/ miércoles 19 de septiembre de 2018

El mundo de la realeza

LA REALEZA COMO CULTURA E HISTORIA


Un saludo, queridos lectores. La realeza, a través del tiempo, ha tenido y tiene su historia y forma parte de la cultura de sus respectivos países. Una cultura inmensa, dividida por tradiciones, continentes, personalidades y por la misma historia.

Desde los tiempos del rey David, pasando por las cruzadas, la reforma con Lutero y Enrique VIII hasta las dos guerras mundiales, la Guerra Fría, la muerte de Lady Di, etc.

Nos damos cuenta de cómo cada personaje tiene participación en hechos históricos y culturales del mundo. Si hablamos de Ricardo Corazón de León nos damos cuenta de su participación en Las cruzadas. Enrique VIII, años después, y por decir algunos ejemplos, vivió en el renacimiento, era poeta, intelectual, le gustaba la medicina (aprendiz de médico o físico, como se les decía entonces) y cuyo primer divorcio, con ayuda de Ana Bolena y otros como Lutero, trajo como consecuencia la formación de la iglesia anglicana en Inglaterra y la separación de Roma.

La vida privada de un monarca se vuelve pública incluso hoy en día cuando se ve afectada por una crisis constitucional, como los príncipes Carlos y Diana.

La Primera y Segunda Guerras Mundiales trajo, como consecuencias, enemistades –por ambición- entre varias casas reales, algunas de las cuales desaparecieron.

Desde niños los miembros de la realeza tienen una preparación. A Isabel II se le enseñó a no tener sentimientos fuera de su rango y esto “cambió” gracias a la muerte de Lady Di.

Hoy, en la actualidad, vemos en la cultura real no sólo el arte en retratos, obras, palacios, castillos, propiedades, museos, joyas, etc. Los discursos dan la oportunidad de conocer el tipo de pensamiento que cada royal tiene, su cultura, su educación.

Tanto Carlos de Inglaterra como la reina Sonia de Noruega, son amantes del arte. La reina ha dedicado, incluso, tiempo a exponer sus pinturas como Carlos. Naruhito de Japón es un músico, le gusta el violonchelo. Yeste gusto se lo heredó a su única hija, Aiko.

En cuanto a la historia cada royal es “escritor” porque, escriben libros de sus vivencias personales y llevan diarios, personales y de compromisos estos últimos cada día son escritos.

Las casas reales representan una cultura muy distinta a América, y hablo del continente. Los países que ya tuvieron monarquía o que siguen teniendo pues los siguen aceptando como parte de su historia, de su tradición, de su cultura milenaria.

Podrán los medios criticarlos ¿podremos?, pero también es fascinante leer y aprender de este tipo de cultura, la monárquica. Su forma de vida, sus gustos, sus biografías, verlos de cerca es más interesante y emocionante, o saludarlos cuando se acercan.

La vida de los royals no es fácil, porque pueden ser un blanco para un atentado, pueden perder su privacidad -como ahora todos nosotros gracias a los satélites-, pueden ser fotografiados por expertos y esos fotógrafos, depende de cada caso, usan el material para bien o para mal.

Y las redes sociales nos hacen estar más cerca de ellos… la cultura real y la tecnología ahora van de la mano, van estrechamente unidas. Una sin otra ya no pueden vivir. ¿qué opina usted?

LA REALEZA COMO CULTURA E HISTORIA


Un saludo, queridos lectores. La realeza, a través del tiempo, ha tenido y tiene su historia y forma parte de la cultura de sus respectivos países. Una cultura inmensa, dividida por tradiciones, continentes, personalidades y por la misma historia.

Desde los tiempos del rey David, pasando por las cruzadas, la reforma con Lutero y Enrique VIII hasta las dos guerras mundiales, la Guerra Fría, la muerte de Lady Di, etc.

Nos damos cuenta de cómo cada personaje tiene participación en hechos históricos y culturales del mundo. Si hablamos de Ricardo Corazón de León nos damos cuenta de su participación en Las cruzadas. Enrique VIII, años después, y por decir algunos ejemplos, vivió en el renacimiento, era poeta, intelectual, le gustaba la medicina (aprendiz de médico o físico, como se les decía entonces) y cuyo primer divorcio, con ayuda de Ana Bolena y otros como Lutero, trajo como consecuencia la formación de la iglesia anglicana en Inglaterra y la separación de Roma.

La vida privada de un monarca se vuelve pública incluso hoy en día cuando se ve afectada por una crisis constitucional, como los príncipes Carlos y Diana.

La Primera y Segunda Guerras Mundiales trajo, como consecuencias, enemistades –por ambición- entre varias casas reales, algunas de las cuales desaparecieron.

Desde niños los miembros de la realeza tienen una preparación. A Isabel II se le enseñó a no tener sentimientos fuera de su rango y esto “cambió” gracias a la muerte de Lady Di.

Hoy, en la actualidad, vemos en la cultura real no sólo el arte en retratos, obras, palacios, castillos, propiedades, museos, joyas, etc. Los discursos dan la oportunidad de conocer el tipo de pensamiento que cada royal tiene, su cultura, su educación.

Tanto Carlos de Inglaterra como la reina Sonia de Noruega, son amantes del arte. La reina ha dedicado, incluso, tiempo a exponer sus pinturas como Carlos. Naruhito de Japón es un músico, le gusta el violonchelo. Yeste gusto se lo heredó a su única hija, Aiko.

En cuanto a la historia cada royal es “escritor” porque, escriben libros de sus vivencias personales y llevan diarios, personales y de compromisos estos últimos cada día son escritos.

Las casas reales representan una cultura muy distinta a América, y hablo del continente. Los países que ya tuvieron monarquía o que siguen teniendo pues los siguen aceptando como parte de su historia, de su tradición, de su cultura milenaria.

Podrán los medios criticarlos ¿podremos?, pero también es fascinante leer y aprender de este tipo de cultura, la monárquica. Su forma de vida, sus gustos, sus biografías, verlos de cerca es más interesante y emocionante, o saludarlos cuando se acercan.

La vida de los royals no es fácil, porque pueden ser un blanco para un atentado, pueden perder su privacidad -como ahora todos nosotros gracias a los satélites-, pueden ser fotografiados por expertos y esos fotógrafos, depende de cada caso, usan el material para bien o para mal.

Y las redes sociales nos hacen estar más cerca de ellos… la cultura real y la tecnología ahora van de la mano, van estrechamente unidas. Una sin otra ya no pueden vivir. ¿qué opina usted?