/ domingo 10 de marzo de 2019

El marco jurídico y político de la Guardia Nacional

Conforme al procedimiento constitucional, al momento de redactar esta colaboración, 20 Congresos locales, habían aprobado las reformas a laCarta Magna, para que éstas le den sentido y origen a la Guardia Nacional. La decisión del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de aguardar a que el mayor número posible de diputaciones estatales, den el visto bueno a la iniciativa, representa una plataforma de legitimidad que de principio es una buena noticia para la formación de una estructura que marcará un antes y un después en las responsabilidades del Estado mexicano en los asunto de Seguridad Pública.

Teniendo como origen sustancial y determinante a los miembros delas Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional deberá no obstante otras opciones, contar con un mando militar para su mejor funcionamiento. Y esto es debido, a que en otras importantes experiencia, las posibilidades de éxito al crearse instituciones como la Policía Federal Preventiva, la Policía Federal o laAgencia Federal de Investigaciones, con personal militar de origen, no han dado buenos resultados.

Más allá de las serias contradicciones de los críticos para que haya un mando militar al frente de la Guardia Nacional, en tanto reconocen la valía de los servicios desde hace por lo menos 30 años de los militares en tareas de apoyo a la seguridad pública, mantienen una injustificada e inexplicables desconfianza. Así, los siguientes pasos legales, como son lasLeyes de Uso de la Fuerza, Orgánica de la Guardia Nacional, así como suReglamento Interior, deberán de contemplar en primer lugar, la naturaleza militar, primero, y segundo, su articulación y pertenencia al ámbito de laFuerzas Armadas.

Si bien hace falta un programa o política que de forma explícita sere fiera a las condiciones para crear a las policías municipales y estatales, dichos procedimientos demandarán además de ingentes recursos, un período de varios años, mismos que no pueden transcurrir sin que el Estado mexicano haga frente de manera decidida al grave deterioro en el sistema social, producto dela corrosiva acción del crimen organizado y común. Se trata entonces, de una sustancial y estructural ampliación en las tareas de las Fuerzas Armadas, en donde derivada de la complejidad de la agenda nacional en la materia, éstas deben intervenir de forma ágil, transparente y oportuna, tal y como lo vienen haciendo.

Por eso, el poder civil, en este caso expresado por el PoderLegislativo, no puede escatimar ni condiciones legales ni presupuestales para el buen funcionamiento de origen de la Guardia Nacional. Son sin duda, decisiones de gran calado, por lo que es del todo aconsejable, hacerlas bien de una vez y evitar arranques débiles o incompletos, como sucedió en su momento con la Ley de Seguridad Nacional, que por cierto, es momento de revisarla y actualizarla.

Será en lo que resta del periodo ordinario de sesiones, cuando se provea a la Guardia Nacional de las bases jurídicas y políticas para atender, lo que sin duda es un antagonismo, el más importante, al Estado y sociedad mexicanos. De ese tamaño es el reto.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso


Conforme al procedimiento constitucional, al momento de redactar esta colaboración, 20 Congresos locales, habían aprobado las reformas a laCarta Magna, para que éstas le den sentido y origen a la Guardia Nacional. La decisión del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de aguardar a que el mayor número posible de diputaciones estatales, den el visto bueno a la iniciativa, representa una plataforma de legitimidad que de principio es una buena noticia para la formación de una estructura que marcará un antes y un después en las responsabilidades del Estado mexicano en los asunto de Seguridad Pública.

Teniendo como origen sustancial y determinante a los miembros delas Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional deberá no obstante otras opciones, contar con un mando militar para su mejor funcionamiento. Y esto es debido, a que en otras importantes experiencia, las posibilidades de éxito al crearse instituciones como la Policía Federal Preventiva, la Policía Federal o laAgencia Federal de Investigaciones, con personal militar de origen, no han dado buenos resultados.

Más allá de las serias contradicciones de los críticos para que haya un mando militar al frente de la Guardia Nacional, en tanto reconocen la valía de los servicios desde hace por lo menos 30 años de los militares en tareas de apoyo a la seguridad pública, mantienen una injustificada e inexplicables desconfianza. Así, los siguientes pasos legales, como son lasLeyes de Uso de la Fuerza, Orgánica de la Guardia Nacional, así como suReglamento Interior, deberán de contemplar en primer lugar, la naturaleza militar, primero, y segundo, su articulación y pertenencia al ámbito de laFuerzas Armadas.

Si bien hace falta un programa o política que de forma explícita sere fiera a las condiciones para crear a las policías municipales y estatales, dichos procedimientos demandarán además de ingentes recursos, un período de varios años, mismos que no pueden transcurrir sin que el Estado mexicano haga frente de manera decidida al grave deterioro en el sistema social, producto dela corrosiva acción del crimen organizado y común. Se trata entonces, de una sustancial y estructural ampliación en las tareas de las Fuerzas Armadas, en donde derivada de la complejidad de la agenda nacional en la materia, éstas deben intervenir de forma ágil, transparente y oportuna, tal y como lo vienen haciendo.

Por eso, el poder civil, en este caso expresado por el PoderLegislativo, no puede escatimar ni condiciones legales ni presupuestales para el buen funcionamiento de origen de la Guardia Nacional. Son sin duda, decisiones de gran calado, por lo que es del todo aconsejable, hacerlas bien de una vez y evitar arranques débiles o incompletos, como sucedió en su momento con la Ley de Seguridad Nacional, que por cierto, es momento de revisarla y actualizarla.

Será en lo que resta del periodo ordinario de sesiones, cuando se provea a la Guardia Nacional de las bases jurídicas y políticas para atender, lo que sin duda es un antagonismo, el más importante, al Estado y sociedad mexicanos. De ese tamaño es el reto.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso