/ miércoles 11 de septiembre de 2019

El mundo de la realeza

VICTORIA I, LA SERIE


Como les he comentado, queridos lectores, canal once estuvo trasmitiendo esta serie que data del año pasado con motivo del bicentenario de natalicio de la tatarabuela de Isabel II y también de su tatarabuelo, Alberto, esposo de Victoria I, quienes se llevaban tres meses de edad.

Me llamo la atención las actuaciones, los paisajes, los escenarios, el vestuario y la historia. La pareja real eran primos por que su padre de él, el duque Ernesto de Sajonia Coburgo Gotha, y la madre de ella, Victoria, duquesa de Kent, quien, a su vez, fue nuera del rey Jorge III, eran hermanos y, a la vez, ambos eran hermanos de otro personaje particular: Leopoldo I de Bélgica, suegro de Maximiliano I de México.

Victoria fue dominada en su carácter gracias al amor que tenía hacia su esposo, Alberto, con quien tuvo 9 hijos. La verdad, me sorprendió ver a un Alberto tan caballeroso que, en el momento de casarse con la reina, sin cometer infidelidad ni otra cosa, tuvo que ser “asesorado” en asuntos de sexualidad por una prostituta sin, repito, clase física ya que el príncipe, al parecer, nunca tuvo líos de faldas.

Ernesto II, su hermano, en cambio, se quedó estéril por todo lo contrario. Y al no tener descendencia masculina ni femenina, lo sucedió en el ducado el segundo hijo varón de Alberto y Victoria: Alfredo Ernesto Alberto.

Cabe destacar de la serie que dan muchos argumentos históricos, no solamente familiares, sino políticos e históricos.

La serie dura tres temporadas, en las cuales podemos ver a diversos personajes desde lacayos hasta aristócratas con sus propias historias.

Bailes de disfraces, la pobreza en Londres, atentados a la reina, críticas de la prensa hacia la familia real Hannover, los discursos e intereses intelectuales de la pareja, los pleitos de los padres y la difícil educación del futuro rey Eduardo VII, llamado Alberto Eduardo y más familiarmente: “Bertie”.

La serie es recomendable para aquellas personas que les gusta la historia, no nada más la realeza, porque hasta podemos ver el feminismo y la trata de los aristócratas varones hacia sus mujeres, el homosexualismo, que era un delito, los adulterios, las ambiciones de los políticos, como los matrimonios como el de Lord Parlmerston, que se ponían de acuerdo para tener un “matrimonio abierto”, es decir, sin escándalos llevaban doble vida.

Mal para las mujeres “malvadas e infieles” que eran descubiertas, entonces eran encerradas en manicomios. Vimos el caso en que la reina salvó a una duquesa de su malvado marido. Aunque ella tuvo un amante.

Es un homenaje a una pareja modelo para su época y en que los productores quisieron darnos una clase de historia de la época Victoriana-Albertina que puso el honor sobre todas las cosas entre 1839 a 1861 cuando Alberto fallece.

Es una serie que recomiendo para que ustedes, queridos lectores, vean, aprendan y critiquen tanto a la producción como a los actores y personajes de ese tiempo.

VICTORIA I, LA SERIE


Como les he comentado, queridos lectores, canal once estuvo trasmitiendo esta serie que data del año pasado con motivo del bicentenario de natalicio de la tatarabuela de Isabel II y también de su tatarabuelo, Alberto, esposo de Victoria I, quienes se llevaban tres meses de edad.

Me llamo la atención las actuaciones, los paisajes, los escenarios, el vestuario y la historia. La pareja real eran primos por que su padre de él, el duque Ernesto de Sajonia Coburgo Gotha, y la madre de ella, Victoria, duquesa de Kent, quien, a su vez, fue nuera del rey Jorge III, eran hermanos y, a la vez, ambos eran hermanos de otro personaje particular: Leopoldo I de Bélgica, suegro de Maximiliano I de México.

Victoria fue dominada en su carácter gracias al amor que tenía hacia su esposo, Alberto, con quien tuvo 9 hijos. La verdad, me sorprendió ver a un Alberto tan caballeroso que, en el momento de casarse con la reina, sin cometer infidelidad ni otra cosa, tuvo que ser “asesorado” en asuntos de sexualidad por una prostituta sin, repito, clase física ya que el príncipe, al parecer, nunca tuvo líos de faldas.

Ernesto II, su hermano, en cambio, se quedó estéril por todo lo contrario. Y al no tener descendencia masculina ni femenina, lo sucedió en el ducado el segundo hijo varón de Alberto y Victoria: Alfredo Ernesto Alberto.

Cabe destacar de la serie que dan muchos argumentos históricos, no solamente familiares, sino políticos e históricos.

La serie dura tres temporadas, en las cuales podemos ver a diversos personajes desde lacayos hasta aristócratas con sus propias historias.

Bailes de disfraces, la pobreza en Londres, atentados a la reina, críticas de la prensa hacia la familia real Hannover, los discursos e intereses intelectuales de la pareja, los pleitos de los padres y la difícil educación del futuro rey Eduardo VII, llamado Alberto Eduardo y más familiarmente: “Bertie”.

La serie es recomendable para aquellas personas que les gusta la historia, no nada más la realeza, porque hasta podemos ver el feminismo y la trata de los aristócratas varones hacia sus mujeres, el homosexualismo, que era un delito, los adulterios, las ambiciones de los políticos, como los matrimonios como el de Lord Parlmerston, que se ponían de acuerdo para tener un “matrimonio abierto”, es decir, sin escándalos llevaban doble vida.

Mal para las mujeres “malvadas e infieles” que eran descubiertas, entonces eran encerradas en manicomios. Vimos el caso en que la reina salvó a una duquesa de su malvado marido. Aunque ella tuvo un amante.

Es un homenaje a una pareja modelo para su época y en que los productores quisieron darnos una clase de historia de la época Victoriana-Albertina que puso el honor sobre todas las cosas entre 1839 a 1861 cuando Alberto fallece.

Es una serie que recomiendo para que ustedes, queridos lectores, vean, aprendan y critiquen tanto a la producción como a los actores y personajes de ese tiempo.