/ viernes 28 de junio de 2019

El mundo de la realeza

PADRES REALES

Estimados lectores, reciban un saludo cordial como cada semana. Es junio un mes dedicado a los padres reales, y este artículo se lo dedico a mi padre amado, Don Alberto Agustín Vargas López, a quien quiero mucho; y a mis lectores que son padres.

He de hablar en este artículo, del duque de Edimburgo, por ser éste un hombre mayor y siendo que es padre, abuelo y bisabuelo.

Felipe es un hombre de 98 años de edad, que ha cometido indiscreciones, pero creo que ha cumplido muy bien su trabajo. Obligado a caminar dos pasos detrás de su esposa, no es rey. Ya sabemos que no lo es porque fue solo yerno del fallecido Jorge VI.

Pero es jefe de familia, una gran familia que incluye 3 hijos varones, una hija, 8 nietos y 8 bisnietos. Es un hombre que ha colocado el papel de príncipe consorte en un lugar destacado en la monarquía inglesa.

Es un hombre que sigue siendo deportista y que, dada su edad, dejó de conducir. Es el compañero de vida de la reina desde hace más de 70 años. Entró a su vida en 1939, y se casaron en 1947. Al parecer, Felipe tenía la vida arreglada.

Pero no es un hombre conformista. Ha sido leal a la corona. Felipe representa un príncipe sin corona, pero es un hombre de acción, de determinación, con carácter y un hombre estricto, sobre todo con el príncipe de Gales, quien, por cierto, ya es cuatro veces abuelo.

Felipe, duque de Edimburgo, no nació para ser rey, sino para cumplir un deber que ha cumplido hasta una edad avanzada. Es un hombre longevo quien hizo lo posible por no fallarle a la reina, a su familia, a su patria.

98 años no cualquiera los cumple, y Felipe se destaca en ser un patriota, héroe de guerra, un hombre con los pantalones bien puestos. Ahora que ya es bisabuelo, nosotros notamos su cansancio, pero a la vez, le vemos feliz, al estar rodeado de su familia.

Con respecto a mi padre, permítanme comentarles que siempre ha sido un hombre trabajador, hasta la fecha, a sus 75 años, y lo queremos mucho. Espero que llegue a ser tan longevo como el duque de Edimburgo.

Mi padre me dio por herencia mi educación, y se lo agradezco de todo corazón. ¿qué se puede decir de él? Que es un ejemplo para mi hermano y para mí, y que esperamos viva más tiempo.

Contador e ingeniero, ha destacado como petrolero, pero como esposo y padre también. He aquí unas palabras para todos los padres, royals y comunes:

Papás:

La vida nos bendijo

Al tenerlos

Como padres.

El tiempo

Pasa rápido

Y las experiencias

Que hemos vivido

Juntos

Son excepcionales y maravillosas.

Dios los bendiga

Y que la vida

Juntos

Sea prolongada.

Todos queremos que nuestros padres sean eternos. Carpe Diem, aprovechemos el día, el tiempo es hoy. Si queremos que nuestros padres- y madres, sean longevos como el duque de Edimburgo, cuidémoslos. Aprovechemos el tiempo con ellos. Felicidades papás.

PADRES REALES

Estimados lectores, reciban un saludo cordial como cada semana. Es junio un mes dedicado a los padres reales, y este artículo se lo dedico a mi padre amado, Don Alberto Agustín Vargas López, a quien quiero mucho; y a mis lectores que son padres.

He de hablar en este artículo, del duque de Edimburgo, por ser éste un hombre mayor y siendo que es padre, abuelo y bisabuelo.

Felipe es un hombre de 98 años de edad, que ha cometido indiscreciones, pero creo que ha cumplido muy bien su trabajo. Obligado a caminar dos pasos detrás de su esposa, no es rey. Ya sabemos que no lo es porque fue solo yerno del fallecido Jorge VI.

Pero es jefe de familia, una gran familia que incluye 3 hijos varones, una hija, 8 nietos y 8 bisnietos. Es un hombre que ha colocado el papel de príncipe consorte en un lugar destacado en la monarquía inglesa.

Es un hombre que sigue siendo deportista y que, dada su edad, dejó de conducir. Es el compañero de vida de la reina desde hace más de 70 años. Entró a su vida en 1939, y se casaron en 1947. Al parecer, Felipe tenía la vida arreglada.

Pero no es un hombre conformista. Ha sido leal a la corona. Felipe representa un príncipe sin corona, pero es un hombre de acción, de determinación, con carácter y un hombre estricto, sobre todo con el príncipe de Gales, quien, por cierto, ya es cuatro veces abuelo.

Felipe, duque de Edimburgo, no nació para ser rey, sino para cumplir un deber que ha cumplido hasta una edad avanzada. Es un hombre longevo quien hizo lo posible por no fallarle a la reina, a su familia, a su patria.

98 años no cualquiera los cumple, y Felipe se destaca en ser un patriota, héroe de guerra, un hombre con los pantalones bien puestos. Ahora que ya es bisabuelo, nosotros notamos su cansancio, pero a la vez, le vemos feliz, al estar rodeado de su familia.

Con respecto a mi padre, permítanme comentarles que siempre ha sido un hombre trabajador, hasta la fecha, a sus 75 años, y lo queremos mucho. Espero que llegue a ser tan longevo como el duque de Edimburgo.

Mi padre me dio por herencia mi educación, y se lo agradezco de todo corazón. ¿qué se puede decir de él? Que es un ejemplo para mi hermano y para mí, y que esperamos viva más tiempo.

Contador e ingeniero, ha destacado como petrolero, pero como esposo y padre también. He aquí unas palabras para todos los padres, royals y comunes:

Papás:

La vida nos bendijo

Al tenerlos

Como padres.

El tiempo

Pasa rápido

Y las experiencias

Que hemos vivido

Juntos

Son excepcionales y maravillosas.

Dios los bendiga

Y que la vida

Juntos

Sea prolongada.

Todos queremos que nuestros padres sean eternos. Carpe Diem, aprovechemos el día, el tiempo es hoy. Si queremos que nuestros padres- y madres, sean longevos como el duque de Edimburgo, cuidémoslos. Aprovechemos el tiempo con ellos. Felicidades papás.