/ viernes 13 de julio de 2018

El mundo de la realeza

Windsormanía

Más populares que nunca. El reinado de Isabel II abarca 66 años y es el período más largo para un monarca británico. La reina, de 92 años, es una dama muy activa. Los Windsor tuvieron sus dos annus horribilis uno fue en 1992 tras los tres divorcios con escándalos de los tres hijos mayores de la reina, y en 1997, tras la muerte de Lady Di.

66 años es un período donde los Windsor han sido aceptados plenamente pese a esas crisis. Hay cuatro generaciones y la familia sigue creciendo.

“La firma” como denominaba a la casa real el fallecido Jorge VI, se ha consolidado como una monarquía constitucional, y bien sabido, una monarquía extremadamente rica.

Nadie se puede imaginar al Reino Unido de la Gran Bretaña como una República. Son siglos de tradiciones y la reina ha conservado con rigor esta forma de gobierno. Una Gran Bretaña sin sus monarcas y príncipes, es inconcebible.

Windsormanía es un término donde se puede expresar que la casa real es famosa, popular y que tiene muchos seguidores.

A pesar de que la monarca tiene una edad avanzada, los británicos la siguen apoyando.

Cada miembro de la familia real tiene sus deberes y obligaciones.

Vimos el bautizo del tercer nieto de Carlos y Diana este 9 de julio, veremos pronto otra boda real y otro bautizo.

Es importante darle al pueblo lo que quiere. Y si para este la monarquía es una institución respetable, moderna, pero que conserva sus antiguas tradiciones y costumbres, a ellos, a los británicos, les debe de gustar esas ceremonias donde pueden apreciar a los miembros de la familia real, incluso a los más jóvenes.

A pesar de que la reina es muy admirada y respetada, es una persona ya mayor que ha estado enferma. Por lo cual, y según la tradición real, se han comenzado los preparativos para un futuro funeral de la reina. Desde 1965, tras la muerte de sir Winston Churchill, no ha habido en el Reino Unido un funeral de Estado de esa magnitud. El de Margaret Thatcher puede ser otra excepción, aunque este fue un poco más sencillo.

La realeza inglesa es conocida en todo el mundo. Y la reina y el príncipe Carlos, el presunto heredero, han trabajado por dar otra imagen que la casa real tenía desde la época “princesa Diana”.

Al parecer, les ha funcionado. Junto con otros miembros de la familia real y un equipo de asesores lo han conseguido.

La reputación del príncipe de Gales también ha mejorado junto con la de su segunda esposa. Sólo cabe decir: ¡larga vida a la reina!

Windsormanía

Más populares que nunca. El reinado de Isabel II abarca 66 años y es el período más largo para un monarca británico. La reina, de 92 años, es una dama muy activa. Los Windsor tuvieron sus dos annus horribilis uno fue en 1992 tras los tres divorcios con escándalos de los tres hijos mayores de la reina, y en 1997, tras la muerte de Lady Di.

66 años es un período donde los Windsor han sido aceptados plenamente pese a esas crisis. Hay cuatro generaciones y la familia sigue creciendo.

“La firma” como denominaba a la casa real el fallecido Jorge VI, se ha consolidado como una monarquía constitucional, y bien sabido, una monarquía extremadamente rica.

Nadie se puede imaginar al Reino Unido de la Gran Bretaña como una República. Son siglos de tradiciones y la reina ha conservado con rigor esta forma de gobierno. Una Gran Bretaña sin sus monarcas y príncipes, es inconcebible.

Windsormanía es un término donde se puede expresar que la casa real es famosa, popular y que tiene muchos seguidores.

A pesar de que la monarca tiene una edad avanzada, los británicos la siguen apoyando.

Cada miembro de la familia real tiene sus deberes y obligaciones.

Vimos el bautizo del tercer nieto de Carlos y Diana este 9 de julio, veremos pronto otra boda real y otro bautizo.

Es importante darle al pueblo lo que quiere. Y si para este la monarquía es una institución respetable, moderna, pero que conserva sus antiguas tradiciones y costumbres, a ellos, a los británicos, les debe de gustar esas ceremonias donde pueden apreciar a los miembros de la familia real, incluso a los más jóvenes.

A pesar de que la reina es muy admirada y respetada, es una persona ya mayor que ha estado enferma. Por lo cual, y según la tradición real, se han comenzado los preparativos para un futuro funeral de la reina. Desde 1965, tras la muerte de sir Winston Churchill, no ha habido en el Reino Unido un funeral de Estado de esa magnitud. El de Margaret Thatcher puede ser otra excepción, aunque este fue un poco más sencillo.

La realeza inglesa es conocida en todo el mundo. Y la reina y el príncipe Carlos, el presunto heredero, han trabajado por dar otra imagen que la casa real tenía desde la época “princesa Diana”.

Al parecer, les ha funcionado. Junto con otros miembros de la familia real y un equipo de asesores lo han conseguido.

La reputación del príncipe de Gales también ha mejorado junto con la de su segunda esposa. Sólo cabe decir: ¡larga vida a la reina!