El 13 de abril de 2020 se publicó en el DOF reformas a 8 leyes en materia de violencia política contra las mujeres en razón de género; las mujeres que aspiran a estar en un espacio público ahora están protegidas por este marco jurídico que es necesario invocar y hacer valer.
Al INE, a la FEPADE y al TEPJF siguen llegando denuncias de mujeres que son víctimas de violencia, que son amenazadas contra sus vidas, que han emprendido juicios de protección a sus derechos políticos y ciudadanos porque en su aspiración legítima a un cargo, enfrentan distintas formas y tipos de violencia por ese “atrevimiento” de disputarle al patriarcado, los espacios que durante siglos ha devengado.
Estos fenómenos de discriminación están tan arraigados en la sociedad, que aún con las leyes, han seguido gozando de complicidades consuetudinarias, alevosas o por omisión. Y como México no se caracteriza precisamente por el respeto a la ley, en esta materia se hace necesario ir más allá, ir al origen de la violación a la ley. En el caso de la violencia política contra las mujeres por serlo, un ámbito donde se origina la violencia política contra las mujeres, es en los partidos políticos: las candidaturas, los encargos partidistas, las propuestas para la administración pública, provienen desde los partidos políticos. Hay que decirlo con claridad: los obstáculos que le están dando al traste a este nuevo estado de derecho, comienzan con la negación de su derecho de las mujeres a estar como dirigentas o candidatas, o por trampas para minimizarlas.
Los machismos existen porque gozan de impunidad. Por lo tanto el INE acordó un BASTA! Cúmplase la LEY, y ordenaron a los partidos políticos nacionales y estatales, a cumplir con los Lineamientos para prevenir, atender, sancionar, reparar y erradicar la violencia política contra las mujeres en razón de género.
Estos Lineamientos señalan a) que la perspectiva de género es necesaria para garantizar la formación de mujeres y hombres en la igualdad sustantiva y la paridad; b) los documentos básicos de los partidos, además de garantizar las mujeres estén libres de VPCMRG, deben incluir los criterios de la 3 de 3 contra la violencia para que no sean beneficiados por alguna posición de poder o candidatura, quienes tienen antecedentes, son sancionados o acusados por violencia familiar, por delitos sexuales, o desobligados con su responsabilidad de alimentos; c) los partidos deben poner un alto al machismo y garantizar la progresividad de los derechos de las mujeres; d) poner en funcionamiento un Protocolo y una Unidad específica para estos efectos.
El sábado pasado, el Partido de la Revolución Democrática PRD realizó su Congreso Nacional para aprobar la incorporación de estos Lineamientos del INE a sus Estatutos, Programa y Principios. La consigna del Congreso fue: El PRD es Feminista. Importantísimo lo logrado en el Estatuto. Hoy cuenta con una Unidad especializada para proteger a sus afiliadas.
Reconozco el talento, sabiduría y trabajo plural de las mujeres de la dirección nacional y de la Organización Nacional de Mujeres del PRD quienes redactaron artículo por artículo de esta gran hazaña para obligar al partido a ser congruente y consecuente con las trascendentales luchas que las mujeres han dado, generación tras generación, para ser reconocidas como sujetas de plenos derechos. Aplausos a todas y cada una de ellas.
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