/ viernes 15 de diciembre de 2017

El maratón Guadalupe-Reyes

El 12 de diciembre de cada año, la celebración religiosa del culto a la Virgen de Guadalupe, se vuelve un acto popular con tradiciones y costumbres centenarias de sincretismo. El fervor religioso se vuelca en la Basílica de Guadalupe, con la asistencia de centenares de miles de creyentes que acuden durante todo el año a dar gracias, a pedir un milagro o simplemente a rezarle a la virgen.

México, sí, nuestro México, inmerso en el vertiginoso cambio tecnológico de la globalidad, atestigua peregrinaciones a pie, en bicicleta a caballo, que todos los rincones del territorio patrio convergen en un acto de fe, con danzas prehispánicas propio de la Edad Media, teniendo en cuenta que para algunos esa era finalizó en 1492, el año del descubrimiento de América, la conquista de México-Tenochtitlán acaeció en 1521 y el inicio de la veneración de la Virgen de Guadalupe comenzó tan solo una década después en 1531.

Es preciso recordar que este culto mariano es producto de la evangelización mediante la implantación de la cultura y religión judeo-cristiana-occidental que nos trajeron los conquistadores hispanos, quienes superpusieron encima de los templos y cultos religiosos de los vencidos sus templos y cultos cristianos, como es el caso del templo Mayor de los Aztecas en Tenochtitlán, sobre el cual se construyó la Catedral Metropolitana de México, y en el cerro del Tepeyac que era el lugar donde peregrinaban los pueblos prehispánicos, incluso desde Centroamérica a rendir culto a Tonantzin, la diosa de la tierra y la fertilidad de los nahuas.

Hoy en día, olvidando todo antecedente histórico, el día 12 de diciembre, parece ser el inicio en festejos y excesos, con motivo de las fiestas decembrinas y que tendrán su fin el día 6 de enero, en lo que popular mente se ha denominado el maratón Guadalupe-Reyes.

Esta designación comenzó en los años noventa y se refiere al conjunto de festividades que se llevan a cabo durante los meses de diciembre y enero, comenzando con el 12 de diciembre (arranque del maratón), que es la Celebración a la Virgen de Guadalupe, del 16 al 24 de diciembre, posadas y la celebración de la noche buena, 25 de diciembre Navidad, 28 de diciembre, el día de todos los Santos Inocentes, el 31 de diciembre, fin de año, el 1 de enero, Año nuevo y finalmente el día 6 de enero, el día de los Reyes Magos.

Así la tradición histórica –religiosa a la que se refería únicamente la celebración de la aparición de la virgen en el cerro del Tepeyac, ha pasado a ser una idea de festejos que lejos de ser de carácter religioso, ahora se han convertido en el pretexto para la fiesta y el festejo sin más pretexto que la misma fiesta.

Pero lo importante de estas fechas es no perder el carácter religioso, y que el principal motivo de dichas fiestas son el buen convivio y la unidad familiar, por encima de banderas políticas o condición social.

¡Celebremos entonces el Maratón Guadalupe-Reyes!

El 12 de diciembre de cada año, la celebración religiosa del culto a la Virgen de Guadalupe, se vuelve un acto popular con tradiciones y costumbres centenarias de sincretismo. El fervor religioso se vuelca en la Basílica de Guadalupe, con la asistencia de centenares de miles de creyentes que acuden durante todo el año a dar gracias, a pedir un milagro o simplemente a rezarle a la virgen.

México, sí, nuestro México, inmerso en el vertiginoso cambio tecnológico de la globalidad, atestigua peregrinaciones a pie, en bicicleta a caballo, que todos los rincones del territorio patrio convergen en un acto de fe, con danzas prehispánicas propio de la Edad Media, teniendo en cuenta que para algunos esa era finalizó en 1492, el año del descubrimiento de América, la conquista de México-Tenochtitlán acaeció en 1521 y el inicio de la veneración de la Virgen de Guadalupe comenzó tan solo una década después en 1531.

Es preciso recordar que este culto mariano es producto de la evangelización mediante la implantación de la cultura y religión judeo-cristiana-occidental que nos trajeron los conquistadores hispanos, quienes superpusieron encima de los templos y cultos religiosos de los vencidos sus templos y cultos cristianos, como es el caso del templo Mayor de los Aztecas en Tenochtitlán, sobre el cual se construyó la Catedral Metropolitana de México, y en el cerro del Tepeyac que era el lugar donde peregrinaban los pueblos prehispánicos, incluso desde Centroamérica a rendir culto a Tonantzin, la diosa de la tierra y la fertilidad de los nahuas.

Hoy en día, olvidando todo antecedente histórico, el día 12 de diciembre, parece ser el inicio en festejos y excesos, con motivo de las fiestas decembrinas y que tendrán su fin el día 6 de enero, en lo que popular mente se ha denominado el maratón Guadalupe-Reyes.

Esta designación comenzó en los años noventa y se refiere al conjunto de festividades que se llevan a cabo durante los meses de diciembre y enero, comenzando con el 12 de diciembre (arranque del maratón), que es la Celebración a la Virgen de Guadalupe, del 16 al 24 de diciembre, posadas y la celebración de la noche buena, 25 de diciembre Navidad, 28 de diciembre, el día de todos los Santos Inocentes, el 31 de diciembre, fin de año, el 1 de enero, Año nuevo y finalmente el día 6 de enero, el día de los Reyes Magos.

Así la tradición histórica –religiosa a la que se refería únicamente la celebración de la aparición de la virgen en el cerro del Tepeyac, ha pasado a ser una idea de festejos que lejos de ser de carácter religioso, ahora se han convertido en el pretexto para la fiesta y el festejo sin más pretexto que la misma fiesta.

Pero lo importante de estas fechas es no perder el carácter religioso, y que el principal motivo de dichas fiestas son el buen convivio y la unidad familiar, por encima de banderas políticas o condición social.

¡Celebremos entonces el Maratón Guadalupe-Reyes!