/ domingo 14 de marzo de 2021

El futuro de la CDMX en nuestras manos

En este proceso electoral por primera vez las y los capitalinos tendrán la oportunidad de hacer uso de la figura de la reelección con la que mostrarán si están de acuerdo o no, con la forma en que el gobierno y las y los representantes populares han ejercido el cargo en el que actualmente están.

Dicha figura se aprobó con la finalidad de lograr un mayor compromiso, comunicación y rendición de cuentas, pues el hecho de que en las urnas se pueda ratificar a una persona que busque la reelección, naturalmente tendría que generar un mayor compromiso de verdadera representación y comunicación con la ciudadanía.

Sin embargo, la figura de la reelección puede también originar el que las malas prácticas de nuestra joven democracia se empleen para que personajes permanezcan en sus cargos haciendo uso clientelar de programas sociales, desviando recursos o cualquier otra práctica indebida, en ese sentido, la participación de la ciudadanía será fundamental para evitar que se cometan abusos.

Con un electorado crítico y una alta participación el día de la elección, no habría posibilidades para que la compra del voto o el uso indebido de recursos públicos pueda definir la elección y entonces se cumpliría el propósito de la incorporación en nuestro sistema electoral de la figura de la reelección.

La reelección puede permitir la continuidad de políticas y programas de gobierno exitosos que muchas veces se pierden con los cambios de administración; la reelección puede permitir también que en el legislativo se dé seguimiento a temas fundamentales y estructurales evitando queden sin atender por la renovación total de los congresos que implica una curva de aprendizaje para perfiles nuevos o la familiaridad con el status que guardan iniciativas o reformas que se encuentran pendientes.

En estas elecciones, aún con las condiciones impuestas por la pandemia, la apuesta debe ser el incrementar la participación ciudadana informada, para que realmente sea un ejercicio de escrutinio público y una democracia más completa.

El rumbo de nuestro país está en nuestras manos, hoy más que nunca tenemos las herramientas democráticas para hacer de esta, una ciudad con orden.

En este proceso electoral por primera vez las y los capitalinos tendrán la oportunidad de hacer uso de la figura de la reelección con la que mostrarán si están de acuerdo o no, con la forma en que el gobierno y las y los representantes populares han ejercido el cargo en el que actualmente están.

Dicha figura se aprobó con la finalidad de lograr un mayor compromiso, comunicación y rendición de cuentas, pues el hecho de que en las urnas se pueda ratificar a una persona que busque la reelección, naturalmente tendría que generar un mayor compromiso de verdadera representación y comunicación con la ciudadanía.

Sin embargo, la figura de la reelección puede también originar el que las malas prácticas de nuestra joven democracia se empleen para que personajes permanezcan en sus cargos haciendo uso clientelar de programas sociales, desviando recursos o cualquier otra práctica indebida, en ese sentido, la participación de la ciudadanía será fundamental para evitar que se cometan abusos.

Con un electorado crítico y una alta participación el día de la elección, no habría posibilidades para que la compra del voto o el uso indebido de recursos públicos pueda definir la elección y entonces se cumpliría el propósito de la incorporación en nuestro sistema electoral de la figura de la reelección.

La reelección puede permitir la continuidad de políticas y programas de gobierno exitosos que muchas veces se pierden con los cambios de administración; la reelección puede permitir también que en el legislativo se dé seguimiento a temas fundamentales y estructurales evitando queden sin atender por la renovación total de los congresos que implica una curva de aprendizaje para perfiles nuevos o la familiaridad con el status que guardan iniciativas o reformas que se encuentran pendientes.

En estas elecciones, aún con las condiciones impuestas por la pandemia, la apuesta debe ser el incrementar la participación ciudadana informada, para que realmente sea un ejercicio de escrutinio público y una democracia más completa.

El rumbo de nuestro país está en nuestras manos, hoy más que nunca tenemos las herramientas democráticas para hacer de esta, una ciudad con orden.