/ viernes 1 de abril de 2022

El impuesto a los ricos 

Hay una propuesta más que interesante que consiste en que los más ricos paguen más impuestos; es decir, el 0.01% de los multimillonarios tendrán que pagar una tasa impositiva mínima del 20%. Lo anterior sólo afectará a aquellos con un valor patrimonial superior a los 100 millones de dólares. Y seguramente algún malqueriente, prejuicioso y respingón ya está haciendo conjeturas, pero se trata de una propuesta del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

La concentración de riqueza es uno de los principales desafíos para la humanidad, y Estados Unidos es el mejor ejemplo. Aun siendo la economía más grande del mundo es un polo de desigualdad, tiene un índice Gini de 0.418, lo que lo ubica en el lugar 108 a nivel mundial; está similar a México, la quinceava economía mundial, que se ubica en la posición 118 del índice. A pesar de ser el país con el mayor número multimillonarios, la realidad es que la mayor parte de los ingresos van al 1% de su población.

Es ingenuo suponer que estos niveles de concentración de riquezas son justos, o que se dieron únicamente por talento o trabajo, la realidad es que la estructura de estas fortunas viene de una acumulación a través de las herencias por generaciones, privilegios, un sistema que favorece al que más tiene y en muchos casos, corrupción, por lo que la medida es pertinente y necesaria.

A través de dicha recaudación fiscal, se podrá reducir la brecha de desigualdad y contrarrestar la inequitativa distribución y acaparamiento de la riqueza que se queda en manos de unos cuantos. La propuesta de Biden es que este impuesto vaya a financiar los programas sociales y a un gasto militar, lo que se explica ya que defender la riqueza también cuesta. La idea es un buen punto de partida para lograr un sistema más justo y equilibrado que evite una acumulación insultante. Hay otras acciones en este sentido, como por ejemplo las herencias de Bill Gates y Warren Buffet, entre otros supermillonarios, que donarán sus fortunas en vez de dejárselas a sus herederos, por creer que es más útil destinar su patrimonio a causas filantrópicas, en vez de inyectarlo a las carteras de inversión de sus hijos.

Me pregunto qué dirán los malquerientes nacionales, ¿que la propuesta de Biden es populista? Si no hay un mínimo de solidaridad entre este 1% que concentra la mayor riqueza y el resto de la humanidad que lo padece, no podemos esperar un mundo mejor para las próximas generaciones. El poder y el capital requieren contrapesos y límites. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez

Hay una propuesta más que interesante que consiste en que los más ricos paguen más impuestos; es decir, el 0.01% de los multimillonarios tendrán que pagar una tasa impositiva mínima del 20%. Lo anterior sólo afectará a aquellos con un valor patrimonial superior a los 100 millones de dólares. Y seguramente algún malqueriente, prejuicioso y respingón ya está haciendo conjeturas, pero se trata de una propuesta del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

La concentración de riqueza es uno de los principales desafíos para la humanidad, y Estados Unidos es el mejor ejemplo. Aun siendo la economía más grande del mundo es un polo de desigualdad, tiene un índice Gini de 0.418, lo que lo ubica en el lugar 108 a nivel mundial; está similar a México, la quinceava economía mundial, que se ubica en la posición 118 del índice. A pesar de ser el país con el mayor número multimillonarios, la realidad es que la mayor parte de los ingresos van al 1% de su población.

Es ingenuo suponer que estos niveles de concentración de riquezas son justos, o que se dieron únicamente por talento o trabajo, la realidad es que la estructura de estas fortunas viene de una acumulación a través de las herencias por generaciones, privilegios, un sistema que favorece al que más tiene y en muchos casos, corrupción, por lo que la medida es pertinente y necesaria.

A través de dicha recaudación fiscal, se podrá reducir la brecha de desigualdad y contrarrestar la inequitativa distribución y acaparamiento de la riqueza que se queda en manos de unos cuantos. La propuesta de Biden es que este impuesto vaya a financiar los programas sociales y a un gasto militar, lo que se explica ya que defender la riqueza también cuesta. La idea es un buen punto de partida para lograr un sistema más justo y equilibrado que evite una acumulación insultante. Hay otras acciones en este sentido, como por ejemplo las herencias de Bill Gates y Warren Buffet, entre otros supermillonarios, que donarán sus fortunas en vez de dejárselas a sus herederos, por creer que es más útil destinar su patrimonio a causas filantrópicas, en vez de inyectarlo a las carteras de inversión de sus hijos.

Me pregunto qué dirán los malquerientes nacionales, ¿que la propuesta de Biden es populista? Si no hay un mínimo de solidaridad entre este 1% que concentra la mayor riqueza y el resto de la humanidad que lo padece, no podemos esperar un mundo mejor para las próximas generaciones. El poder y el capital requieren contrapesos y límites. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez