La demagogia es la capacidad de vestir las ideas menores con palabras mayores.
Abraham Lincoln
1.Las muertes no importan. El ciudadano presidente tiene una lógica, por decirlo de alguna manera, rara y contrastante. Expliquémonos: ante la espiral imparable de crímenes y asesinatos, AMLO sostiene que, “seguirá con la estrategia de seguridad basada en la atención a las causas que originan la descomposición social” (El Universal, 16/10/19, p.12). Suena bien ésta afirmación, pero en realidad es un típico desplante demagógico del inquilino de Palacio Nacional, quien, en otra mentira, había afirmado que la violencia disminuiría en los primeros seis meses de su gobierno. Los datos duros y verificables están a la vista de quien los quiera ver. No bajó la violencia y se dispararon a niveles inimaginables.
En ésta misma línea de pensamiento, el titular del ejecutivo realiza una afirmación llena de interrogantes, al decir que, “es muy lamentable lo que sucedió (en Aguililla, Michoacán), no lo deseamos, estamos ayudando a las autoridades locales, en este caso el gobierno del estado, y vamos a seguir con nuestra estrategia, yo estoy optimista, creo que vamos a evitar estos hechos violentos” (El Universal, 16/10/19, p.12).
¿De qué habla el presidente?, ¿qué significa “ayudar a las autoridades”? Si su estrategia, como lo ha afirmado reiteradamente, es atacar las “causas”. ¿Aumentará las transferencias para políticas sociales? ¡No, que va! La respuesta es enviar más militares. Así lo anunció la Secretaria de la Defensa Nacional al anunciar que, “se reacondicionó el operativo en la región con el envío de elementos a la zona del municipio de Aguililla” (La Jornada, 16/10/ 19, p.4) ¿En qué quedamos? Eso hacían Calderón y Peña, simplemente reaccionaban a cualquier evento de violencia militarmente. ¿Dónde está el cambio de estrategia que pregona AMLO en cada mañanera?
2. ¿A dónde va el país? Lo que está más claro y se corrobora diariamente, es, que, el actual gobierno carece de una propuesta/estrategia integral para encarar a la criminalidad molecular y organizada. Su discurso de “atacar las causas”, que no se corresponde con las políticas concretas, es una coartada para lanzar arena en los ojos de los incautos y feligreses. Reiteramos, el núcleo de las violencias y el delito está en las coordenadas de la desigualdad y la exclusión social propias de un capitalismo periférico. En contraste, AMLO, no ha movido un solo dedo para tocar los privilegios de la minoría opulenta (que alguna vez llamó rapaz), quienes viven una orgía de ganancias, mientras los desposeídos se hunden en el precariato (dixit Bauman). En tanto, el país se sigue bañando en sangre.
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