en una opresión propia de la esclavitud. A pesar de las leyes en la materia, cada año aumentan las denuncias y el feminicidio.


Somos la mitad de la humanidad, pero seguimos siendo discriminadas en las estructuras sociales, económicas, culturales, políticas y civiles y en el acceso a la justicia porque prevalece un androcentrismo bárbaro que sigue controlando el mundo. Mientras no logremos erradicar el predominio de un sexo sobre el otro, mientras prevalezcan situaciones que siguen asignando a las mujeres los quehaceres del hogar, cuidado de la familia; o frente a una violación recaiga en ellas la responsabilidad de provocarla, o que sigan imperando resistencias para que las mujeres compitan en igualdad de condiciones que los hombres y sigan los señores manoteándoles la mesa; o se siga viendo a las mujeres como un objeto sexual y no como lo que somos: humanas; mientras se siga abusando de las mujeres pobres para la renta de su vientre, o sean explotadas en la prostitución; mientras nos quieran seguir controlando nuestro pensamiento y voz, o se quiera borrar a las mujeres, las feministas seguiremos saliendo a manifestarnos ruidosamente cada 8 de Marzo. Como dice Marcela Lagarde, hay que hacer un homenaje a la “A”, todas, nosotras, las humanas.

Una se hace feminista permanentemente, porque como toda teoría política, el feminismo es dialéctico, obliga a pensar, fomenta el raciocinio ante los nuevos retos: nunca se deben dar por asentados los derechos ganados. Todos los días sobrevivimos retrocesos respecto a lo que ya habíamos logrado.


Por lo tanto, necesitamos de las feministas ilustres, para que nos eduquen en la reflexión crítica desde esta visión del mundo que requerimos las mujeres. El feminismo ha estado presente en la argumentación de todos los tratados anti discriminatorios, para la igualdad y los derechos humanos de las mujeres y de las niñas. La Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres definió que la discriminación contra la mujer es toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, de los derechos humanos y libertades fundamentales en todas las esferas de la vida.


La Conferencia de Viena de 1993 se señaló la profunda preocupación por las diversas formas de discriminación y violencia a las que son expuestas las mujeres y les reconocen como parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales; se llama a la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo: explícitamente se llama a la mujer como lo que es: una Humana. En la Conferencia de El Cairo de 1994 se reconocen los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres. En 1995 en la Conferencia de Beijing en la Declaración y Plataforma se inscribe que todos los derechos de las mujeres, son derechos humanos.


En México la Constitución ha sido reformada para señalar el hombre y la mujer son iguales ante la ley. Se reconocen los derechos de las niñas. Se establece la paridad de mujeres y hombres en todos los espacios públicos. Ahí estuvieron las feministas en cada proceso legislativo.


La violencia contra las mujeres, en una opresión propia de la esclavitud. A pesar de las leyes en la materia, cada año aumentan las denuncias y el feminicidio.


Somos la mitad de la humanidad, pero seguimos siendo discriminadas en las estructuras sociales, económicas, culturales, políticas y civiles y en el acceso a la justicia porque prevalece un androcentrismo bárbaro que sigue controlando el mundo. Mientras no logremos erradicar el predominio de un sexo sobre el otro, mientras prevalezcan situaciones que siguen asignando a las mujeres los quehaceres del hogar, cuidado de la familia; o frente a una violación recaiga en ellas la responsabilidad de provocarla, o que sigan imperando resistencias para que las mujeres compitan en igualdad de condiciones que los hombres y sigan los señores manoteándoles la mesa; o se siga viendo a las mujeres como un objeto sexual y no como lo que somos: humanas; mientras se siga abusando de las mujeres pobres para la renta de su vientre, o sean explotadas en la prostitución; mientras nos quieran seguir controlando nuestro pensamiento y voz, o se quiera borrar a las mujeres, las feministas seguiremos saliendo a manifestarnos ruidosamente cada 8 de Marzo. Como dice Marcela Lagarde, hay que hacer un homenaje a la “A”, todas, nosotras, las humanas.