/ jueves 12 de octubre de 2017

El mundo de la realeza

  •  La monarquía española está decaída

Felipe VI está preocupado. Más que los escándalos de su familia y de la familia real, es decir, de sus primos y de sus hermanas y sobrinos, su joya más preciada, Cataluña, se quiere

independizar.

Felipe y Letizia no son populares. Al rey le llaman “el preparao”, es decir, el preparado. Y es rey por ser varón y como monarca, no muestra esa preparación según dicen los cotilleos. Ha de seguir los consejos de su padre, Juan Carlos, pero Felipe VI está muy verde para resolver esta cuestión de que pasará con “la joya de la corona”.

Tiene que sorprender su decisión y decisiones para que la monarquía vuelva a retomar su curso como en los tempranos años 80 y 90 con Juan Carlos y Sofía.

La esperanza es que Don Felipe tenga buenos consejeros que le ayuden a resolver este problema. Si ser rey no es cualquier cosa, digo yo. Ha de estar muy presionado.

Tiene la familia real y la familia del rey -son dos cosas diferentes- que apoyar al monarca. Cristina no fue del todo ayuda para su hermano menor, el rey, en las circunstancias que se vio metida ella y su esposo en el caso Noos.

La gente está muy decepcionada. Los líos amorosos de los primos del monarca y los escándalos de sus sobrinos y hermanas no le ayudan en nada. El rey la tiene difícil. ¿Cómo convencer a los españoles de que la monarquía sigue siendo un buen sistema de gobierno, entonces?

El rey debe mostrar fortaleza, educación, simpatía, respeto y su autoridad constitucional. Es difícil siendo una monarquía en declive mostrar autoridad militar y Felipe, repito, debe de llenarse de consejeros.

El rey de España está al frente de una institución que cuenta con tradiciones y raíces culturales muy profundas. Se ha intentado, en otros tiempos, establecer la república, y la monarquía ha sobrevivido a traiciones, guerras carlistas, reyes extranjeros como José Bonaparte y Amadeo de Saboya y finalmente tienen un rey que no fue elegido por el pueblo, sino por herencia: de varón en varón y ahora, tras décadas de haber sido príncipe de Asturias es el rey de España.

Un rey que cuenta con el favor de su gobierno y de algunos súbditos, un rey al que se le tolera, porque desde que nació en 1968, es más español que su padre, pues Felipe nació en Madrid y Don Juan Carlos nació en Roma, en el exilio.

Recuerdo cuando el entonces príncipe Felipe cumplió 18 años, la mayoría de edad y juró la constitución. Yo tenía 12 años y lloré de emoción al verlo jurar las leyes que ahora tiene que aplicar.

Espero que Felipe VI, ese rey tan admirado, sepa resolver los problemas de la corona como lo hizo su padre en su momento.

  •  La monarquía española está decaída

Felipe VI está preocupado. Más que los escándalos de su familia y de la familia real, es decir, de sus primos y de sus hermanas y sobrinos, su joya más preciada, Cataluña, se quiere

independizar.

Felipe y Letizia no son populares. Al rey le llaman “el preparao”, es decir, el preparado. Y es rey por ser varón y como monarca, no muestra esa preparación según dicen los cotilleos. Ha de seguir los consejos de su padre, Juan Carlos, pero Felipe VI está muy verde para resolver esta cuestión de que pasará con “la joya de la corona”.

Tiene que sorprender su decisión y decisiones para que la monarquía vuelva a retomar su curso como en los tempranos años 80 y 90 con Juan Carlos y Sofía.

La esperanza es que Don Felipe tenga buenos consejeros que le ayuden a resolver este problema. Si ser rey no es cualquier cosa, digo yo. Ha de estar muy presionado.

Tiene la familia real y la familia del rey -son dos cosas diferentes- que apoyar al monarca. Cristina no fue del todo ayuda para su hermano menor, el rey, en las circunstancias que se vio metida ella y su esposo en el caso Noos.

La gente está muy decepcionada. Los líos amorosos de los primos del monarca y los escándalos de sus sobrinos y hermanas no le ayudan en nada. El rey la tiene difícil. ¿Cómo convencer a los españoles de que la monarquía sigue siendo un buen sistema de gobierno, entonces?

El rey debe mostrar fortaleza, educación, simpatía, respeto y su autoridad constitucional. Es difícil siendo una monarquía en declive mostrar autoridad militar y Felipe, repito, debe de llenarse de consejeros.

El rey de España está al frente de una institución que cuenta con tradiciones y raíces culturales muy profundas. Se ha intentado, en otros tiempos, establecer la república, y la monarquía ha sobrevivido a traiciones, guerras carlistas, reyes extranjeros como José Bonaparte y Amadeo de Saboya y finalmente tienen un rey que no fue elegido por el pueblo, sino por herencia: de varón en varón y ahora, tras décadas de haber sido príncipe de Asturias es el rey de España.

Un rey que cuenta con el favor de su gobierno y de algunos súbditos, un rey al que se le tolera, porque desde que nació en 1968, es más español que su padre, pues Felipe nació en Madrid y Don Juan Carlos nació en Roma, en el exilio.

Recuerdo cuando el entonces príncipe Felipe cumplió 18 años, la mayoría de edad y juró la constitución. Yo tenía 12 años y lloré de emoción al verlo jurar las leyes que ahora tiene que aplicar.

Espero que Felipe VI, ese rey tan admirado, sepa resolver los problemas de la corona como lo hizo su padre en su momento.